Puede que no hiciera falta. ‘Breaking Bad’ (2008-2013) tuvo quizás uno de los finales más justos, equilibrados, coherentes y bien cerrados de todas las series que marcaron la Edad de Oro de la ficción en TV. Sin embargo, la tentación de resucitar a los muertos es grande en Hollywood, donde se han sacado de la manga una película extra centrada en el personaje de Jesse Pinkman (Aaron Paul), ‘El camino’, que se estrenará en Netflix el próximo 11 de octubre.

Ha sido el propio creador de la serie, Vince Gilligan, quien se ha encargado de sacar adelante un proyecto que no era necesario pero que servirá de corolario para un público que supo cerrar con acierto una serie que marcó época. Quizás, para muchos, la mejor serie de los últimos 30 años, mejor incluso que ‘Los Soprano’. Puede que la mejor, desde aquel episodio piloto absolutamente estrafalario en la que nos compadecimos de un pobre desgraciado como Walter White (Bryan Cranston), al que luego aprendimos a despreciar. Arranca justo en el momento en el que terminó la serie: Pinkman huye de todo y de todos, perseguido por la ley y el universo que creó White, neonazis incluidos que quieren su talento para “cocinar” droga.

El primer tráiler recupera a Skinny Pete (Charles Baker), el amigo yonqui del protagonista, interrogado por dónde está Pinkman. Sólo le muestran a él, y falta por confirmar si aparecerán Cranston, Krysten Ritter, Jonathan Banks, Jesse Plemons, Matt Jones y Robert Forster, el elenco original. Curioso porque muchos de ellos, en el punto temporal de la narración, están muertos. Aaron Paul ejerce productor, que no dudó en unirse a Gilligan para la continuación. En estos años desde que entre 2013 y 2014 se finiquitara elegantemente (y con premios) la serie, ha habido tiempo incluso para una precuela, ‘Better Call Saul’, protagonizada por Bob Odenkirk, Banks y gran parte del elenco coral de la serie. Gilligan en todo momento dijo que le quedaba todavía cuerda para lo que ya es un auténtico universo: dos series y una película.

‘Breaking Bad’ fue todo un fenómeno que arrancó débil: en la cadena original, AMC, no tuvo grandes audiencias hasta que eclosionó por sus guiones. No sólo eran atrevidos y estaban bien construidos, sino que trazaron un arco perfecto a través de los dos personajes principales. Mientras que Pinkman era un criminal de baja estofa que ascendía lentamente y era capaz, sufrimiento mediante, de forjarse una personalidad algo mejor, ser capaz de elevarse por encima de la mugre humana, su socio, White, hacía un viaje inverso hacia los infiernos. El personaje débil, humillado y por el que el espectador sentía una empatía casi inmediata al principio se transformaba en un monstruo ante nuestros ojos, capaz de todo tipo de pecados con tal de seguir adelante con su plan inicial.

Aaron Paul, Anna Gunn y Bryan Cranston, los tres pilares de ‘Breaking Bad’, con sus premios al terminar la serie