Abran la coctelera: metan ciencia-ficción, animación para adultos, nihilismo, grandes dosis de Física Teórica, ingeniería, humor negro, acidez y sátira. Batan bien, y lo que salga se lo venden a HBO y Adult Swim. Lo que tienen es una de las mejores series de la última década, fenómeno de culto y, afortunadamente, aún reservada para grandes minorías. Este 21 de junio llega la quinta en HBO España.

IMÁGENES: HBO / Adult Swim

Para entender ‘Rick y Morty’ no hace falta ser un experto en ciencia, basta con poseer una buena cultura general, conocimientos de cultura popular (para pillar muchas de las referencias, si no va a ser complicado) y una contrastada tolerancia al humor negro (negrísimo), al nihilismo y cierto grado de cinismo. Con eso ya se puede arrancar. Mucho más cuando en las cuatro temporadas emitidas hasta ahora las tramas se han retorcido con más subtramas y, sobre todo, con una particularidad que enervará al más sólido de los adictos a series: los viajes entre universos, paradojas de los viajes temporales y una misantropía galopante en la que el ser humano sólo es un producto biológico de hacendado para el Universo. Una serie que ha trascendido la propia animación, utilizada incluso como vehículo para explicar elementos de la Física Teórica y romper con muchos arquetipos tradicionales.

Nació en 2013 para el canal Adult Swim, creada por el tándem Justin Roiland (padre original de los personajes y del estilo de animación) y el guionista / showrunner Dan Harmon (padre de la serie ‘Community’, por ejemplo), que venían de diferentes esferas de la industria audiovisual. Roiland incluso le da voz a los dos personajes principales, el científico genial pero nihilista y misántropo galopante Rick Sánchez, y su nieto Morty, un chico apocado, lento y no demasiado brillante cuya adolescencia es una tortura china. El proyecto va a empezar a finales de junio una nueva temporada (la quinta ya) en HBO España, superada la barrera de esas primeras en las que necesitó tiempo para asentar los personajes, la dinámica de trabajo y la estructura algo más convencional de los episodios. Aún se considera que son de las mejores, porque a partir de la tercera hubo algunas dudas sobre el devenir del proyecto (se hicieron esperar, casi dos años, y no se sabía muy bien cómo iba a terminar por problemas de producción).

No obstante, regresó, voló con su propia fuerza, arrastrando a una fuerte comunidad de fans adultos que encontraban algo más digno e inteligente que ‘Los Simpson’, ‘Padre de Familia’ o el resto de longevas series de animación para adultos. Del susto a la posible cancelación se pasó a los creadores asegurando que tenían material de sobra para más temporadas, tramas y giros, pero que iban a ir a su ritmo y sin presiones. De nadie. Se han planteado incluso estrenar un episodio al mes (impensable para otras producciones) y convertir cada uno en un evento que atraería a más gente (ya saben, una buena manera de llamar la atención es desaparecer y alejarte). Calculan que podrían alcanzar las diez temporadas. De momento en la última Comic Con (2020) ya exhibieron un teaser de la temporada, con Rick y Morty amerizando en la Tierra perseguidos por aliens y a punto de morir… hasta que aparece otra de las criaturas que persiguen a Rick por razones que Morty no puede anticipar, obsesionado con llegar a casa de una vez.

La quinta temporada debería resolver una de las dudas que existen desde la tercera, el Morty Malvado, con un parche en el ojo y que gobierna una ciudad poblada enteramente por todas las versiones posibles de Rick. La idea de crear un supervillano a partir del personaje más débil y vulnerable (junto con su padre Jerry, de tal palo tal astilla) fue todo un acierto y cambió por completo el paso de la serie, dominada en las dos primeras por Rick y sus crímenes contra el orden universal que terminan con él en una cárcel espacial. Sigue también pendiente explicar por qué precisamente Rick tiene ese perfil misántropo, nihilista, manipulador y eternamente hastiado de todo que le empuja a abusar de todo (alcohol, drogas, de su familia, su nieto)… Apenas se vislumbró algo al principio de la tercera temporada, cuando descubrimos por qué inventó la Pistola de Portales, que le permite saltar de un universo a otro, de una dimensión a la siguiente y viajar dentro del propio universo sin problema. También por qué abandonó la Tierra.

