‘Pepe España, vuelta al origen’ (4 de septiembre – 31 de octubre) supone la recuperación del un artista sólo para entendidos que emigró a Suiza en los años 70 y que ahora es recuperado para su país natal.

Promovida por la Fundación Antonio Pérez y Fundación Pepe España (Suiza), la muestra en el Centro San José de Guadalajara supone la recuperación de un artista fallecido en 2007 y que, desde su marcha a Suiza en los 70, era conocido sólo por especialistas de ese tiempo.
 Pepe España (José Luis Jimenez España, Málaga, 1930-Biel, Suiza, 2007) inició su trayectoria artística vinculado a los primeros intentos de renovación de lenguajes en nuestro país en los años cincuenta. A comienzos de los sesenta llega a la Comunidad de Castilla-La Mancha, a la ciudad de Cuenca en la que se instalará, definitivamente, entre 1967 y 1973. Lugar capital en su trayectoria, Pepe España se convierte así en uno de los primeros “descubridores” de lo que, en esa década, se llamó la ciudad abstracta, que poblarán los artistas que impulsarán el Museo de Arte Abstracto Español (1966).

Vecino y amigo de artistas como Antonio Saura, Antonio Pérez, Gerardo Rueda o Bonifacio Alfonso, próxima su casa a la de José Guerrero, subrayado su dibujo por Fernando Zóbel, su obra, en esos años sesenta, es mostrada regularmente en las numerosas galerías que surgen al amparo del Museo citado, convirtiéndose también en artista de una de las grandes galerías del Madrid de ese tiempo: la galería Seiquer, y exponiendo en el Pabellón Español de la Feria de Nueva York de 1968. En los inicios de la década de los setenta, crea su conocida serie de ‘La cinta’ (1970-1971), un conjunto de pinturas acrílicas sobre los que la crítica fijará su atención en ese tiempo, al aunar los descubrimientos abstractos con elementos de los nuevos geómetras y, también, del arte conceptual. Pintura de planicie de color, bandas y aire pop, en ese nuevo momento de reivindicación de la imagen que son los setenta.

Obras de Pepe España 

Mirada personal, por tanto, creación de difícil comparación en el arte de ese tiempo, Pepe España aborda una singular síntesis en su trabajo creativo en donde dominará siempre su extraordinario dominio del dibujo y un personalísimo uso del color. La serie de ‘La cinta’ supone el análisis del encuentro entre figura y forma artística, plano sinuoso y línea recta, entre el cuadro y su representación en la pintura, embarcándose así con audacia en uno de los períodos claves de su producción, en lo que Simón Marchán Fiz, quizás el crítico que permaneció más atento al quehacer de este artista, llamó “una aventura representativa distanciada, objetiva”, sintonizando así “con los nuevos aires de la figuración objetiva que marcará la década de los años setenta”.

Reconocido en Suiza, en donde su obra obtuvo una extraordinaria difusión, empero su reconocimiento no alcanzó nuestro país, posiblemente por su temprana marcha y su alejamiento durante más de tres décadas.
La exposición, comisaríada por Alfonso de la Torre con el apoyo de la Fundación del artista, y tras su muestra el pasado 2013 en la Fundación Antonio Pérez (Cuenca y San Clemente) resume su producción a través de tres momentos claves de su trayectoria: la serie de ‘La cinta’, los dibujos sígnicos de Cuenca y Berna y los cuadros finales. Se ha editado un catálogo ilustrado bilingüe (español/inglés, 208 pp.) que analiza, en profundidad, la pintura de Pepe España, conteniendo una amplia cronología y una selección de textos críticos sobre este artista, aportándose numeroso material inédito.