Nuevos tiempos, nuevos métodos: un grupo de socios españoles fundó hace un año Falsaria, plataforma para escritores noveles en castellano.
Con un pie en España y otro en Argentina, dos de los principales países editores en lengua española, nació Falsaria (www.falsaria.com), una nueva plataforma para escritores noveles en castellano que actúa como una red social de internet pero a través de contenidos. Su funcionamiento se basa en la colaboración basado en “la decisión colectiva sobre los contenidos”. La red tiene ya 50.000 visitas mensuales y es una de las más importantes en lengua española.
Cada usuario registrado puede subir contenidos, compartirlos y publicar a través de la plataforma. Las obras (novelas, cuentos, microrrelatos, poemas) entran en un proceso de selección (popularidad entre el resto de usuarios de la red, críticas libres) que permiten ascender hasta llegar a la portada de la plataforma. El texto que llega arriba es promocionado en Facebook y Twitter y finalmente entra en la edición impresa que realiza Falsaria cada trimestre.
El funcionamiento es escalonado. Cada obra se publica en Casi Portada, donde permanece como máximo 24 horas; si supera los diez votos de otros usuarios pasa automáticamente a la Portada, donde más usuarios podrán premiarlo con más votos. Si no lo logra, el artículo pasa a su Categoría, donde podrá seguir sumando votos hasta alcanzar los diez y pasar a Portada, verdadero objetivo. Si el artículo alcanza los veinte votos ingresa en el Ranking de los más votados para competir por formar parte de la edición impresa trimestral.
Falsaria permite al escritor independiente o amateur “encontrar espacios donde canalizar sus creaciones y encontrar un eco a su trabajo […]; logra acercar al escritor amateur a sus lectores. Lo que antes era, en muchos casos, imposible fuera del círculo de amistades o en blogs apenas visitados, hoy el autor puede palpar y cuantificar qué sensaciones ha causado su obra en un público determinado”, según uno de los fundadores, Nicolás Mattera.
El “examen social” de las obras puede ayudar al autor a mejorarlas, a experimentar o a ver recompensadas sus ideas. Permite también acceder a un público más amplio a partir de los gustos ajenos, que son la verdadera vara desmedir del trabajo literario más allá de la crítica. Puede incluso servir para “fidelizar” a un público que empuje sus textos. Además hay vías paralelas aparte de la publicación: foros, grupos temático y talleres de escritura creativa para quien lo desee.
Infografía: Falsaria.com