El Círculo de Bellas Artes de Madrid reunirá entre el 14 de octubre y el 21 de enero próximos una muestra fotográfica y de dibujo sobre los grandes momentos del jazz y la cultura asociada, toda una forma de vida basada en la música más libre.

La exposición reúne fotografías de los grandes del jazz de reconocidas firmas como Esther Bubley, William Gottlieb, Francis Wolff y Herman Leonard, que se sumergieron en esta cultura musical genuinamente norteamericana y que se expandió por todo el mundo a lo largo del siglo XX. Las imágenes se acompañan de dibujos y acuarelas del argentino Hermenegildo Sábat, autor de varios ensayos sobre el jazz y que conoce muy bien este género. El también argentino Jorge Mara y su galería son los organizadores de esta muestra que irá directa a la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes. Cuenta además con el apoyo literario de Antonio Muñoz Molina, que escribió para la exposición ‘Artes del jazz’.

Sábat es muchas cosas: ilustrador, periodista, músico, fotógrafo, dibujante y amante profundo del jazz. De hecho es la pieza angular de esta muestra ya que la mayoría de fotografías que se expondrán son de su propiedad y de la galería de Jorge Mara, que se encarga de comisariar la exposición. Sábat y Mara se unieron para dar vida a esta visión a varios niveles de lo que es la cultura del jazz, a través de sus grandes maestros. Contaron con la ayuda de instituciones norteamericanas que son las poseedoras en gran parte del inmenso catálogo visual que hay sobre el jazz, definida como “la música clásica de EEUU” en más de una ocasión.

Hay de todo: momentos de intimidad de músicos, como Dexter Gordon mientras fuma y acaricia el saxofón con el que se hizo legendario, o colectivos, como los funerales al estilo Nueva Orleans en los años 60, cuando enterrar a un músico era una fiesta pública. Uno de ellos fue el de Bebe Ridgley, que el propio Sábat presenció y fotografió. Ese amor es inmenso y el propio Muñoz Molina lo conjura con un piropo para Sábat: “Es un dibujante de jazz no porque haga retratos de músicos sino porque hace jazz con sus lápices o pinceles untados de tinta igual que un jazzman improvisa líneas melódicas”.