No todo es Madrid, eso desde luego. Y por eso la Fundación Juan March necesita su sitio para destacar, como este verano con dos exposiciones muy distintas pero que se complementan, de Picasso y Ramón Reventós a los nuevos bodegones contemporáneos.
Desde el pasado 17 de junio ya está abierta la muestra ‘Cosas. La idea de naturaleza muerta en la fotografía y la pintura’, diálogo entre el viejo formato del bodegón de las épocas clásicas de la pintura y el nuevo modelo creado por la fotografía contemporánea, con 43 fotografías realizadas entre 1855 y 1975 y siete óleos del siglo XVII. Estará expuesta hasta el 10 de octubre. Pero desde hoy también tiene puertas abiertas la nueva exposición en Palma de Mallorca, ‘Picasso y Reventós: Dos contes (1947)’. El malagueño realizó cuatro grabados al buril para ilustrar unos textos de su amigo el escritor catalán Ramón Reventós. Es el primer libro ilustrado por Picasso en una lengua distinta al francés. La muestra estará expuesta hasta el 17 de octubre.
El escritor Ramón Reventós (1882-1923), vinculado al círculo barcelonés de Els Quatre Gats, fue colaborador de la revista modernista Luz y de publicaciones satíricas de corte republicano como Papitu, Picarol (que dirigió brevemente) o L’Esquella de la Torratxa. A través del artista Ángel Fernández de Soto (1882-1938), Ramón Reventós conoció, junto a su hermano Jacint, a Picasso y ambos mantuvieron una estrecha relación con el artista. Reventós escribió uno de los primeros artículos publicados sobre el pintor, ‘Notas sobre Picasso’, que apareció en el periódico La Vanguardia en 1898. Asimismo, Picasso frecuentaba las tertulias que la familia Reventós. La relación entre ambos pasó por momentos de mayor y menor intensidad pero se extendió en el tiempo hasta la muerte de Ramón en 1923. Entonces Picasso luchó para que su obra no se olvidara. Ya en París, en su exilio forzado y voluntario a partes iguales, Picasso conoció a Ferran Canyameres y le propuso publicar la obra de su amigo ilustrada por él, Picasso.
Fruto de esta idea nació la publicación ‘Dos contes. El centaure Picador y El capvespre d’un Faune’, el primer libro ilustrado por Picasso en una lengua distinta al francés, para el que, en febrero de 1947, el pintor realizó cuatro grabados al buril, que se muestran en la exposición, titulados respectivamente, ‘El naixement del centaure’, ‘Els oficis del centaure: picador, cavall de tir, mestre d’escola’, ‘Faune flautista’ y ‘Episodis de la vida del faune’, inciden de manera conjunta en una temática recurrente en la trayectoria del artista: la mitología grecorromana y los temas mediterráneos.
La otra muestra: la idea de la naturaleza muerta en el siglo XX
‘Cosas. La idea de naturaleza muerta en la fotografía y la pintura’ reúne 43 obras realizadas entre 1855 y 1975 procedentes en su totalidad de la colección Siegert (Múnich) y siete óleos del siglo XVII de la mano de Willem Heda, Pieter Claesz, Juan van der Hamen y Pier Francesco Cittadini, provenientes de colecciones particulares. Con esta presentación conjunta, que establece un salto temporal de casi tres siglos entre fotografía y pintura y de más de un siglo entre las fotografías seleccionadas, ‘Cosas’ plantea un diálogo asincrónico tan sorprendente como lleno de sentido. El fundamento para este ejercicio de emparejamiento es el denominador común a todas las obras aquí exhibidas, su carácter de “naturalezas muertas” y, en concreto, su pertenencia a tres de los estadios de la vida de ese género artístico, tan clásico como confusamente denominado: el de su nacimiento entre los pintores flamencos del siglo XVII europeo y su extensión a otros países como Italia o España; el de su presencia como uno de los motivos preferentes del pictorialismo y de los protagonistas de los inicios de la fotografía; y, por último, el de su metamorfoseada y variada presencia en las vanguardias fotográficas de los años veinte a cincuenta del siglo pasado.
Desde su invención, la fotografía no sólo no sustituyó a la pintura, sino que desde entonces la acompaña en su papel de imitadora del espacio real o imaginado; con frecuencia, incluso remedando los géneros pictóricos. Las fotografías seleccionadas en esta muestra, de grandes figuras de la historia de la fotografía o de fotógrafos anónimos o documentalistas, admiten, en efecto su pertenencia a casi las mismas agrupaciones en series que se observan en la pintura de género: los centros de flores perviven, por ejemplo, en el pictorialismo del Barón de Meyer (1908), y las composiciones de objetos en mesas son un motivo preferente en la historia de la fotografía (aunque, obviamente, con la novedad de incluir objetos aún no inventados en el siglo XVII) o ser el resultado de procesos de abstracción y concreción mediante el primer plano o el zoom. Las escenificaciones con animales muertos son, unas veces, literales, como en el caso de Camille Silvy, ‘Bodegón de caza con The Times’, c 1859; otras, aprovechan las nuevas técnicas o son literalmente naturalezas muertas en el sentido de vidas interrumpidas, como en las impresionantes composiciones a partir de despieces de abattoirs parisinos de Madame d’Ora.
La selección de obras de esta exposición es, como se ha dicho, ejemplar al mostrar lo numerosos que son los motivos florales en la fotografía pictorialista. También la fotografía del surrealismo y su influencia se prodigará en las mesas con arreglos de objetos, sólo que con escenificaciones plenamente fantásticas o jugando con conjunciones disyuntivas. Por último, llama la atención hasta qué punto están unidas realidades tan distintas como la vanguardia experimental del siglo XX y un género pictórico cuatro siglos más antiguo. ‘Cosas. La idea de naturaleza muerta en la fotografía y la pintura’ juega a mostrar fotografía y pintura atendiendo a la cualidad estética propia de cada modalidad artística, pero también a las relaciones que, por encima del tiempo histórico y del espacio geográfico de cada obra, el espacio común de la exposición permite establecer; un espacio que siempre es, en su intención y para su público, un ámbito para la contemplación libre y para las comparaciones.