Cabe preguntarse, y es la clave con esta serie, por qué funciona un producto que probablemente hace 10 años habría sido tachada de perniciosa. Resulta curioso que en pleno auge de la corrección política y el aluvión de censuras y cancelaciones en nombre de altos valores morales triunfe una gamberrada que mezcla desde la comedia de situación (en las pocas escenas “convencionales” que se producen en el hogar de Marty entre él, sus padres y su hermana) a la ciencia-ficción más delirante (como cuando Rick se convierte en un pepinillo parlante capaz de hacerse un exoesqueleto con cucarachas). El caos en realidad obedece a una imaginación muy bien estructurada. La locura aparente, que necesita de enormes dosis de tolerancia hacia la fantasía, es en realidad un trabajo de muchas horas con una estructura argumental muy bien definida por sus creadores. La intención de la serie es, desde un punto de vista adulto y libérrimo, recrearse en todas las posibilidades que da la ciencia-ficción y cortar lastre con lo convencional para mostrar en toda su crudeza la naturaleza humana, con sus zonas en sombra pero también los arrebatos de moralidad que muestran tanto Rick como Morty en más de una ocasión.

Es una creación de adultos para adultos, sin más objetivo que explorar las posibilidades narrativas y cargada de todo el humor ácido, negro y subversivo posible. Porque vivimos tiempos de resaca y dudas, crisis, conflicto, y en estos tiempos es cuando más se afila la creatividad. Funciona porque se amolda perfectamente al estado emocional y psicológico de la realidad, en un mundo donde supuestamente cada vez somos más libres pero se nos censura y acosa sin cesar, ‘Rick y Morty’ es como abrir un agujerito para aliviar la presión de la olla a presión. El humor vitriólico y lacerante es una herramienta más junto con la fantasía con base cientificista. Y ya van cinco temporadas. Mientras aguantemos, que siga. Han prometido casi diez.

 

Cómo nació la serie

Todo apareció por una parodia, la que hizo Justin Roiland sobre los dos personajes principales de ‘Regreso al Futuro’, interpretados por Michael J. Fox y Christopher Lloyd. La titularon ‘Doc and Mharti’ y se convirtió en un cortometraje animado bastante tosco destinado al festival de cine Channel 101. En paralelo, Dan Harmon, que fue el creador de la serie ‘Community’ en la NBC, acababa de ser despedido por el sempiterno método de “desavenencias creativas”, una forma elegante de decir que los directivos no estaban contentos con su visión. Terminaron juntos y aliados: con el material de Roiland y el talento de Harmon, nacería poco después la serie, que fue directa al reducto de humor inteligente, programas arriesgados y animación para adultos llamado Adult Swim, un canal privado por el que han pasado algunas de las creaciones más arriesgadas de la década, como ‘Samurai Jack’, ‘Primal’, ‘Aqua Teen Hunger Force’ o ‘Robot Chicken’.

Cómo se crean los episodios

Dos escenarios base: nuestro universo, el aceptado por el conocimiento humano y que resulta ser extremadamente reducido y primitivo, donde habita Morty con sus padres y su hermana en una casa de los suburbios. El otro es Rick, abuelo del anterior, un genio desquiciado, nihilista, alcohólico, mentiroso y egoísta que arrastra una y otra vez a su nieto al otro lado de esa burbuja de ignorancia que es la Tierra. No sólo viajan a otros mundos sino que saltan de un universo a otro e incluso juegan con el tiempo mismo. Harmon, guionista principal, es el responsable de haber creado el esquema base de la serie, que él llama “Embrión”, un esquema circular de ocho pasos: 1. Personaje en zona de confort; 2. Este personaje desea algo o descubre un problema; 3. El personaje entra en una situación desconocida y toma una decisión importante; 4. Se producen cambios importantes, una nueva situación; 5. Consigue lo que anhela y obtiene satisfacción; 6. El precio por conseguirlo es muy alto (y normalmente muy desagradable); 7. Deshace todo lo anterior; 8. El personaje admite la futilidad del cambio y regresa al mismo estatus que tenía antes, que se convierte en una zona neutra en la que vive atrapado.