Los australianos caminan por la ‘autopista al infierno’ con su decimoquinta criatura con la misma intensidad que hace cuatro décadas. Sus seguidores aplauden la fórmula de la banda, que vence cualquier revés que se interponga en su trayectoria.
Los australianos caminan por la ‘autopista al infierno’ con su decimoquinta criatura con la misma intensidad que hace cuatro décadas. Sus seguidores aplauden la fórmula de la banda, que vence cualquier revés que se interponga en su trayectoria.
La serie más enaltecida de la historia contiene un sinfín de guiños a las estrellas del rock, el jazz, el pop y el country (sin olvidarnos de los clásicos del XVIII Mozart y Beethoven). Los seres amarillos reflexionan sobre los vicios de la sociedad, sí, pero también nos aleccionan sobre los ritmos del mundo.
Guitarra, batería, piano, armónica, bajo… Nada se le resiste a Ryan Adams, el ángel rebelde que mantiene intacta su capacidad para sorprender; un ser depresivo, inestable, autodestructivo, malhumorado… Los ingredientes para alcanzar la categoría de mito.
La carismática mutante vuelve a peinarse con cresta para despegarse de las garras de Lobezno y emprender su camino en solitario con una serie que hace justicia a una heroína con multitud de caras, labrada a sí misma e infravalorada hasta hoy.
La voz dolorida de Kurt Cobain empapó el imaginario de la Generación X, una quinta nostálgica desde hace dos décadas, desde aquel día en el que el cantante más destacado del grunge decidió despedirse de la vida.
Superman inauguraba el género de superhéroes en 1938. Desde entonces, la aureola del machismo ha pululado por las historietas, en las que pisaba con fuerza Wonder Woman, precursora de la libertad de las féminas en las viñetas, copadas hoy por mujeres de armas tomar.
La serie regala guiños a diestro y siniestro a muchas de las cintas más emblemáticas de todos los tiempos. Los adorables personajes amarillos son una esponja y llevan parodiando escenas carismáticas del séptimo arte durante más de dos décadas.