Vapuleada por la crítica, la vida de Lady Di, en concreto sus dos últimos años, salta al cine con un fallido biopic. Nadie recordará con cariño a Naomi Watts y Oliver Hirschbiegel en Buckingham Palace.

“La cruda realidad es que, dieciséis años después de aquel terrible día de 1997, Diana ha vuelto a sufrir una muerte horrible” (The Guardian). “Atroz e intrusiva” (Times). “Terrible de todos los modos posibles” (The Telegraph). “La exactitud histórica es bastante cuestionable pero lo que la hace frustrante son sus bruscos cambios de tono” (The Independent). “Wesley Snipes con una peluca rubia sería más convincente” (Daily Mirror) “Telebasura con un gran presupuesto” (Variety). “Una Royal con queso” (The Hollywood Reporter).

La inmensa mayoría de la crítica ha vapuleado a ‘Diana’ (Oliver Hirschbiegel), que se estrena este viernes en España, con Naomi Watts recreando los dos últimos años de la vida de la Princesa de Gales. Lady Di, tras separarse de Carlos de Inglaterra en diciembre de 1992, recuperó la sonrisa al lado del prestigioso cirujano paquistaní Hasnat Kahn, el gran amor de su vida según la polémica biografía ‘Diana: Her last love’ (‘Diana: Su último amor’), de Kate Snell. El divorcio oficial con Carlos de Inglaterra no se produjo hasta agosto de 1996. El corazón de Diana estaba ya ocupado por Hasnat Kahn, interpretado en la película por el británico de origen hindú Naveen Andrews (‘El paciente inglés’ y ‘Perdidos’).

La pareja se conoció en 1995 en una visita de Lady Di al Royal Brompton Hospital de Londres donde estaba ingresado el marido de una amiga (Oonagh Toffolo) de la Princesa de Gales tras una operación de corazón. Y, según la prensa del corazón, surgió el flechazo. Lady Di y Hasnat Kahn mantuvieron una relación completamente secreta, algo que no fue sencillo con los flashes de los ‘paparazzi’ como sombras habituales de cada movimiento de la Princesa. Kate Snell, en ‘Diana: Her last love’, sostiene que Hasnat Kahn fue el gran amor de Lady Di, que falleció en un accidente de tráfico en el túnel del Pont de l’Alma de París el 31 de agosto de 1997.

Una muerte que ha provocado todo tipo de conjeturas más allá de la versión oficial que apunta a un exceso de velocidad para huir de los ‘paparazzi’ y al consumo de alcohol y drogas del chófer, Henri Paul, que también falleció. Lo único seguro es que viajaba acompañada por su nuevo amor, el egipcio Dodi Al-Fayed, hijo del multillonario Mohamed Al-Fayed, dueño entonces de los grandes almacenes Harrods, el hotel Ritz de París y el equipo de fútbol londinense del Fulham. Kate Snell plantea en ‘Diana: Her last love’ que la Princesa de Gales solo estaba con Dodi Al-Fayed para provocar celos a su verdadero amor: Hasnat Kahn, al que presentó a sus dos hijos. Habían roto entre mayo y julio de 1997 por supuestas diferencias a la hora de avanzar en la relación. Lady Di soñaba con casarse y ser, de nuevo, madre de una niña llamada Allegra.

Hasnat Kahn: “chismes y rumores”

Si la prensa británica, también la estadounidense, ha sido despiadada con la película de Hirschbiegel basada en el libro de Snell, Hasnat Kahn no se ha quedado atrás. El cirujano paquistaní aseguró al Daily Mail que ‘Diana’ estaba inspirada en “chismes y rumores”. Mientras, en una entrevista al diario The Sun, desmintió que su familia se opusiera a una boda con Lady Di como se insinúa en ‘Diana: Her last love’ y en ‘Diana’. “Mis padres, abuela y todos mis parientes cercanos que conocieron a Diana la apreciaron mucho, y mis padres y mi abuela nunca se opusieron a nuestra relación. Estaban muy felices de que tomásemos nuestras propias decisiones y dejaron muy en claro que nos apoyarían al 100%. Ambos teníamos su bendición”.

“Las últimas semanas han sido difíciles. Sé que Diana diría: ‘Mantente concentrado y sigue adelante con tu vida. Ayuda a estos niños. Sé feliz’. También sé que estaría orgullosa del tipo de labor que estamos haciendo aquí en Etiopía. Ella era una gran humanista y así es como siempre debería ser recordada”, añadió Hasnat Kahn al ‘The Sun’ mientras colaboraba con una ONG como cirujano en Etiopía. El médico paquistaní, fuera o no el último amor de la Princesa de Gales, ha contribuido con sus declaraciones al generalizado desprestigio de la película de Oliver Hirschbiegel y Naomi Watts.

