TVE ha adquirido, al menos, un centenar de telefilmes germanos en tres lotes en los últimos tres años. Antena 3 sigue fiel a las tv-movies canadienses y estadounidenses, sin renunciar al boom alemán. La producción española queda minimizada al vetusto Cine de Barrio.
Cualquier fin de semana (o festivo) del año en España. La televisión encendida a la hora de la sobremesa. Los informativos de las grandes cadenas han concluido. Lo que vendrá a continuación no sorprenderá a ningún espectador. La programación es de sobra conocida. Y, sin embargo, funciona. Lo previsible se impone en la parrilla vespertina de los fines de semana (de los días de diario mejor ni hablamos) en la televisión en abierto en España.
Menos es más. Gasto mínimo. Audiencia garantizada. Cada sábado, cada domingo, cada festivo, no menos de seis millones de espectadores se enganchan al cine de tarde. Bienvenidos al infravalorado reino de las películas para la televisión, las tv-movies, los telefilmes, preferentemente de producción estadounidense o de sus vecinos canadienses.
Tramas mil veces contadas con mínimas variaciones: dramones dignos de un ‘talk show’, intrigas policiales que ocuparían (con suerte) un episodio en las series policiacas más modestas, historias de catástrofes naturales con efectos especiales de saldo… Películas que cuesta diferenciar unas de otras, incluso en sus nada imaginativos títulos. Y pases y más pases de las mismas producciones porque incluso en el reino del telefilme hay que rentabilizar la inversión por menor que sea con respecto a los estrenos de los ‘blockbusters’.
Pero, desde hace más de un par de años, algo ha cambiado en una parrilla reacia a las novedades. Al tradicional telefilme de factura estadounidense, una industria tan poderosa como la cinematográfica o la pujante de las grandes series, le ha salido un inesperado rival en la televisión española: el curioso despegue del cine alemán de sobremesa en la cadena pública y, en menor medida, en el resto de canales.
¿Se hacen telefilmes en Alemania? Pues sí. Y muchos. Toda una factoría.
Bien lo saben los directivos de RTVE, cliente habitual de ZDF Enterprises, distribuidora de las productoras Frankfurter Filmproduktion New Media (FFP New Media) y Bavaria Fensechproduktion GmbH. El ente público ha adquirido, al menos, tres lotes de telefilmes de nacionalidad alemana en los últimos tres años: 50 en 2014, 37 en 2015 y 25 más en 2016. Más de un centenar de tv-movies destinadas a monopolizar las tardes de los fines de semana en la programación de La Primera.
El cine alemán apenas si llega a la cartelera española, salvo honrosas excepciones como las recientes ‘El Experimento’ (Oliver Hirschbiegel, 2001), ‘Good Bye, Lenin!’ (Wolfgang Becker, 2003), ‘El Hundimiento’ (Oliver Hirschbiegel, 2004), ‘Contra la Pared’ (Fatih Akin, 2004), ‘La Vida de los Otros’ (Florian Henckel von Donnersmarck, 2006) o ‘La Ola’ (Denis Gansel, 2008), entre otras, tampoco demasiadas. Siempre en un segundo plano, muy lejos de las reconocidas cinematografías británica, francesa e incluso española e italiana. Al menos en el cine, Alemania no manda en Europa.
A cambio, la televisión alemana ha sabido entrar con fuerza en el mundo del telefilme, coto reservado hasta ahora para las producciones norteamericanas. Una firme apuesta por la televisión, una industria muy por encima de las necesidades creativas del cine.
La Primera emitirá este fin de semana el telefilme alemán ‘La Sonrisa de las Mujeres’
Frankfurter Filmproduktion New Media destaca en su web corporativa que los telefilmes de la colección Rosamund Pilcher, afamada escritora británica de bestsellers de novela romántica, sientan frente al televisor a entre seis y siete millones de espectadores alemanes. Desde hace más de dos décadas, uno de los productos más rentables en la ‘caja tonta’ germana y del turismo británico. Las tramas de Pilcher, ambientadas en la Península de Cornualles, han servido de gancho para seducir a futuros viajeros alemanes.
Rosamund Pilcher no es la única fuente de inspiración para el telefilme alemán. Otra británica, Katie Fforde, y la alemana Inga Lindström, pseudónimo convenientemente de referencia sueca de Christiane Sadlo, nutren de historias de amor a la pujante industria televisiva del gigante económico de Europa.
Y quizás parte del éxito sea, precisamente, lo poco alemanas que son la mayoría de las historias. Si el cine alemán ha sabido retratar, con una notable sinceridad, la oscura historia reciente de su país, la televisión alemana ha preferido ‘hacerse pasar’ por sus vecinos escandinavos o anglosajones. El doblaje de los telefilmes cierra el círculo. ¡Cualquiera adivina que estamos ante una cinta alemana! Muchos se sorprenderían.
El telefilme alemán, menos oscuro que el estadounidense (sin asesinatos) y menos dramático (sin tanto aroma a reportaje de testimonio de una revista de sociedad), es sin discusión el gran protagonista de las tardes de los fines de semana (y festivos) en La Primera desde hace más de dos años. La cadena pública emitió 32 películas en horario vespertino en el último mes de diciembre, siempre en sábados, domingos o festivos. El telefilme alemán, incluso con ración triple en alguna que otra tarde, sumó diecinueve emisiones, muy por delante del estadounidense, con siete.
