Anda el patio español revuelto entre taquillazos, ejemplos de cómo el talento nacional huye hacia Hollywood (aunque con Bayona eso ya lleva tiempo instalado) y el que podría ser uno de los mayores fraudes en subvenciones públicas en el cine de los últimos años.
Empecemos por las buenas noticias: ‘Ocho apellidos catalanes’ ha confirmado su condición de taquillazo del año con casi 8 millones de euros de recaudación en apenas cuatro días de exhibición, el mejor estreno de 2015 y puede que del año siguiente también. El volumen de espectadores también es un órdago a la (supuesta) apatía del espectador nacional con 1,18 millones de butacas. Con este arranque la secuela de ‘Ocho apellidos vascos’ se ha colado en la lista de los mejores estrenos en todo el mundo, en un grupo de privilegiados dominado por la última parte de ‘Los Juegos del Hambre’, que desbanca a todos con 232 millones de euros. Supera además el golpe mercantil que dio ‘Cincuenta sombras de Grey’ cuando llegó a los 7,3 millones de euros.
‘Ocho apellidos catalanes’ ha supuesto el 71% de la recaudación total del fin de semana en España con un estreno en 755 pantallas (402 cines), y una media de casi 20.000 euros de recaudación por cine. Esto la convierte en la tercera mejor película de estreno en la historia reciente del cine español, sólo por detrás de ‘Lo imposible’ y ‘Torrente 4’. En cuanto a volumen de espectadores alcanza casi a ‘Lo imposible’, que permanece como el listón a batir. No hay que olvidar, además, que su estreno ha coincidido con dos detalles que a nadie debería escapárseles: la llegada del frío a España (un condicionante nada desdeñable y que en la hiperprofesional industria de Hollywood tienen muy en cuenta) y el Real Madrid-Barcelona, un partido que ha hundido a más de uno si coincide.
Por otro lado J. A. Bayona ya tiene el primer trailer en español de ‘Un monstruo viene a verme’, su nuevo filme en conexión directa con Hollywood y que se estrenará en octubre de 2016. Será el regreso de Bayona desde que en 2012 estrenara ‘Lo imposible’ y se comiera a bocados la taquilla española y colara a su actriz principal, Naomi Watts, en la carrera por los Oscar. Cuando tu anterior trabajo cosecha varios Goya y te vale el Premio Nacional de Cine hay que saber cómo se regresa. ‘Un monstruo viene a verme’ es la adaptación al cine de la novela homónima de Patrick Ness con dinero español y norteamericano; en pantalla cuenta con Sigourney Weaver, Liam Neeson, Felicity Jones, y Lewis MacDougall, de 12 años, seleccionado dentro de un casting para encontrar al protagonista.
El filme narra la historia de Conor, un chico trece años que sabe perfectamente qué va a pasar poco después de la medianoche. Va a tener la misma pesadilla otra vez, esa “pesadilla llena de oscuridad, de viento y de gritos”. Ha sido así desde que su madre cayó enferma. Aunque esa noche parece diferente. Conor escucha una voz que le llama desde el jardín. Frente a la casa hay una antigua iglesia, con su cementerio y un viejo tejo. Cuando Conor se asoma por la ventana, el árbol se ha transformado en un monstruo, un gigante de ramas y hojas, poderoso y antiguo. El monstruo le dice a Conor que ha escuchado su llamada y que está allí para ayudarle. Para ello le contará tres cuentos pero, cuando haya terminado, le tocará a Conor contar el suyo. Y este será el cuento más difícil de todos, la pesadilla que se repite todas las noches, su propia historia, la verdad.
‘Un monstruo viene a verme’ ombina efectos especiales tradicionales con la técnica de “performance capture” usada masivamente por Peter Jackson en las dos trilogías de ‘El Señor de los Anillos’ y ‘El Hobbit’, que recrearon así tanto a Gollum como al dragón Smaug. Además ha contado con casi el mismo equipo que le acompañó en las anteriores dos películas con la coproducción de Apaches Entertainment en asociación con Telecinco Cinema y Películas La Trini. En EEUU será distribuida por Focus Features y cuenta con la participación de Participant Media, RiverRoad Entertainment y Lionsgate. Para poder verla en España habrá que esperar hasta el otoño de 2016.
Y finalmente el gran problema: mentir en las cifras de asistencia a los cines para poder cobrar las subvenciones al cine que ofrece el Estado. Es el mal llamado “fraude del taquillazo” por el que los distribuidores falsean los datos al alza para poder luego solicitar ayudas al desarrollo al ministerio del ramo (actualmente convertido en Secretaría de Estado). Hay más de una compañía investigada y la Fiscalía de Madrid ya ha iniciado el proceso judicial. No va a ser fácil porque es un truco que llevaría años funcionando; actualmente hay cuatro tribunales investigando doce filmes de los 38 en los que el Instituto de Cinematografía (ICAA) informó de irregularidades a través de sus inspectores. El gobierno da dinero (un máximo de 1,5 de millones de euros) a los proyectos que superan los 60.000 espectadores.
Además ayer se supo que el Ministerio de Educación y Cultura ha solicitado el reintegro de las ayudas a más de treinta filmes que han recibido subvenciones en los últimos tres años. De ellas 23 entre 2013 y 2014. Se hace a las puertas de un cambio de legislación que entrará en vigor en 2016 y que se une a esa investigación desvelada a través del diario El País. El ministerio descarta que haya persecución al cine y en las notas públicas ha exhibido confianza en un sector que, a pesar de sufrir el acoso y derribo fiscal con un IVA del 21% y el recorte de ayudas cuando no hay suficiente industria, ha dado muestras de buena salud en los dos últimos años.