Otra edición más de la madre de todas las ferias editoriales y lectoras de España, la madrileña, que volverá a ocupar el Retiro durante semanas.
La 73ª edición de la Feria del Libro de Madrid (30 de mayo – 15 de junio) ya ha abierto sus puertas, y es mareante en cifras: son 364 casetas, menos que el año pasado pero con una mayor cantidad de expositores, nada menos que 508, entre los que hay 20 instituciones oficiales, 10 grandes distribuidores, 60 libreros especializados, 218 editores de la capital y 134 del resto de España. Y decenas de sesiones de firmas de libros, tantas que hacen falta guías para poder navegar por este mar de papel y tinta (picar para verlo).
Entre los momentos especiales de esta año figuran un homenaje a Gabriel García Márquez el 8 de jimio en la Caseta 0 y organizado por la gigantesca editorial Penguin Random House (lo más espectacular, una lectura continuada de ‘Cien años de soledad’ con todo tipo de gente, desde lectores anónimos a escritores y personalidades culturales), otro tributo a Quino (reciente Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades) ligado al 50 cumpleaños de su principal creación, Mafalda; y también otra sesión de investigación alrededor del legado de la Primera Guerra Mundial.
Habrá mucha celebración y aniversario, porque a estos se sumarán los 20 años de muchos otros libros, como es el caso de ‘Tranvía a la Malvarrosa’ (conversarán Manuel Vicent, José Luis García Sánchez, Manuel Gutiérrez Aragón y Ángel S. Hanguindet), y de ‘Manolito Gafotas’. La reflexión llegarán, entre otros, de la mano de la literatura social de Javier Díez Moro, autor de ‘La asesina que gritó justicia’. Quien tampoco faltará a su cita en el Retiro será la novela negra. A destacar la mesa redonda sobre el ‘boom’ de los escritores nórdicos.
‘Deletrear el mundo’ es el lema propuesto por los libreros para esta Feria, y que pretende que los lectores sean sujetos activos y conscientes de esa relación entre civilización y libro. “Gracias al acto de leer deletreamos el mundo, sus lugares y bellezas, exploramos el cosmos y sus leyes, interpretamos las normas que han regido a los hombres a lo largo de la historia conocida”, según uno de los directores de la feria, Teodoro Sacristán, una frase que define bien que el libro es esencial a pesar de los profundos cambios que se han sucedido en estos años.
Esos cambios suponen la irrupción de lo digital, la piratería, la caída del consumo, los movimientos editoriales (el último la fusión de las agencias literarias de Balcells y Andrew Wyllie) y la falta de inversión de dinero público en la industria cultural. Pero aún así se mantiene y el mundo del libro entiende que su situación no es la misma que la del disco: casi todos los informes, salvo los de los gurús más radicales de Silicon Valley, entienden que el libro digital será mayoritario pero no aplastante y que el libro en papel (o derivados) se convertirá en objeto de culto y de lujo, de prestigio social.