Irlanda, país de escritores, santos y bebedores incansables, ya tiene otro autor premiado, John Banville, que es el nuevo Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
El nuevo escritor con galardón es pura posguerra irlandesa: nació en Wexford en 1945, y tras el colegio trabajó en la compañía aérea Aer Lingus. Entre 1968 y 1969 vivió en EEUU y a su regreso a Irlanda trabajó en el diario Irish Press, hasta su desaparición en 1995. Entonces fue nombrado subdirector del Irish Times, donde desempeñó también el cargo de editor literario hasta 1999. Desde 1990 colabora asiduamente con The New York Times Review of Books.
Tenemos entonces ante nosotros a un periodista, escritor y editor capaz de resumir en su obra el lado socarrón de su pueblo: el humor negro es su seña de identidad, así como una prosa elegante y muy precisa. Dicen que es un discípulo aventajado de Nabokov, lo cual puede abrir mucho el abanico o cerrárselo de golpe frente muchos. Entre sus obras más famosas destacan su primer libro, ‘Long Lankin’, una recopilación de relatos cortos, apareció en 1970, seguido por ‘Nightspawn’ (1971) y ‘Birchwood’ (1973), sus primeras novelas.
En los 70 inició una serie de libros sobre la vida de eminentes científicos y sus ideas: primero apareció ‘Dr. Copernicus’ (1976), una biografía novelada del astrónomo polaco, que le valió el James Tait Black Memorial Prize de ficción de la Universidad de Edimburgo, y luego ‘Kepler’ (1981), sobre el astrónomo alemán, obtuvo el The Guardian Fiction Prize. Completó la serie con ‘The Newton Letter: An Interlude’ (1982), que relata la historia de un académico que escribe un libro sobre Isaac Newton y que la cadena Channel 4 TV adaptó para la televisión, y ‘Mefisto’ (1986), que explora el mundo de los números en una revisión de Dr. Faustus.
En 1989 publicó ‘El libro de las pruebas’, con el que ganó el Guinness Peat Aviation Book Award, e inició una trilogía que continuó con ‘Ghosts’ (1993) y ‘Athena’ (1995), en la que el narrador de las historias es un asesino convicto. ‘El intocable’ (1997), ‘Eclipse’ (2000), ‘Imposturas’ (2002), ‘Prague Pictures: Portrait of a City’ (2003), ‘El mar’ (2005), ‘Los infinitos’ (2009) y ‘Antigua luz’ (2012) son sus últimas obras. Pero el premio gordo se lo llevó en 2005 con ‘El mar’, con el que se hizo merecedor del Man Booker Prize de ese año, el más importante del Reino Unido.
Pero es algo más: en el siglo XXI empezó a firmar con un seudónimo que le daba nueva vida, Benjamin Black, con el que abría una nueva serie de novelas de corte policiaco a partir del personaje Quirke, un patólogo forense protagonista de ‘Christine Falls’ (2006), ‘The Silver Swan’ (El otro nombre de Laura) en 2007, ‘The Lemur’ (2008), ‘Elegy for April’ (En busca de April, 2011), ‘Muerte en verano’ (2012), ‘Venganza’ (2013) y ‘Holy Orders’ (2013). Como Benjamin Black ha publicado también ‘La rubia de ojos negros’ (2014), en la que resucita al detective Philip Marlowe de Raymond Chandler.