Este octubre llega a España por fin, a las salas de cine (crucen los dedos, Covid-19 mediante), ‘The King of Staten Island’, la película semibiográfica del humorista Pete Davidson, donde se saca los demonios entre la comedia y el drama y cuenta su particular historia, desde huérfano del 11-S a consumidor habitual de marihuana y cómico rompedor.
IMÁGENES: Universal Pictures / NBC
Probablemente a la inmensa mayoría el nombre de Pete Davidson no les dirá nada. Si acaso a los/las fans de Ariana Grande saben que fue el efímero novio y prometido de la cantante antes de que cada uno se fuera por su lado. Pero a los que les guste la comedia anglosajona, y más particularmente el humor criado y acunado dentro o alrededor de la metrópolis neoyorquina, sabrán quién es: un alocado humorista, muy joven, con aspecto de estar eternamente fumado o recuperándose de alguna enfermedad grave (que las tiene), con el cuerpo tatuado como un collage de arte pop (ya tiene más de 40 desde el cuello a los pies) y que atesora la marca de ser el humorista más joven que nunca haya entrado en plantilla del programa ‘Saturday Night Live’, el más longevo de la historia televisiva en directo (más de 44 años van ya). Ahí es donde ha cosechado una larga fama repleta de puyas que le han traído más de un problema pero sobre todo algunos de los mejores sketches del programa. También por crípticos mensajes por internet en los que muchos sospecharon que se iba a suicidar en 2018, cuando en realidad estaba trabajando en la NBC.
Y cuando parecía que no iba a más, se unió a Judd Apatow para filmar ‘The King of Staten Island’, a medio camino entre un biopic propio y la ficción. Un pequeño gran salto con el que ha logrado muy buenas críticas en EEUU a pesar de que su estreno tuvo que ser pospuesto varias veces por el Covid-19, tanto allí como en Europa. En España, pospuesto primero hasta el 31 de julio después de varios intentos, la nueva fecha es para este 9 de octubre, salvo que vuelvan los problemas. En EEUU finalmente se estrenó en VOD (pago por visión) para Apple TV y Amazon Prime Video, otro clavo más en el ataúd de los distribuidores tradicionales. La cuestión es que en Europa sí será posible verla en cines, salvo que, una vez más, el virus lo impida. El debut de Davidson como actor principal en una “dramedia” donde exhibe su potencial como intérprete, esa mezcla de aire ausente, vis cómica y marginalidad deliberada en la que no hay tanta distancia entre la ficción y la realidad. Junto a Davidson aparecen Marisa Tomei (como Margie Carlin, la madre de Scott), Bill Burr (como Ray Bishop, el nuevo novio de su madre), Bel Powley (como Kelsey) y la hija de Apatow, Maude Apatow (como Claire), más Steve Buscemi en uno de los roles secundarios.
Veamos. El la película Davidson interpreta a Scott Carlin, de 24 años y que vive con su madre en Staten Island. Si no fuera por el nombre es exactamente la situación de Pete antes de descollar con apenas 20 años en ‘Saturday Night Live’. Vive aquejado de varias enfermedades, fuma continuamente marihuana y no tiene trabajo. Una situación muy parecida a la que tuvo en su vida. En la película, el padre de Scott, bombero, muere en un incendio; en la realidad, el padre de Pete Davidson, que se llamaba Scott (por cierto), murió durante los atentados del 11-S en 2001 cuando trababa de salvar a la gente de las Torres Gemelas. En la película Scott tiene, entre otras enfermedades crónicas, la Enfermedad de Crohn, que provoca inflamación intestinal y todo tipo de efectos secundarios, desde pérdida masiva de peso a anemia o incontinencia. En la vida real Davidson sufre la misma enfermedad, y utiliza la marihuana como una de las sustancias para paliar los dolores abdominales… exactamente igual que en la película.
