William Kentridge ha expresado en su obra emociones y metáforas relacionadas con la historia y la realidad de su país, que trascienden, sin embargo, estas últimas, y plantean cuestiones esenciales de la condición humana, combinando temas en que predomina la investigación puramente poética y estética con los de contenido sociopolítico. Se trata, por tanto, de un artista profundamente comprometido con la realidad.