El calentamiento global hace cinco millones de años pudo haber provocado que parte de las grandes capas de hielo de la Antártida se derritieran y los niveles del mar aumentaran en aproximadamente diez metros.

El estudio es del Imperial College de Londres, de Reino Unido, en la revista ‘Nature Geoscience’. Una buena referencia a la hora de tomarse en serio algo que es evidente que está pasando, aunque no a la velocidad que le gustaría, por ejemplo, al cine con películas como ‘El día de mañana’ o ‘2012’. La capa de hielo ha fluctuado en tamaño desde su formación hace 34 millones de años, pero los científicos han asumido previamente que se había estabilizado hace unos 14 millones de años.

El método de estudio fue el análisis de muestras de lodo antártico: descubrieron que hubo fusión del hielo en el este del continente hace entre cinco y tres millones de años, en el Plioceno, justo la época en la que hay un registro de aumento del nivel del mar de diez metros, y que fue contemporáneo de la fusión de las capas de hielo de Groenlandia, una conexión que no puede deberse a fenómenos localizados sino a un comportamiento global de la temperatura. En total el cálculo es de unos 20 metros de subida media del agua.

Tina Van De Flierdt, coautora del Departamento de Ciencias de la Tierra e Ingeniería del Imperial College de Londres, dice: “El Plioceno tenía temperaturas que eran dos o tres grados más altas que los niveles atmosféricos de dióxido de carbono similares a hoy y nuestro estudio subraya que estas condiciones han dado lugar a una gran pérdida de hielo y aumentos significativos en el nivel global del mar en el pasado. Los científicos predicen que temperaturas globales de un nivel similar se pueden alcanzar a finales de este siglo, por lo que es muy importante entender las posibles consecuencias”.

 

El equipo fue capaz de determinar que la capa de hielo se había derretido parcialmente durante este periodo, que otros estudios daban por sentado que había sido más estable. Hubo que descender, a tres km de profundidad, para hallar nuevas capas en las que hubiera variaciones. En ese barro había una huella química que permitió rastrear su procedencia hasta un sedimento de rocas bajo el hielo. Sólo había una forma de que pudieran haberse depositado como sedimentos, y era con una previa retirada del hielo.

Los académicos dicen que la comprensión de este derretimiento de los glaciares durante el Plioceno puede dar ideas sobre cómo los niveles del mar podrían aumentar como consecuencia del calentamiento global actual, debido a que aquel periodo tenía concentraciones de dióxido de carbono similares a las temperaturas globales actuales y comparables a las que se han predicho para el final de este siglo.