La NASA tiene un serio problema con el tema económico. Una vez canceladas las misiones humanas, muy muy caras, lo que la hizo decantarse por las misiones robóticas, ahora resulta que tampoco habrá nada de eso.

La agencia espacial de EEUU ha decidido retirarse de la misión ‘ExoMars’, un proyecto en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) para estudiar el planeta rojo, después de que el Gobierno estadounidense haya reducido un 0,3% el presupuesto para 2013 de la agencia espacial. Eso sí, su presupuesto es aterrador todavía: 17.700 millones de dólares.

El administrador de la NASA, Charles Bolden, ha confirmado la noticia. De este modo, EEUU deja de cooperar con Europa en las misiones robóticas a Marte que estaban ya previstas para 2016 y 2018.  Pero la retirada del proyecto ‘ExoMars’ no es la única consecuencia de los recortes llevados a cabo por Barack Obama. La NASA teme que se produzca una fuga de cerebros que esquilme su potencial en beneficio de otros dispuestos a pagar más y mejor (desde China a la India o Brasil). Además de ese programa se pone en riesgo otros proyectos como el el Telescopio Espacial James Webb, la construcción de un nuevo cohete de carga pesada, o la sustitución del transbordador espacial.

La ESA lleva años con su propio diseño de transbordador, y se hacen pruebas para naves automáticas que eliminen los costes de lanzar humanos al espacio. Al mismo tiempo, Europa lanzó hace muy poco sus nuevos cohetes, más rápidos, potentes y baratos, tomando cierta delantera a los americanos. Sin embargo la ESA se verá obligada ahora a apostar por Rusia como compañera de exploración.  que fue retirado el año pasado, se puedan ver afectados.

Y Europa ya no pierde el tiempo: negocia con la agencia espacial rusa, Roscosmos, su colaboración en ‘ExoMars’. Las negociaciones trilaterales entre la NASA, la ESA y Roscosmos sobre la posible distribución de la participación de las partes en el marco del proyecto ‘ExoMars’ empezaron en diciembre de 2011 en París y fue entonces cuando Rusia se declaró dispuesta a facilitar el cohete portador Protón para el lanzamiento, a cambio de la integración de los científicos rusos en los programas de investigación del proyecto.