Aunque no es el cierre de la Fase 3 de Marvel en el cine, sí que es el final de una saga, una época, un culto fan como ha habido pocos desde Star Wars. Hemos ido a verla, y prometemos hablar sin soltar spoilers. Marvel da carpetazo a una época con dos objetivos cumplidos: elevar la calidad (quizás sea la mejor de todas) y darle el gustazo al público de regodearse en lo que ansía y espera. Esta película es un caramelo para fans. Y este artículo no tiene spoilers. Salvo un par importantes, al final, y con aviso previo…
El broche final. Cierre de círculo, de saga, pero sin romper el propio universo de Marvel en el cine (MCU en sus siglas en inglés), y que ya puede dejar atrás una época. Curiosamente ‘Avengers: Endgame’ no es el cierre de la Fase 3, lo será ‘Spiderman: Far From Home’; es la preparación del salto a la Fase 4 y sobre todo el final de una saga dentro de ese universo, la de los Vengadores (Avengers), cuatro películas y varias más en paralelo que explican situaciones. Lo que se puede entender del filme dirigido por los hermanos Russo es que termina el buque insignia de Marvel y a partir de ahora van a tener que exprimir a fondo lo que queda del catálogo casi infinito de la compañía, siempre alrededor de los cómics. Pero ésa es otra historia.
Minutos antes de que empezara la película, mientras en el cine pasaban los trailers de otros filmes (todos, por cierto, de ese nuevo imperio Disney que se multiplica en múltiples franquicias), ocurrió algo que demuestra que el relato de atención de una generación entera ya ha sido trastocado por el MCU. Apareció el trailer de la tercera película de la tercera trilogía de Star Wars, ese Episodio 9 que supuestamente cerraría la segunda expansión, la ordenada por Disney. Dos espectadores a mi espalda, no más de 20 años, no dudaron en protestar por el trailer de Star Wars: “a ver cuándo terminan con Star Wars porque ya es patético”. Probablemente no era ni de lejos lo que pensaría la mayoría del cine, con una edad bastante baja, pero el hastío y la falta de respuesta con el trailer demuestra que el verdadero fenómeno fan hoy, el que genera miles de millones de beneficios, ya es de Marvel.
A partir de ahí, durante tres horas y pico, una larga sucesión de subidones y bajones anímicos de esos mismos chicos y del resto de filas cercanas. El mismo que había ejecutado de golpe toda la saga Star Wars con una frase lapidaria terminó sollozando al final de ‘Avengers: Endgame’. Porque la traca final preparada por los hermanos Russo en la dirección es un canto a los que han seguido la saga entera durante casi una década, desde que en 2008 apareciera ‘Ironman’. Repetimos: el fenómeno fan, mitad filia narrativa, mitad sentimentalismo (y esto vale para todos), se vive con pasión y a flor de piel. Si la película no hubiera colmado expectativas de calidad tampoco habría pasado nada. Quizás no tendría tanto eco como va a tener, y que ha tenido, desde que se estrenó en China un día antes para explotar a fondo el mercado asiático y fue capaz de generar en sólo dos días 67 millones de dólares, y 140 millones en EEUU. Eso significa que en apenas una semana Marvel Studios ya habrá recuperado todo lo invertido, incluso en publicidad, y pasará a los beneficios directos.
Y ahora, la película
Si nos centramos en el filme, sin hacer spoilers (hasta el final), es quizás la mejor película del MCU, gran calidad a la hora de narrar, con un trabajo encomiable en el apartado de efectos especiales (incluyendo una escena que rejuvenece a un personaje…), y que tiene múltiples referencias a todos los filmes anteriores. Un buen fan ya habrá visto casi diez años de películas, y el que llegue nuevo le recomendamos que vea al menos las tres anteriores de Los Vengadores, ‘Thor Ragnarok’, ‘Guardianes de la Galaxia’ (las dos), ‘Doctor Strange’ y ‘Ant-Man’, porque si no va a ser muy difícil que pueda seguir todo lo que este filme cuenta por debajo de la línea evidente. Las referencias son abrumadoras, incluyendo guiños a un videojuego en concreto y a una película de los hermanos Coen (mítica, por cierto). Es ya un juego de referencias cruzadas. Hay en realidad dos filmes: el dedicado a satisfacer todas las ansias de los fans, y el que intenta poner en marcha un mecano narrativo que cierre la enorme lista de vías abiertas en las anteriores películas. Porque es el final, y como tal debe dejarlo todo cerrado.
Los hermanos Russo han querido regalarle el broche perfecto a todos, un auténtico ajuste de cuentas emotivo, inteligente y complejo, con un gran coro final que parece una sinfonía in crescendo que no rompe hasta el momento final, esos últimos 40 minutos de película que van a quedar grabados en la memoria de los fans. No es una película fácil, mucho más si no se va “entrenado” en lo que ha pasado antes. Se mezclan muchas cosas, variables, hace falta incluso preguntarle al amigo fan a tu lado porque se te escapan detalles. Aunque uno de los mejores momentos no tiene nada que ver con el MCU: un Thor totalmente pasado de rosca en muchos aspectos, que explota la vis comica de Chris Hemswort hasta hacerlo sublime. Sin duda uno de los aciertos del filme por las carcajadas en las butacas. Pero son tantos los detalles que se te pueden escapar que cuando terminó el filme (no hay escena postcréditos por cierto, así que no esperen regalos… aunque mucha atención a las tres últimas escenas, dan más de lo que parece) muchos decidieron allí mismo que volverían de nuevo.
