Seix Barral publica la tercera novela de Hannah Tinti, ‘Las doce balas de Samuel Hawley’, que en el inglés original es mucho más poético (‘The twelve lives of Samuel Hawley’). Más de 500 páginas de una historia de carretera y huía de padre e hija, porque el pasado siempre vuelve. Una autora no muy conocida en España pero a tener en cuenta.
Una original novela de iniciación violenta que juega además a parecerse a ‘El guardián entre el centeno’, escrita por una autora oriunda de la igual de famosa Salem (Massachusetts) y acunada por la élite universitaria del país (formada en el Connecticut College), pero que vive en Brooklyn. El arquetipo perfecto de la aristocracia intelectual norteamericana, pero que genera una historia desgarrada que parece ser un modelo a seguir en el resto de novelas que ha tejido desde que empezó a escribir. Trabajadora de revistas, periódicos, agencias y editoriales, forma parte de la ola de clubes de escritura creativa que han jalonado EEUU desde hace años y que luego pasaron a Europa.
Samuel Hawley no es como los demás padres. Es un tipo solitario acostumbrado a vivir huyendo de un sitio a otro y que ha educado a su hija Loo en el camino, de motel en motel, siempre vigilando sus espaldas. Conforme Loo se hace mayor, su curiosidad respecto a una madre que nunca conoció también va creciendo. Descubre un pasado oscuro que es tangible todavía en el cuerpo de su padre, marcado por las cicatrices de doce balas que recibió durante su carrera criminal. Los demonios del pasado de su padre irrumpirán en el presente, a los que tendrán que hacer frente juntos.
Hannah Tinti nació en Salem, Massachusetts, la ciudad de los célebres procesos contra las brujas. Ha estudiado en la Universidad de Nueva York, donde E.L. Doctorow y A.M. Holmes fueron sus tutores. Sus relatos han aparecido en Story Quaterly, Best American Mystery Stories y Epoch. En la actualidad es la editora de la revista literaria One Story. Su novela ‘El buen ladrón’ apareció en la prestigiosa lista de los mejores libros del año del New York Times y recibió el Alex Award de la American Library Association, así como el John Sargent Sr. First Novel Prize. También es autora de ‘Animales sueltos’ (Anagrama, 2004), su debut literario en forma de relatos entrecruzados. ‘Las doce balas de Samuel Hawley’ es su tercera novela.
‘El buen ladrón’ (2010, Anagrama)
Ren ha perdido una mano en un accidente que no puede recordar y, a pesar de eso, ha aprendido a robar muy bien. También es un buen chico y, aunque solo tiene doce años, vive desde hace muchos en Saint Anthony, un sombrío orfanato de Nueva Inglaterra. Hay unos cuantos misterios en su vida, como las circunstancias en que perdió la mano izquierda o su nombre, pues solo tenía tres iniciales, REN, bordadas en la ropa que llevaba puesta cuando lo dejaron una noche lluviosa a las puertas de la institución. De vez en cuando, cada pocos meses, los muchachos del orfanato son puestos en fila para que los elijan aquellos que quieren un hijo, o mano de obra barata, o algunas cosas más siniestras. Los chicos saben que, si no son adoptados por los granjeros del lugar, cuando tengan edad suficiente serán enviados al ejército. Claro que, en el caso de Ren, ¿quién va a querer a un chico demasiado crecido para hijo, muy pequeño para trabajador y además manco?
Hasta que un día llega al orfanato un hombre joven, Benjamin Nab, que dice ser el hermano mayor de Ren y cuenta hazañas heroicas sobre su familia, la muerte de los padres, los combates con los indios. Todo es mentira, pero Benjamin convence a los curas para que le entreguen al chico. Ren aprenderá muy pronto que un niño listo, encantador y minusválido, que puede distraer y conmover a sus futuras víctimas, es una valiosa propiedad para un estafador como Nab. ¿Pero quién es realmente ese hombre y qué relación tiene con el pasado de Ren? ¿Y por qué entre tantas mentiras se adivinan verdades tan extrañas?
‘Animales extraños’ (2004)
El cuidador del elefante de un zoo sabe que los animales grandes significan grandes problemas. En el relato que da título al libro, Joseph, que le enseña el oficio, ha perdido un brazo en las fauces de un tigre de bengala; Sandy, que lleva la sección de los simios, vive y hace el amor de perfil, porque cuando trabajaba en una investigación en la selva africana, una madre gorila le desgarró la cara de un mordisco. Y él se dedicará a juegos muy peligrosos con la inmensa Marysue… En medio un asesinato: Pat y Clyde mueren cuando se disponían a cenar, en un tranquilo barrio residencial, con unos tranquilos vecinos, los Mitchell, cuyo perro descubrirá a los muertos. El lector descubrirá mucho más sobre Pat, la perfecta señora Mitchell, las densas corrrientes subterráneas que esconden los personajes menos exóticos…
En Conservación, Mary, la hija de un pintor célebre y poco convencional que ha hecho de padre y madre para ella, y ahora que está enfermo quiere ser embalsamado y conservado como una obra de arte, restaura los fantasmales dioramas de animales salvajes pintados en un museo por un colega de su padre, también célebre, también homosexual, ya muerto… En el irónico, divertido ‘El colobo rojo’ de la señorita Waldron, una infatigable rebelde, contemporánea de Tarzán de los monos, descubre la absoluta libertad en el África poscolonial.