En el universo hay constantes eternas, y una de ellas parece ser la presencia del hierro en los cúmulos galácticos, lo que lo convierte en uno de los materiales primigenios tras el Big Bang.

Un equipo de científicos de EEUU ha publicado en Nature los resultados de una investigación que ha hallado pruebas de que el hierro se distribuye uniformemente entre las galaxias, incluso en los grandes cúmulos, con lo que cimentan un poco más la teoría de que este elemento ya estaba en el Universo en sus inicios. El equipo ha observado la distribución de hierro en todo el cúmulo de Perseo, una inconmensurable agrupación de galaxias a 250 m ileones de años luz de distancia de nosotros. Prueba: el hierro se presenta de manera constante en todo el cúmulo, con lo que se deduce que debió de estar presente anteriormente en la formación del mismo.

La distribución uniforme de este elemento apoya la idea de que apareció hace uno 10.000 millones de años. En ese momento temporal inicial miles de millones de estrellas en explosión crearon grandes cantidades de elementos pesados “en los hornos alquímicos de su propia destrucción”, por definirlo poéticamente como han hecho varios medios. En el acto de extinción estelar se creaba la materia básica de parte del universo. Esta fue también la época en que los agujeros negros de los centros de las galaxias estaba en su época más enérgica.

“La energía combinada de estos fenómenos cósmicos tuvo que haber sido lo suficientemente fuerte como para expulsar la mayoría de los metales de las galaxias en los primeros tiempos y para enriquecer y mezclar el gas intergaláctico”, explica uno de los autores, Ondrej Urban. Los investigadores se centraron en el gas caliente que llena los espacios entre las galaxias del cúmulo de Perseo y se encontró la firma espectroscópica del hierro. Los investigadores estiman que la cantidad de hierro en el grupo es más o menos equivalente a la masa de 50.000 millones de soles.

¿Pero de dónde sale el hierro realmente? Según ellos de las supernovas (explosión de estrellas) llamada Ia, que liberan todo su contenido al vacío. Sospechan que tuvo que haber cerca de 40.000 millones de supernovas en un periodo corto (millones de años, medida universal, claro) para que se pudiera generar esa cantidad de hierro tan grande. Sugieren que el cúmulo de Perseo probablemente no es único y que el hierro se distribuye uniformemente a lo largo de todos los cúmulos de galaxias masivas, ya que lo que funciona para una debería servir para otra.

 

supernova

Representación de una supernova de tipo Ia