Con el guión escrito a medias entre Davidson, el director especializado en comedia Judd Apatow y Dave Sirius, con el propio Apatow como productor jefe, surgió este cuento entre lo real y lo ficcionado sobre cómo un chico sin futuro encuentra el camino superando el nudo gordiano de la vida real y la inventada de Davidson: la muerte de su padre, que incluso, como él mismo reconoció, le hizo pensar en el suicidio siendo todavía un niño. En el filme comparte vida con otros personajes, como su novia-no novia Kelsey, que le exige más compromiso y madurez, mientras que Scott no es capaz de escapar de su falta de confianza, el miedo a una vida normal, refugiado en una burbuja segura de eterna adolescencia, porros y la seguridad de la casa materna. Y a todo esto, su mayor obsesión es convertirse en un tatuador artístico, aunque no demuestra tener un talento sobresaliente. Todo se rompe cuando en su vida entra otro bombero, el nuevo novio de su madre… bombero, como su padre, lo que le termina de hacer descarrilar. Porque además el novio y la madre coinciden en que Scott tiene que madurar, irse de casa, buscarse un trabajo…
No contamos más para que cada espectador pueda observar cómo sale de esa disrupción Scott/Davidson, ya que la burbuja perfecta de autocompasión y abandono del mundo, de sueños sin mucho recorrido, explota y le obliga a salir de ese callejón sin salida. Y el camino no va a ser nada fácil, con cruces que tienen mucho de drama y de la vida real de los barrios obreros y de clase media de Staten Island, uno de los cinco distritos de Nueva York, y que popularmente en la ciudad está considerado “el sitio donde nadie quiere ir”, aunque no se diferencie mucho de otros barrios de la metrópoli. Ningún camino es fácil, y aunque sea un comediante y humorista de gran talento (con un director todavía más experimentado detrás, porque el filme no habría llegado a buen puerto sin Apatow) lo que late detrás de cada escena es el particular exorcismo que se ha hecho a sí mismo Davidson, un “sacarse los males” que muy probablemente le hará tanto bien en lo personal como a su cuenta bancaria (fue la película más demandada en los días de estreno en las plataformas digitales).
‘Saturday Night Live’, la cantera inagotable
En 1975 Lorne Michaels tuvo una idea: hacer una cadena de sketches en directo, con música en directo y algo de improvisación. Después de muchas dudas, la NBC se quedó con el chollo gigantesco de un programa del que han salido la mitad de los grandes cómicos que ha dado Hollywood al público desde entonces. Más de cuarenta años de risas, música, bromas, un formato de emisión en directo (con muchos ensayos detrás, guerras de guionistas y el “dar cera, pulir cera” para lograr el mejor sketch) y una nómina de genialidades que asusta: Eddie Murphy, John Belushi, Chevy Chase, Dan Aykroid, Bill Murray, Chris Rock, Martin Short, Ben Stiller, Mike Meyers, Adam Sandler, Will Ferrell, Jimmy Fallon, Tina Fey, Amy Poehler, Bill Hader, Mike Myers, Kristen Wiig, Seth Meyers… Y desde 2014, Pete Davidson. El programa es una plataforma única para los que trabajan a fondo para poder sacar su talento de paseo.
El formato vigente es el mismo que en 1975: un sketch inicial que siempre termina con la misma frase, a gritos, “Live from New York, it’s Saturday Night!” (“En directo desde Nueva York, es sábado noche”); presentación del programa y un presentador invitado (actores, políticos, empresarios, deportistas, músicos, da igual) que da empaque a la entrega de esa semana, con. A continuación el invitado da inicio al espacio, una sucesión de sketches con dos actuaciones en directo segmentando el programa, además del ‘Weekend Update’, el falso informativo que es un programa dentro del propio programa. El final es sencillo: todos se despiden en el escenario principal, que imita una vieja estación de metro de Nueva York, algo que no ha cambiado tampoco. Por esa falsa estación de metro han pasado más de diez plantillas de cómicos, algunos fugaces como Chevy Chase (un auténtico dolor de muelas), otros longevos como Seth Meyers (primero guionista, luego también cómico y presentador) o Tina Fey, que resucitó el poder de SNL al aliarse con su amiga Amy Poehler para aquel ya legendario pulso de 2008 entre Sarah Palin (Fey) y Hillary Clinton (Poehler) que catapultó de nuevo al programa y, dicen, ayudó a Obama a ganar la presidencia.
Imagen del equipo de la temporada 2019-2020 de ‘Saturday Night Live’ (Pete Davidson es el quinto por la derecha)