Naveen Andrews junto Naomi Watts en la película

“Está basada en el libro (‘Diana: Her last love’), pero nosotros profundizamos más. Hablé con mucha gente, con los que aparecen en el libro y con otros. Hay muchas personas que la conocieron y todo el mundo tiene algo que contar”, se ha justificado Hirschbiegel, capaz de filmar en su Alemania natal dos grandes y diferentes películas como ‘El experimento’ (2001), con una cárcel ficticia convertida en real, y ‘El hundimiento’ (2004), sobre la figura de Hitler en la Caída de Berlín. ‘Diana’ ha dañado el prestigio del director alemán que ha negado, constantemente y sin éxito, basarse en rumores.

“Es importante tener cuidado y ser responsable con aquello que te explican. Todos quieren contarte su historia. Si encuentras algo interesante que quieres utilizar, tienes que seguir preguntando, buscar otras fuentes que puedan confirmarlo”, ha descrito Hirschbiegel sobre el previo proceso de documentación para elaborar el guion de ‘Diana’, obra del escritor teatral Steven Jeffreys. Las únicas escenas creativas son aquellas que narran los momentos íntimos entre Lady Di y Hasnat Kahn. El resto, según Hirschbiegel, nada tienen que ver con la acusación de chismes y rumores del cirujano paquistaní.

Ahora bien, las malas críticas de la prensa especializada en el Reino Unido han pesado sobre la taquilla. ‘Diana’ apenas ha recaudado 7.5 millones de dólares en todo el mundo. Un desastre. La película se estrenó primero, como no podía ser de otra manera, en el Reino Unido el pasado 20 de septiembre. Desde entonces, ha conseguido un resultado pobre: algo menos de dos millones de libras. Un completo fracaso. ‘Diana’ es la 97ª película con mayor recaudación en el Reino Unido en este año. A la lista de enemigos del filme de Hirschbiegel, crítica, Hasnat Kahn y la Familia Real británica, que ni se ha molestado en hablar de la película, se ha sumado el público. Mazazo.

La responsabilidad de Naomi Watts

Hacer este papel me preocupó desde el principio, tuve dudas, pero ya está hecho. No tengo ni idea de si la Familia Real verá la película. Pero, si lo hace, espero que sientan que hemos respetado su memoria del mejor modo posible”. Naomi Watts admitía estar “preocupada” en el estreno oficial de ‘Diana’ en el Odeon de Leicester Square de Londres el pasado 5 de septiembre. “Estoy segura de que va a provocar opiniones encendidas porque la gente la conocía, o creía que la conocía. La recuerdan muy bien”, señaló antes del estreno a la agencia Efe. Las dudas de Naomi Watts fueron ampliamente ratificadas tras la llegada de la película a las salas de cine.

Watts, nacida en el Reino Unido pero criada en Australia, no convencía, a pesar de su extraordinario parecido físico con Lady Di y sus innegables cualidades como actriz, en el papel de la Princesa de Gales. ‘Diana’ había supuesto un duro de trabajo de documentación, “más que para cualquier otra película”, pero las críticas no eran buenas. Al menos, Watts, que relevó a Jessica Chastain como protagonista y se impuso a otras candidatas como Charlize Theron, Carey Mulligan, Cate Blanchett, Keira Knightley, Scarlett, Mia Wasikowska y Sienna Miller, ha salido algo mejor parada que Oliver Hirschbiegel. Un consuelo menor para uno de los proyectos cinematográficos más decepcionantes del año.

Lady Di, la Princesa que consiguió el cariño de la sociedad británica e internacional por su humilde personalidad y su labor humanitaria y llenó portadas de la prensa sensacionalista en los ochenta y en los noventa, no ha encandilado en el cine. Morbo, y muy poco más.

FICHA TÉCNICA DE ‘DIANA’:

Dirección: Oliver Hirschbiegel. Países: Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Suecia. Año: 2013. Duración: 113 minutos. Género: Biopic, drama y romance. Interpretación: Naomi Watts (Princesa Diana), Naveen Andrews (Hasnat Khan), Cas Anvar (Dodi Fayed), Geraldine James (Oonagh Toffolo), Douglas Hodge (Paul Burrell), Juliet Stevenson (Simone Simmons) y Charles Edwards (Patrick Jephson). Guion: Stephen Jeffreys. Producción: Robert Bernstein y Douglas Rae. Fotografía: Rainer Klausmann. Montaje: Hans Funck. Diseño de producción: Kave Quinn. Vestuario: Julian Day. Distribuidora: eOne Films Spain. Estreno en España: 13 de diciembre.