‘Kick-Ass 2’ ya desembarca en España como la siguiente adaptación de un cómic rompedor que tiene una continuación más que digna centrada en la chica, ‘Kick-Ass: Hit-Girl’.
Que Hollywood vive ya de las adaptaciones de cómics es un secreto a voces: apenas quedan ya guiones originales, han migrado todos a televisión. Se puede escoger entre la DC y Marvel, si uno tiene un buen día y quiera algo más que simple acción puede acogerse a las muchas versiones modernas de los héroes de esas dos, o incluso lanzarse a por Dark Horse, de la que ya se adaptó con éxito Hellboy.
Mark Millar y John Romita Jr. crearon un universo posmoderno, ultraviolento, satírico y en ocasiones realmente cruel con ‘Kick-Ass’, una parodia ácida de ligeros tintes ácratas y antisistema que fue un éxito rotundo; apenas pasaron meses antes de que ya hubiera un guión y una película donde uno de los personajes, Hit-Girl, interpretado por Chloe Moretz, que repite en la nueva película que se estrenará el 30 de agosto, dirigida por Jeff Wadlow. Mientras que en la película se adapta ‘Kick-Ass 2’, ‘Hit-Girl’ es una miniseria nueva publicada por Panini en España en un solo tomo y que sería un puente entre ambas películas.
En ‘Kick-Ass: Hit-Girl’ se nos cuenta por qué la joven asesina decide dejar las armas y no volver a matar, aunque eso no signifique que no pueda entrenar a otros superhéroes. Hit Girl, una niña ultraviolenta se convirtió en un personaje clave y brutal, tan apreciado o más que el propio Kick-Ass. El cómic se zambulle en su personalidad, oscura y simple a la vez, en sus transtornos derivados de que su padre (Nicolas Cage en la película) la entrenase para matar desde que apenas supiera andar.
El estilo es como otros trabajo de Millar y Romita: dinámico, pura imagen, con muchos préstamos del movimiento estilizado y ultrarrápido del manga japonés pero sin dejar atrás que es la escuela americana pura y dura, “made in New York”. De ahí la gracilidad de los dibujos, el tintado fuerte y ese aspecto casi cinematográfico.
Millar no duda en crear personajes con un profundo síndrome de Peter Pan o menores directamente, la fusión de niñas con adultos hace que la combinación sea eso: infantilmente adulta. Todo junto. Romita Jr. es un genio a la hora de trasladar ese estilo de guión y de creación al dibujo, muy expresivos. No hay que olvidar que Romita fue fraile antes de cocinero: ha pasado por Marvel, donde dejó su huella en los sacrosantos hijos de Stan Lee.