Ya es oficial: el Gran Cañón del Colorado es un juguete al lado de lo que oculta el hielo profundo que sepulta Groenlandia.
En la gran isla, la “tierra verde”, tal y como la llamaron los vikingos, el hielo acumulado oculta un inmenso gran cañón geológico con 10 km de anchura y una media de 800 metros de profundidad. De largo el más profundo y grande de las tierras emergidas, porque bajo el agua, en el fondo marino, hay cañones todavía más grandes e inmensos de cientos de km. El de Groelandia tiene 750 km de largo, recorre la isla desde el centro al noroeste y es la respuesta a por qué no hay lagos subglaciares en la otra isla helada, a diferencia de la Antártida, donde hay decenas de ellos.
La investigación, combinación de la Universidad de Bristol y datos de la NASA, ha demostrado en la revista Science que la huella, el surco geológico, es tan antiguo que no puede deberse a lo que dejaría un glaciar, sino que es mucho más arcano. Es un evento geológico anterior al momento de congelación, hace cuatro millones de años. Ya estaba allí antes de que la placa alcanzara latitudes tan septentrionales o cambiara el clima que propició su congelación.
Recreación en 3D del aspecto del gran cañón (azul zonas altas, pardo, el surco geológico)
Razonamiento: el cañón está conectado con un gigantesco fiordo en la cara norte de la isla, lo que podría hacer que el hielo fundido por el peso podría evacuar a través de este canal natural hacia el Ártico, de tal manera que no se acumuló bajo la capa de hielo grueso que cubre la gran isla. Justo al contrario que lo ocurrido en la Antártida, donde todavía se desconoce si todo el continente helado posee canales de evacuación de hielo profundo, razón por la que se han creado importante lagos con miles de años de antigüedad, como el caso del Vostok.
Su descubrimiento ha sido posible gracias a la utilización de un radar capaz de recabar datos bajo el hielo, el IceBridge de la NASA. Los investigadores usaron datos de radar recogidos desde el aire a lo largo de miles de kilómetros y durante décadas por instituciones astronómicas de EEUU, Reino Unido y Alemania, que unidos dieron las piezas clave para el estudio.
Recreación de cómo sería Groenlandia sin hielo; en el centro, zona cubierta de agua que ocuparía el gran cañón descubierto