Barcelona es tan grande que hay que hacer más de un viaje para poder conocerla, poco a poco, y que con cada travesía se desvele una de sus caras; presentamos una de las más conocidas, la modernista.

Muchas ciudades tienen costa, playa, sol, vida nocturna, parques y compras. Cuestiones aseguradas en toda gran capital, incluyendo Barcelona, conocida tanto por el binomio sol-playa como por algo que realmente la hace única. Y se trata de conocer de verdad el alma de la ciudad condal: y esa, sin duda, está íntimamente ligada al arte y el modernismo. Nada mejor que un primer viaje hacia la ruta por un estilo y un nombre, Gaudí, que han marcado a fuego la esencia misma barcelonesa.

El turismo cultural es un formato en auge que convierte algunas ciudades como Barcelona en un destino único porque combina como pocas la vida callejera con esa otra faceta donde Antoni Gaudí fue vital, hasta el punto de crear una imagen “de marca” de la ciudad a través de lugares como el Parque Güell, la inacabada Sagrada Familia o la miríada de museos, hospitales y casas privadas que vertebran buena parte del Eixample, la zona nueva y clásica a la vez de una gran ciudad y donde el modernismo tuvo mayor impacto. Los arquitectos proyectaron sus obras allí donde había espacio nuevo y liberado, esos solares destinados a zona residencial alrededor del Paseo de Gracia que unía la vieja ciudad con la nueva.

Interior del Palau de la Música 

Fachada de la Casa Batlló

En total hay catalogados más de 23 enclaves enhebrados en una ruta que arranca en el Palau de la Música Catalana y finaliza en el Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau, y desgrana lugares tan conocidos como la Casa Sayrach (Diagonal, 423), levantada en 1918 y que imita a Gaudí, la Casa Calvet (Casp, 48), auténtica pieza de Gaudí de 1900, la Casa Pia Batlló (Rambla de Catalunya), de 1896 y construida por Josep Vilaseca; y por supuesto el Palau (Sant Pere Més Alt), de Domènech y Montaner y que finalizó en 1908, convertido en un símbolo barcelonés como lo pueda ser la Sagrada Familia, la gran construcción gaudiana.

En el número 48 de la calle Balmes se alza otro templo: el Museo del Modernismo (MMCAT), de 1904, del arquitecto Enric Sagnier y es el único de Europa dedicado en exclusiva a la variante mediterránea del modernismo. E igual de importante es la Casa Batlló, quizás una de las mejores edificaciones de Gaudí, en la “Manzana de la Discordia” y que es una obra sublime de la particular visión gaudiana que dio fuerza y sentido estético a la ciudad: colores vivos, balcones con forma de máscara, azulejos, madera y más cerámica, son los elementos típicos del modernismo catalán. Es el mascarón de proa de una ciudad que es mucho más que noche y playa, que también invita a caminar por el Parque Güell (Distrito de Gracia), concepción naturalista y evolucionada de un Gaudí que escalonó el reciento para construir luego viviendas de lujo para la burguesía de la época.

Mención aparte, y final, es para la Sagrada Familia, un templo inacabado y que es parte del alma urbana. La construcción arrancó en 1882 y se estima que no será culminada hasta 2026. Gaudí proyectó un total de doce torres (una por cada apóstol), otras cuatro a los Evangelistas y otras dos a Jesús y María, un auténtico erizo de piedra y color que la convierte en una obra única. Para llegar basta seguir la calle Mallorca hasta la entrada principal, esa gran portada que todavía está en construcción; sólo está finalizada la fachada de La Pasión (Calle Sardenya), la única terminada.

El Parque Güell

 

Alojamiento en Barcelona

Hay un gran número de hoteles. Barcelona es uno de los principales núcleos turísticos de España por número de habitaciones disponibles y diversidad de oferta. En buscadores como Trivago pueden encontrarse sin problemas. Destacan hostales baratos como el Orleans (Distrito del Born) o El Raval a directamente los más lujosos como el Hotel W en el rascacielos levantado frente a la playa de la Barceloneta o el Diagonal Mar. Los precios oscilan entre los 40 y los 80 euros dependiendo de las ofertas y de la época.

Información de visitas

Palau de la Música. Realizan visitas guiadas cada día a la sala de conciertos modernista y dependiendo la disponibilidad a la Sala Lluís Millet y a la Sala de Música de Cámara.
Precio: adultos 12€; estudiantes, jubilados y grupos superiores a 25 personas 10€; 20% con Barcelona Card, Bus Turístic y Ruta del Modernismo.
Visitas de 50 min. 10.00-19.00 julio y agosto y 10.00-15.30 septiembre a junio.

Casa Batlló. Horario: lunes a domingo 9.00-20.00.
Precio de entrada: 17,80€, los menores de 6 años entran gratis y el precio incluye una audioguía.

Museo Modernista. Lunes a sábados 10.00-20.00 y domingos 10.00-14.00.
Precio de entrada: 10€.

Sagrada Familia. La entrada: general 12€; jubilados, estudiantes y menores de 18 años 10€; gratuita para menores de 10 años, discapacitados (65%) y su acompañante. Combinada con la Casa-Museo Gaudí del Parc Güell, 2€ más. 
Abr-sep: 9.00-20.00. Oct-mar: 9.00-18.00.