Quien no haya crecido o vivido a la sombra de volcanes no sabe lo que es mirar de vez en cuando entre fascinado y aterrado: ¿y si se despierta? Aquí os ofrecemos una lista de los diez potencialmente más peligrosos porque el despertador geológico ya suena, o bien porque han dado síntomas de estar cerca de entrar en erupción.

Muchos de ellos tienen población humana cerca. Y no hay continente que se libre. Vivir bajo el volcán tiene pros y contras. A favor está que las tierras de cultivo que circundan un volcán suelen ser más fértiles que otras porque en ellas se han acumulado cenizas y nitratos expulsados durante las erupciones que, curiosamente, primero destruyen pero luego hacen de ese suelo el sustrato perfecto para que las plantas crezcan más rápido. Además los volcanes, si están en fase latente, pueden generar grandes cantidades de calor en el subsuelo, lo que propicia que haya aguas termales o que se pueda extraer energía térmica fácilmente. Un buen ejemplo de lo último son Islandia y Japón.

Los contras son muy claros: una bomba a punto de estallar que cuando lo hace es peor que un bombardeo masivo. Y si el volcán es de tipo estromboliano (es decir, que funciona como una olla a presión sin salida, acumulando tensión hasta que simplemente explota) nos enfrentamos a un monstruo capaz de liberar de golpe energía equivalente a varias bombas atómicas juntas. En el arco contrario está el ejemplo del Kilauea, un volcán en escudo (formado por las lavas basálticas que emanan desde varias fisuras de manera lenta pero constante, sin grandes erupciones) que lleva desde 1983 en activo. Entre ambos casos se encuentran todos los volcanes del mundo, incluyendo los supervolcanes latentes (como el de Yellostone) que nunca despiertan y que cuando lo hacen provocan extinciones.

Iwo Jima, el primero de la lista

Para ofrecer más información la Universidad de Manchester ha decidido hacer una lista informativa con los diez volcanes más peligrosos por lo cerca que están de entrar en erupción, ya sea de forma inmediata o en perspectiva de un siglo. No hay que olvidar que todavía no hay forma de prever una erupción volcánica, y que limitar sus efectos es muy complicado. Incluso contraproducente: los volcanes son las espitas de fuga de presión interna del planeta, algo tan necesario como peligroso. La presión interna de la Tierra es enorme, y tiene que escapar por algún lado para evitar colapsos. El gran desafío actual de la vulcanología es comprender cómo funcionan los volcanes y ser capaz de dar la alerta a las poblaciones que se arremolinan a su alrededor. Todos tenemos presentes ejemplos actuales de nuestro tiempo (como el Pinatubo) como del pasado. No hay nadie con un mínimo de educación que no sepa lo que le pasó a Pompeya y Herculano con el Vesubio.

La lista abarca volcanes de Europa, Asia, África, América y el Pacífico, donde se encuentra la mayor cadena de ellos, el Cinturón de Fuego que enmarca este océano y que de entrar en erupción encadenada cambiaría la Tierra para siempre. En muchos casos están muy cerca de grandes urbes, como Nápoles, Managua o Nagasaki, que podrían desaparecer si se activan. Indonesia y Filipinas se llevan la palma, precisamente por estar en el Cinturón de Fuego: Bali, Manila y varias islas indonesias pagarían las consecuencias. En África el más afectado sería Camerún, mientras que en Europa vuelve a ser Italia la diana preferida. En América destaca la hiperactividad de Centroamérica y México, en peligro constante por la sombra del llamado Trans México, un cinturón volcánico interior que amenazaría todo el centro del país. La última gran erupción virulenta conocida fue la del Krakatoa (Indonesia) en 1883, y la anterior con más efectos perniciosos fue en 1815, cuando el Tambora (Indonesia) dejó sin verano al hemisferio norte. Hay que mencionar, además, que no ha habido una erupción importante en un país desarrollado desde que el Santa Helena (Estado de Washington, EEUU) explotara al estilo estromboliano en los años 80.

El volcán Apoyeque, con su cráter inundado y al borde del lago de Managua

En lo alto de la lista está Iwo Jima, escenario de una famosa batalla de la Segunda Guerra Mundial que ha subido su altura en 20 metros en 50 años sólo por la presión de la cámara magmática. Tal es la fuerza del magma que la playa donde desembarcaron los Marines de EEUU para conquistarla frente a los japoneses ahora esta a más de 15 metros sobre el nivel del mar. Se estima que su erupción es inminente, al menos en términos geológicos (podría ser en un mes o dentro de un par de años). Iwo Jima casi no tiene población humana, pero su peligrosidad es que se trata de una isla pequeña a gran presión; una erupción abrupta podría generar un tsunami gigantesco (por encima de los 20 metros en su cresta) que alcanzaría la costa china y del sur de Japón en poco tiempo. Hablamos de costas donde se concentran cientos de millones de personas y casi el 10% de toda la producción mundial.

Después del Iwo Jima hay dos peligros directos por estar en zonas muy pobladas. El primero es el Apoyeque (Nicaragua), que sí representa una amenaza directa sobre Managua, la capital del país y que alberga a dos millones de habitantes. Si entra en erupción podríamos estar ante la mayor tragedia humana desde la Segunda Guerra Mundial. Tiene además un doble peligro, el de la superficie y el submarino, ya que está justo en el borde del lago Managua. Una ola provocada por la erupción podría arrasar la capital incluso antes de que llegaran la ceniza y las primeras bombas volcánicas. Su historial geológico no ofrece garantías: se activa cada 2.000 años y la última fue, precisamente, hace dos milenios. Está en la lista de puntos calientes que por tiempo ya deberían estar a punto de dar el primer aviso.

La otra amenaza directa es el Campei Flegrei, un volcán cerca de Nápoles, al sur de Italia, todavía peor que el Vesubio ya que tiene una frecuencia de erupción menor que su compañero de región. En español, los Campos Flégreos son una zona volcánica a 9 km al noroeste de Nápoles (4,4 millones de habitantes) con 24 cráteres y que está parcialmente bajo el mar. Es una bomba de relojería: si entra en erupción no se trataría de un solo punto sino de decenas de ellos, y peor todavía, bajo el agua, lo que bien podría desencadenar terremotos que a su vez crearían tsunamis por el Mediterráneo. La zona occidental metropolitana de Nápoles está incluso en su gran caldera volcánica.

Campi Flegrei; en la foto se pueden observar las poblaciones humanas junto a los cráteres de este sistema volcánico

El ranking de peligrosidad:

  1. Iwo Jima, Japón. Posible gran erupción. Zonas afectadas: sur de Japón, este de China, norte de Filipinas.
  2. Chiltepe / Apoyeque, Nicaragua. Zona afectada: Managua y alrededores del lago de Managua.
  3. Campei Flegrei, Italia. Zona afectada: Nápoles y el Mediterráneo occidental.
  4. Mount Aso, Japón. Zona afectada: Kumamoto y Nagasaki.
  5. Trans México Cinturón Volcánico, México. Zona afectada: Ciudad de México, Pueblo y Toluca.
  6. Gunung Agung, Indonesia. Zona afectada: isla de Bali.
  7. Mount Camerún (o Mongo ma Ndemi), Camerún. Zona afectada: Buea, Douala.
  8. Taal, Filipinas. Zona afectada: Manila.
  9. Mayon, Filipinas. Zona afectada: Legazpi.
  10. Gunung Kelud, Indonesia. Zona afectada: Malang.