El electrón es más esférico de lo que pensaban y ha sido cazado, por primera vez en movimiento en un vídeo. 

Por increíble que parezca hay imágenes tratadas del movimiento de un electrón en un átomo. Hasta ese nivel se ha llegado en la tecnología de laboratorio, y un equipo de las universidades de Yale y Havard han lobeado captarlo y establecer un punto de referencia para la casi perfecta “redondez” del electrón. Los resultados se publicaron este mes en Science Express y en realidad es una consecuencia de la medición más exacta nunca antes hecha a un electrón y que altera algunas de las verdades del Modelo Estándar que utiliza la física actualmente. Para el experimento usaron electrones de la molécula de monóxido de torio.

“Sabemos que el Modelo Estándar no abarca todo”, afirma el físico de Yale David DeMille, quien junto a John Doyle y Gerald Gabrielse, de Harvard, lideran la colaboración ACME, que trabajan en paralelo al LHC (Colisionador de Hadrones) que hay en Europa: ver dónde no llega el actual modelo para poder así, por eliminación, ensanchar las fronteras de la ciencia. En realidad buscan nuevas partículas de la materia mediante la medición de sus efectos en la forma del electrón, la partícula subatómica con carga negativa que órbita el núcleo del átomo de neutrones y protones.

Parte de la teoría general postula nuevos tipos de partículas que permiten explicar la existencia de la materia oscura, una de las grandes obsesiones de la física y la astrofísica y que ocupa la mayor parte del universo. Según esta postulación, el electrón debería haber sufrido más deformación, sin embargo los resultados demuestran que es más redondo que lo que creían. Por eliminación se entiende que las ideas preconcebidas sobre esas partículas del modelo estándar no son ciertas. O por lo menos “no tan ciertas” y determinantes como esperaban. El proyecto ACME buscó una deformación en particular en la forma de la electrónica conocida como un momento dipolar eléctrico.

Según DeMille, “es posible imaginar el momento dipolar como lo que pasaría si se cogiera una esfera perfecta, se rasurara una fina capa de un hemisferio y se pusiera en la parte superior del otro lado. Cuanto más gruesa sea la capa, mayor es el momento dipolar. Ahora, si imaginamos un electrón del tamaño de la Tierra, nuestro experimento hubiera sido capaz de ver una capa 10.000 veces más delgada que un cabello humano, trasladada desde el sur hasta el norte del hemisferio. Pero no lo vimos, por lo que se descartan algunas teorías”.

Rastro del electrón en movimiento durante el experimento