Estreno en España de ‘Millenium: Lo que no te mata te hace más fuerte’, rocambolesco título para el original ‘The Girl in the Spider’s Web’, cuarta novela de la saga, ya sin Stieg Larsson detrás, y que recayó en David Lagercrantz. Por desgracia ya no es lo mismo, Salander arruinada en cuanto cayó en manos de Hollywood.
A estas alturas los lectores de la trilogía original y de aquel fenómeno sueco de la primera década del siglo saben que Salander siempre será Naomi Rapace, aquella escuálida, bajita y frágil actriz sueca de raíces españolas que dio vida al personaje de Larsson en tres películas para mayor gloria del cine sueco. Un fenómeno literario y cultural en Escandinavia y buena parte de Europa que reivindicaba a la mujer por las malas mucho antes del MeToo y del feminismo de cuchillo entre los dientes. De los tres filmes y su éxito en Europa nació el movimiento de Hollywood acostumbrado: comprar los derechos y hacer un remake a su medida. Con el miedo de que les acusaran de lo de siempre, de ser unos norteamericanos puritanos con miedo al sexo, decidieron darle el proyecto a David Fincher, que repitió el mismo esquema sueco, violencia incluida.
No fue bien. La idea era rehacer toda la trilogía, pero ni Fincher dio con la tecla internacional ni Rooney Mara era una buena Salander (demasiado frágil y asustada a pesar de los arranques de ira), y el público de EEUU (tampoco el de Europa, que ya tenía su trilogía original) tragaron con una lesbiana marginal, hacker, tatuada y aficionada a perseguir misóginos y martirizarlos. Así pues dejaron pasar los años y ahora Sony ha recuperado el cuarto libro de la saga para adaptarlo. Nada de remakes, sigamos el hilo del papel y la tinta, en este caso de David Lagercrantz, que recibió el encargo después de una larguísima batalla entre las editoriales, la familia de Larsson y su ex pareja, que quizás estaba más cerca de Stieg que nadie.
La acción transcurre después de que Salander lograra escaparse de la muerte y la cárcel al mismo tiempo. Vuelve a colaborar con el periodista Mikael Blomkvist, atrapados ahora en una red de espías, ciberdelincuentes y funcionarios corruptos del gobierno. Muy parecido al tercer volumen y lejos de la primera novela, quizás la más original de todas y que sentó las bases del personaje femenino. La nueva encargada de darle vida a Salander es Claire Foy, que el espectador quizás recuerde por ejercer de una joven Isabel II en ‘The Crown’ en las primeras temporadas. Se repiten los esquemas, incluso los estéticos, que tanta importancia tienen tanto en las novelas como en la adaptación original, que marcaron a fuego al personaje. Para fans, para iniciados y para los nostálgicos de Rapace; las comparativas ya las hará cada uno.
Ficha técnica:
Título original: The Girl in the Spider’s Web. Año: 2018. Duración: 117 min. País: EEUU. Género: thriller, intriga. Dirección: Fede Álvarez. Guión: Steven Knight, Fede Álvarez, Jay Basu (Libro: David Lagercrantz. Personaje: Stieg Larsson). Música: Roque Baños. Fotografía: Pedro Luque. Reparto: Claire Foy, Sverrir Gudnason, Vicky Krieps, Sylvia Hoeks, Claes Bang, Stephen Merchant, Keith Stanfield, Cameron Britton, Synnøve Macody Lund, Christopher Convery, Andreja Pejic, Beau Gadsdon, Carlotta von Falkenhayn, Alexander Yassin, Sonja Chan, Felix Quinton, Johan Eriksson, Martin Müller. Producción: Sony Pictures Entertainment (SPE) / Scott Rudin Productions / The Cantillon Company / Yellow Bird Films / Metro-Goldwyn-Mayer (MGM).
Las cinco novelas de Salander
En septiembre de 2017 aparecía la quinta entrega de la saga Millenium, la segunda sin Larsson, fallecido años antes y que sólo pudo acabar las tres primeras, las fundacionales (‘Los hombres que no aman a las mujeres’, ‘La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina’ y ‘La reina en el palacio de las corrientes de aire’), y que ha continuado el también sueco David Lagercrantz. Después de ‘Lo que no te mata te hace más fuerte’ (Destino, 2015, que vendió 6 millones de ejemplares en 40 países), llegó ‘El hombre que perseguía su sombra’, publicada en septiembre del año pasado. En total 75 millones de ejemplares vendidos (cuatro de ellos en español). Los responsables de hacer caminar a Salander después de muerto su creador es la familia de éste, su padre Erland y su hermano Joakim, que escogieron a David Lagercrantz para completar e hilvanar la cuarta y quinta.
La familia de Larsson es la gestora oficial del legado (y de los derechos de autor) de las novelas tras una larga lucha contra la novia de Larsson para ver quién se quedaba con la parte del león de la herencia. El resultado es un “Lázaro, levántate y anda” literario que ha supuesto mucho dinero y ventas, no tanto como el impacto de la trilogía original, pero suficiente para que todos sonrían, aunque para los fans de los libros originales, algo imperfectos pero seductores, los auténticos siempre serán los tres primeros. No obstante, Lagercrantz no desmerece. Larsson creó un producto imperfecto pero que engancha por la densidad y enrevesamiento del argumento. Es el primer caso de mala forma con un fondo descomunalmente convincente, de tal manera que, por una vez, la idea ganó al envoltorio. Pero el gran mérito es haber dado la vuelta a la ficción de serie negra y haber creado un modelo, un arquetipo, un nuevo espejo deformante de la literatura en el que millones de mujeres se miran y que podría resumir, muy a las claras, el futuro del género.
Es decir, Lisbeth Salander. Es una heroína a la vieja usanza pero con un nuevo envoltorio: sociópata, vengativa, solitaria, marginal y totalmente inversa a la moral social reinante. Un personaje que resume la nueva disposición de la mujer: igual ante la ley, pero continuamente discriminada y rebajada por la realpolitik masculina que sigue dominando. Y que sea en Suecia, paraíso del feminismo, donde sucede todo, es una forma de avisar de que las utopías están para fracasar. Salander es una mujer-hombre, envoltorio femenino con la mente y resolución de un guerrero masculino de antaño, una especie de Conan de Cimeria de metro sesenta y pocos y pintas de devoradora de adolescentes. Larsson murió, pero ella seguirá siendo el espejo donde se mirarán muchas mujeres, y sobre todo, donde beberán muchos escritores más a partir de ahora: cambiará el nombre del personaje, pero muchas serán clones de Lisbeth Salander.
La primera Lisbeth Salander, Naomi Rapace
La segunda encarnación, Rooney Mara
La tercera mujer que interpreta a Lisbeth, Claire Foy