Es complicado comentar un filme sin hacerle spoilers, porque cada palabra podría dar a entender al lector detalles internos. Es una despedida que dejará lágrimas, un puñetazo en la mesa de los personajes para un ataque final portentoso visualmente aunque algo infantilizado cuando gran parte del filme ha tenido un tono maduro en muchos aspectos. Pero sí que hay algo importante: la estructura. Todo el filme es como un coche que acelera, frena y vuelve a acelerar: en una primera parte, más corta, acelera mucho para luego ralentizarse incluso en exceso. Un falso final que sólo prepara para las siguientes horas. Se hace lenta a partir de los primeros 25/30 minutos. Luego acelera de nuevo y entra en una tercera fase que es el corazón mismo de la resolución narrativa de la saga. La cuarta parte final es, en realidad, un regalo con mayúsculas para los fans, la culminación de la madeja previa. Saldrán contentos del cine, eso seguro. Hay cierto regocijo por parte de los directores, que tenían que encajar todas las piezas para que no fuera una salida en falso. Y para explicarlo, hacen falta un par de spoilers… después de la fotografía.
Atención, SPOILERS (deja de leer si no has visto la película)
Llegamos al punto en el que sí hay que contar algunas cosas. Por ejemplo que los Vengadores, como unidad básica del MCU, ha desaparecido con el doble sacrificio de Ironman y, al menos por ahora, de Viuda Negra (porque tiene en preparación una futura película en solitario). También la curiosa “elección temporal” de Steve Rogers, el Capitán América (y no decimos más), cierra cualquier opción de que todos fueran a reunirse en el futuro. Del antiguo equipo sólo quedan en pie Ojo de Halcón (retirado con su familia), Thor (liberado del peso de reinar y enrolado temporalmente en la nave de Starlord, en busca de Gamora), Bruce Banner (que ha sido capaz de dominar a Hulk, civilizarle, pero con el brazo quemado al usar el guante con las gemas) y los socios secundarios, desde Spiderman y Black Panther a Ant-Man y Wasp, Máquina de Guerra, Bucky Barnes, Sam Wilson (que recoge el testigo de Rogers, al menos en teoría), Bruja Escarlata y los personajes ligados a las sagas paralelas.
La única gran novedad sólida para Vengadores futuros (si los hubiera) es la aparición estelar de Capitana Marvel, para lo bueno y lo malo, pero sobre todo como un posible pilar central de una segunda generación con la heroína como pieza central, quizás junto con Black Panther. Sobre el futuro de otros personajes poco se sabe, salvo que Thor regrese. Los hermanos Russo cerraron muchas puertas, cambiaron el ritmo, y han dejado el peso final de la Fase 4 en los hombros de otros personajes que ya no serán lo mismo. Entre ellos Spiderman. Había mucho de nostalgia en el final de la película, secuencias y escenas que apuntalan el futuro y ponen el acento en futuras sagas. Quizás no haya más eje central y Marvel se limite a explotar lo que ya tiene, quizás preparen el auge de nuevos héroes. Pero ya no serán aquellos mitos centrales creados por Stan Lee y Kirby.
El posible futuro del MCU: Nova, Warlock y Namor
Nova fue un personaje creado en 1966 por Marv Wolfman, Len Wein y John Buscema, ligado al universo de Marvel al ser parte de la policía intergaláctica de Corporación Nova que aparece en ‘Guardianes de la Galaxia’, también de los Nuevos Guerreros de los años 90, a su vez ligado a los Cuatro Fantásticos. Entre sus poderes está la capacidad de volar, fuerza aumentada y una resistencia parecida a la de Luke Cage. Después de varias entregas de los cómic a finales del siglo XX, logró aún más: se fusionó como un “mundomente” espacial que le permite proyectar y absorber energía, abrir agujeros de gusano y controlar la gravedad. Es miembro de la Policía Intergaláctica que aparece en ‘Guardianes de la Galaxia’. El personaje ha tenido dos vidas, por así decirlo, la original y la relanzada en 2011 por Jeph Loeb a partir de la primera y que lo conecta directamente con los Vengadores y SHIELD. Sería una de las apuestas de Marvel para el futuro.
Adam Warlock fue creado por el tándem perfecto de la Marvel, Stan Lee y Jack Kirby, en 1967. Más adelante fue Jim Starlin el encargado en los 70 de rediseñarlo para darle el perfil actual y el éxito del que gozó principalmente en los 70 y los 90. Su poder se basa en ser un diseño artificial para ser miembro de la Guardia del Infinito, con fuerza aumentada pero también una dinamo viva que procesa la energía y le da forma y usos diferentes. Diseñado para ser el humano perfecto, se rebeló contra sus creadores para seguir su propio camino. Está vinculado directamente con el personaje de Thanos (primero su aliado, luego uno de sus enemigos acérrimos), con Doctor Strange, Capitán Marvel y Los Vengadores, a los que se alía en las sagas de cómic contra Thanos. Forma parte, de hecho, de toda la narración previa al propio MCU y es uno de los candidatos preferidos de Marvel para la Fase Cuatro.
Namor es quizás de los más antiguos de la Marvel, creado en 1939 por Bill Everett (al año siguiente de Supermán y Batman en DC) cuando la editorial se llamaba Timely y ligado a los Vengadores en las sagas de cómics. Fue una de las creaciones más originales de la primera era del cómic junto al Capitán América y Antorcha Humana. Después de una primera época de éxito, en los 60 fue recuperado por Stan Lee como parte del universo de los Cuatro Fantásticos. Por decirlo de una manera suave, es la versión de Marvel de Aquaman, aunque fue anterior a éste, y su poder se basa en el agua, ya que puede vivir en ella. Ligado a una recreación de Atlantis de la Marvel, de la que se convierte en rey, está vinculado también con las sagas de los X-Men y los Illuminati, un crossover contemporáneo donde comparte espacio con Ironman, Doctor Strange y el Profesor Xavier de los X-Men.