Una tendencia que, aunque con mucha menor intensidad, alcanza a Antena 3, la reina del telefilme por antonomasia en España. En diciembre, programó 41 películas en las tardes de los fines de semana y festivos, con mayoría norteamericana: 29 de Estados Unidos y media docena de Canadá. Pero el telefilme alemán también estuvo presente en la programación de Antena 3, con cuatro títulos.
Una cifra nada despreciable, más si tenemos en cuenta que en todo el año 2016 solo se estrenaron en los cines españoles cinco películas de nacionalidad alemana, según los datos del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA): las coproducciones ‘El Olivo’ (Icíar Bollaín), ‘El Héroe de Berlín’ (Stephen Hopkins) y ‘El Regalo de Molly Monster’ (Matthias Bruhn, Michael Ekbladh y Ted Sieger), la erótica (ejem) ‘Jovencitas Viciosas para Rocco’ y la biográfica ‘Snowden’, que Oliver Stone rodó en Alemania para evitar injerencias de la CIA en el largometraje sobre el famoso exconsultor de la CIA y la NSA perseguido por Estados Unidos. Un pobre año para el cine alemán en España; un buen año para la televisión alemana en España.
Rosamund Pilcher, fuente de inspiración del telefilme alemán
El telefilme alemán no encontró un hueco en la programación del mes de diciembre de los otros tres principales canales en abierto (Cuatro, Telecinco y La Sexta). Cuatro y La Sexta apostaron por el cine comercial más moderno de Hollywood, como a lo largo de todo el año (sin desatender a todo tipo de producciones B), y Telecinco dividió los esfuerzos entre las tradicionales tv-movies estadounidenses y la saga ‘Star Wars’. Pero incluso en estos tres canales se ha podido ver en el pasado año alguna que otra cinta alemana en sus tardes de fines de semana.
No puede decir lo mismo el cine español. Rebasado por la industria estadounidense en la cartelera y en la televisión, no aparece en las programaciones vespertinas. Queda el reducto de La 2, pero por las noches (y algunas sesiones matinales), y los estrenos de La Primera, Antena 3 y Telecinco de las películas que estos mismos canales, cumpliendo la normativa, han producido. Siempre de noche, siempre en horario de máxima audiencia, porque la televisión española, a la hora de la siesta, nunca piensa en una producción nacional, demasiado enfocada en el prime time.
La presencia del cine español en las tardes de los fines de semana y festivos ni puede ni debe quedar marginada al contenedor de Cine de Barrio en La Primera.
Una oportunidad perdida, una más, para atraer a un público poco exigente, como el aficionado a los telefilmes, al cine español, aunque sea hecho para la televisión. A los alemanes les ha funcionado.
¿Saben qué toca este fin de semana en las tardes en la tele?
Adivinen. Es fácil. Más de lo mismo:
-Cuatro y La Sexta, las dos cadenas con un perfil más joven, tirando de repertorio comercial de Hollywood con ‘Caza Bajo el Sol’ (Jean-Baptiste Léonetti, 2014), ‘La Búsqueda’ (Jon Turteltaub, 2004), ‘La Prueba’ (Roger Donaldson, 2003), ‘Cómo Acabar con tu Jefe’ (Seth Gordon, 2011) y ‘The Karate Kid’ (Harald Zwart, 2010), sin olvidarse del género B con la cinta alemana ‘Futuro Perdido’ (Mikael Salomon, 2010) y las estadounidenses ‘Secuestro Aéreo’ (John Willis, 2010), ‘Megapiraña’ (Eric Forsberg, 2010) y la simpática ‘Temblores’ (Ron Underwood, 1990).
-Antena 3 y Telecinco, las dos cadenas privadas con más audiencia, exprimiendo el telefilme de factoría norteamericana con ‘Indiscreción’ (John Stewart Muller, 2016), con Mira Sorvino lejos de sus mejores tiempos de ‘Poderosa Afrodita’ (Woody Allen, 1995), ‘Una Mala Influencia’ (Grant Harvey, 2012), ‘Ambición sin Límite’ (Jason Bourque, 2011), ‘Encuentra el Amor en Valentine’ (Terry Cunningham, 2016), ‘La Cuarta Esposa’ (Rachel Goldenberg, 2013), ‘Campamento de Bebés (Christie Will, 2013) y ‘Cuidarás de tu Hermano’ (Monika Mitchell, 2016). Telecinco, tras repasar la ‘Star Wars’ en las fiestas navideñas, ha programado, además, para el domingo una nueva emisión de ‘Avatar’ (James Cameron, 2009).
-Y la cadena pública, mirando a Alemania, con ‘La Sonrisa de las Mujeres’ (Gregor Schnitzler, 2014), ‘Boda en Hardingsholm’ (Karola Meeder, 2008) y ‘Susurros de Primavera’ (Peter Stauch, 2014), sin perder la pista a los telefilmes de Estados Unidos, con ‘La Paciencia de los Huesos’ (Martin Wood, 2015) y ‘Amor y Baile’ (Robert Iscove, 2009), y con la única concesión española en el tradicional Cine de Barrio con ‘Un Beso en el Puerto’ (Ramón Torrado, 1965), con el folclórico Manolo Escobar metido a gasolinero en Benidorm.
Y así cada tarde de ‘cine’ de los sábados, domingos y festivos en la televisión española. Siempre igual, hagan la prueba. La irrupción del telefilme alemán en los últimos tres años ha sido la única novedad en una programación previsible y, pese a todo, con un público bastante fiel. Antes al telefilme estadounidense. Ahora al telefilme estadounidense…, y al alemán.