Con 70.000 ejemplares vendidos en Francia desde su publicación en septiembre, y los derechos de traducción a nueve idiomas, ‘Brujas’ (de Mona Chollet, responsable de edición de Le Monde Diplomatique) es más que un simple ensayo sobre la influencia de la tradición patriarcal en Occidente y cómo se ha presentado a la mujer que protesta.

“¡Temblad, vuelven las brujas!” decía un eslogan feminista de la década de 1970. Imagen repelente, representación misógina heredada de los procesos y las hogueras de las grandes persecuciones del Renacimiento. Y sin embargo, afirma Chollet, la bruja puede servir a las mujeres de hoy como figura de poder positivo, libre de toda opresión. Chollet, nacida en Suiza pero una de las periodistas más agudas de Francia, es ensayista y jefa de edición de Le Monde Diplomatique, así como autora de ‘Beauté fatale’ y ‘Chez soi’. ‘Brujas’ es su tercer libro.

Las nuevas generaciones de feministas parecen más influidas aún que sus predecesoras por esta figura. La bruja es a la vez víctima absoluta, para la que se reclama justicia, y rebelde obstinada y esquiva. Pero ¿quiénes eran realmente las que, en la Europa del Renacimiento, fueron acusadas de brujería? ¿Qué clase de mujeres fueron censuradas, reprimidas, eliminadas durante aquellos siglos de terror?

Este libro explora tres estereotipos de mujer y el proceso que condujo a su estigmatización, así como lo que queda en la actualidad de esa visión, tanto en nuestros prejuicios como en nuestras representaciones: la mujer independiente, puesto que viudas y solteras fueron especialmente perseguidas; la mujer sin hijos, puesto que la época de las persecuciones señaló el fin de la tolerancia hacia las que pretendían controlar su fertilidad, y la mujer mayor, convertida desde entonces en objeto de aversión.