El mundo se enfrenta a una “bancarrota de agua” debido a problemas como la urbanización, la actividad económica en las principales cuencas fluviales del mundo y el alarmante calentamiento de las aguas oceánicas, según un informe que ha divulgado la ONU.
No es un mito: las cantidades de agua dulce potable en el mundo son limitadas, y sólo queda un recurso, el de la desalinización del agua de mar, pero no todos podrán conseguir esto. El documento, preparado por el Instituto del Agua, Medio Ambiente y Salud de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), con base en Hamilton (Canadá) y titulado ‘Science-Policy Bridges over Troubled Waters’, es el resultado del análisis de 200 grandes proyectos mundiales relacionados con el medio acuático.
El texto oficial señala que en 2050 se producirá una grave escasez de agua en siete de las diez principales cuencas fluviales del mundo, que son, a la sazón, las zonas más pobladas del planeta: concretamente el 25% de la población mundial. También son zonas vitales en la economía: producen el 10% de toda la economía mundial, y en muchos casos un porcentaje muchísimo más alto de la producción agropecuaria total.
Uno de los aspectos más destacados es que el ciclo del agua podría alterarse por culpa del calentamiento global, ya que la mayor parte del calor residual se acumula en los océanos, lo que provocaría cambios climáticos en todos los ciclos conocidos en esas mismas cuencas fluviales. El científico Laurence Mee, uno de los autores del documento de la ONU, detalló que el aumento de la temperatura de sólo 1 grado “supone añadir una cantidad inmensa de energía al agua. Y esa energía se transmite a través de las corrientes a otros lugares, por ejemplo los polos. Este año, el Ártico ha tenido la menor cantidad de hielo nunca registrada“, recordó.
Ivan Zavadsky, coordinador de Aguas Internacionales de GEF, una institución que ha invertido 1.300 millones de dólares los últimos 20 años en proyectos de promoción de desarrollo sostenible, aseveró que “ninguna región del mundo vive en actualidad en armonía con sus recursos acuíferos“. Una de las principales consecuencias del informe, según este investigador, es que hay que saber dónde invertir ese dinero, y que quien debe determinarlo es la ciencia y no los intereses económicos y políticos.