La banda de Sheffield publica el próximo lunes ‘AM’, su quinto álbum. Tras su arrollador éxito en el último FIB, actuarán el 15 de noviembre, en Madrid, y el 16, en Barcelona.

“¿Sabes qué? Estamos muy orgullosos de ‘AM’. Creo que nos ha salido algo único. Piensa durante un rato y dime si se te ocurre un disco de rock que se haya publicado en los últimos años que pueda compararse con el nuestro. No hay nada tan original como nosotros”, alardea, sin tapujos, Alex Turner, líder de Arctic Monkeys, en ‘El País’. La banda de Sheffield publica este lunes 9 de septiembre su quinto disco de estudio con todos sus integrantes aún por debajo de los treinta años. Jóvenes, y al mismo tiempo, ya maduros con una sólida carrera sin deslices.

‘AM’ es un paso más en la impecable trayectoria del grupo que suena con mayor fuerza en los últimos siete años en la escena indie británica. Como en sus dos anteriores discos, ‘Humbug’ (2009) y ‘Suck it and see’ (2011), han elegido, no obstante, Estados Unidos para grabar. Alex Turner vive desde hace un par de años en Los Angeles con su novia, la actriz y modelo norteamericana Arielle Vandenburg. Arctic Monkeys se sienten cómodos al otro lado del Atlántico. Un salto que les ha permitido crecer como grupo explorando nuevos sonidos.

 

La evolución, sin desprenderse de sus raíces británicas, se aprecia en cada nuevo álbum. ‘AM’ es su disco con un sonido más contundente, con guitarras más pesadas con aires cada vez más psicodélicos, una clara influencia de Josh Homme, líder de Queens of the Stone Age, una referencia clave en los últimos años del grupo de Sheffield. Homme coprodujo el primero de los tres álbumes grabados hasta ahora en Estados Unidos: ‘Humbug’. Arctic Monkeys eligió entonces los estudios de Rancho de La Luna, en Joshua Tree (California), un lugar que han recuperado en su último CD.

En ‘AM’, acrónimo del nombre de la banda en homenaje al disco homónimo de The Velvet Underground publicado en 1969, Homme vuelve a colaborar con los ‘monos árticos’ de Alex Turner. Canta en dos de los doce temas que componen el álbum, ‘One for the road’ y ‘Knee socks’, y, sobre todo, intensifica el nuevo estilo, más oscuro, de los británicos. Arctic Monkeys ya ha presentado tres de las composiciones de ‘AM’: ‘R U Mine?’, ‘Do I wanna know?’ y ‘Why’d you only call me when you’re high?’ y una cara B: ‘2013’.

Los británicos han contado con la producción de James Ford, que les acompaña desde su segundo disco (‘Favourite worst nightmare’) (2007), y Ross Orton, que debuta con el grupo de Alex Turner, elevado a poeta urbano por los medios musicales de su país. Además de Josh Homme, ‘AM’ cuenta con las aportaciones de Pete Thomas, batería de Elvis Costello, y Bill Ryder-Jones, guitarrista de los desaparecidos The Coral.

 

Madrid y Barcelona serán las dos últimas paradas de una gira con más de sesenta fechas que arrancó el 22 de mayo en Ventura (California), cerca de Joshua Tree, donde nació ‘AM’. Arctic Monkeys actuarán el 15 de noviembre en el Palacio de los Deportes de Madrid y el 16 de noviembre en el Palau Olimpic de Barcelona. Arrasaron este verano en la última edición del FIB con un público mayoritariamente anglosajón. La banda de Sheffield ha triunfado en las tres ocasiones que ha pisado el festival de Benicássim: 2007, 2011 y 2013.

Tras conquistar las islas británicas y Estados Unidos, el grupo de Alex Turner, que comenzó su carrera regalando ‘demos’ en sus conciertos que sus primeros fans popularizaron al instante en MySpace, se marca un objetivo ambicioso. Con ‘AM’, Arctic Monkeys aspiran a aproximarse a “la grandeza de lo imperecedero”. Los ‘niñatos’ de Sheffield quieren presumir, antes de llegar a la treintena, de mirar cara a cara a las grandes bandas británicas de los últimos años (Oasis, Blur, Coldplay o Radiohead). Y ser los máximos representantes de la música de las islas.