California, y buena parte de toda la costa americana que va desde el oeste de México hasta Alaska, esperan el llamado Big One, el terremoto más esperado y temido.
California, y buena parte de toda la costa americana que va desde el oeste de México hasta Alaska, esperan el llamado Big One, el terremoto más esperado y temido.
Hacía tiempo que la Tierra no vibraba como lo ha hecho durante el pasado mes de abril: en total han sido 13 terremotos en menos de un mes que han superado la barrera del nivel 5.
Agua bajo la superficie, no acuíferos ni pozos, sino auténticos lagos subterráneos atrapados a presión en el interior de la Tierra en piedras y minerales como la ringwoodita.
La clave estaba en lo más profundo del desierto del Sáhara, en manos de los beduinos: ellos atesoraban un meteorito marciano que en estos días han demostrado que la corteza planetaria de la Tierra y Marte.
Una de geología: el último análisis de la formación de la Tierra concluye que en sus primera etapa nuestro planeta albergó dos océanos de magma separados por una capa de cristal.
Parece un gran queso lleno de moho y agujeros, pero en realidad es una ventana abierta al pasado de la Tierra, un ejemplo de cómo era nuestro planeta.
Un momento clave en el universo, la aparición de la vida animal superior, fue producto de muchas circunstancias, no tiene un origen único y debe más al azar que a la voluntad.
Hace 170.000 años se produjo un inmenso tsunami de más de 150 metros de altura provocado por la explosión del supervolcán anterior al Teide, en la isla de Tenerife.
Olvídense del supervolcán de Yellowstone que llega tarde en su erupción cíclica y nos amenaza: hay otro mayor que podría ser el mayor del Sistema Solar, en el fondo del Pacífico.
Ya es oficial: el Gran Cañón del Colorado es un juguete al lado de lo que oculta el hielo profundo que sepulta Groenlandia.