EEUU es la maquinaria de los sueños, y más concretamente de los que son rentables. La TV fue su reino, no la inventaron allí (fueron los británicos) pero ninguna sociedad o cultura ha sabido sacarle tanto jugo. Las series de TV son uno de sus mejores productos, y algunas son antológicas, otras no tanto. Pero en la variedad está el gusto. Y también la perdición: las grandes cadenas han cancelado y renovado (e impulsado) a muchas de ellas. Como en muchos episodios de ‘Juego de Tronos’ os contamos quién ha muerto, quién vive y cuáles merecen la pena.

Las que caen

El concepto “cancelación” tiene muchas connotaciones. Es un eufemismo para sentenciar una serie de TV; pero la muerte presupuestaria en una cadena no implica que no tenga otra vida. No sería la primera vez que una producción salta de una cadena a otra, y tiene su lógica. La inmensa mayoría son obra de productoras de contenidos más o menos pequeñas que se asocian con una cadena o plataforma de distribución para salir adelante: sin el dinero de los tiburones de la TV no podrían hacerse. Por eso cuando las generalistas (ABC, NBC, CBS, Fox), las del cable (AMC, HBO, Starz…) o las nuevas plataformas (Netflix, Amazon Prime, Hulu…) cortan el presupuesto las series suelen morir con el tajo. “Suelen”. Hay varios casos de series que volvieron por la presión popular (¿recuerdan la apocalíptica ‘Jericó’?), o que simplemente saltaron a otros canales o plataformas.

Por eso este repaso de víctimas tiene el apartado de “resurrecciones” que podrían verse en breve. Las ejecuciones empezaron con el cambio de temporada en EEUU la pasada semana. Los ejecutivos se reúnen y como dictadores bananeros con la lista de rebeldes, deciden quién va al paredón y quién se salva. Y todo depende del cálculo económico y de las audiencias: no sería la primera vez que una serie con tirón muere porque no hay mucho dinero en la caja. Así es cómo ABC ha limpiado su parrilla casi por completo. Recordad que ya terminaron series de largo recorrido y años en antena como ‘The Middle’, ‘Scandal’ y ‘Once Upon a Time’. Pero fueron muertes voluntarias por agotamiento. El verdugo se ha llevado por delante ‘Inhumans’, ‘Alex Inc’, ‘Deception’, ‘The Crossing’, ‘The Mayor’, ‘Ten Days in the Valley’, ‘Sucesor designado’, ‘Kevin (probably) saves the world’ y ‘Quantico’ (que empezó muy bien y como casi siempre ha desbarrado en cuanto se agotó el chispazo inicial). Algunas tendrán una temporada más, y después, “out”.

‘Lucifer’, una de las damnificadas de las cancelaciones

Fox ha cancelado ‘The last man on Earth’ y ‘The Mick’, pero también una de sus apuestas más polémicas, ‘Lucifer’, basada en el cómic de Neil Gaiman con Tom Ellis dando vida al diablo; su primera temporada fue la mejor, y luego se convirtió en una digna heredera de ‘Castle’, con una pareja resolviendo crímenes y mucha parafernalia sentimental a su alrededor. En EEUU se emite su tercera temporada, y no habrá más salvo que los fans y los productores consigan dar el salto a otra plataforma, preferentemente de distribución por petición en internet. Prometía ser una serie rompedora al estilo de ‘Preacher’ (también basada en un cómic), pero se dejó llevar por el mercantilismo. Tener a Satanás resolviendo crímenes en Los Ángeles no parece haber sido suficiente. Fox sigue con la margarita en la mano arrancando hojas, igual que las otras dos grandes, CBS y NBC, que siguen revisando la lista de ejecuciones: ‘Shades of Blue’, ‘Taken’, ‘The Brave’, ‘Rise’… Quedan pendientes ‘Agentes de SHIELD’ (lo poco que se salva del universo MCU de Marvel en TV), ‘Gotham’ (brillantes primeras temporadas), ‘Arma letal’ (de momento se han cargado a uno de los actores principales) y la longeva ‘Mentes Criminales’, que conoció tiempos mejores y que se sostiene por sus fans.

Las que se salvan (y las que merecen la pena)

La lista de las que siguen es mucho más larga, pero algunas tenían ya la cabeza en el tocón con el hacha sobre ellas. Es el caso de ‘Estación 19’, ‘For the people’, la comedia ‘Black-ish’ y dos de esas series de difuso género negro y thriller que tanto gustan en EEUU (y esporádicamente en España), como ‘Blindspot’ (que también dio un bajón elocuente al terminar la primera temporada) y ‘Cómo defender a un asesino’ (que ha tomado el rumbo extraño entre el culebrón y los giros de guión de ‘Scandal’). Otra de las que siguen, para alegría del personal es la serie de animación ‘Rick y Morty’, una gamberrada que entre líneas es mucho más subversiva que ‘Southpark’ o cualquiera de las salidas de la Fox como ‘Padre de Familia’ o ‘American Dad’. Entre la sátira, el paroxismo del cómic en pantalla y el humor negro inspirado en la Física Teórica (y eso tiene mucho mérito), la serie ha logrado salir del agujero con 70 nuevos episodios. La producción de Dan Harmon y Justin Roiland para la cadena temática Adult Swim ha tenido hasta ahora tres temporadas a diez episodios cada una. A ese ritmo son siete temporadas más, o al revés, tres temporadas con más entregas cada una. La cuestión es que el guión más intrincado y raro de la historia de la animación en TV (viajes en el tiempo, saltos entre universos paralelos y parábolas de agujero de gusano incluidas, crímenes y todas las bromas imaginables sobre incorrección política) necesita tiempo para llegar a donde sus creadores quieren.

‘Rick y Morty’, 70 capítulos más y la promesa de mantener el tono gamberro

Siguen adelante también otras cuatro series que merecen mucho un vistazo. Desde el ciberpunk de ‘Altered Carbon’ (Netflix) a la fantasía entre épica y de género negro de ‘Grimm’ (Calle 13 y Netflix), más convencional pero más rara que un perro verde, pasando por ‘American Gods’ (Amazon Prime Video) y ‘Future man’ (HBO). La primera es un intento descarado de repetir el efecto ‘Blade Runner’ pero con los millenials: las simetrías son tan evidentes que sus creadores ni siquiera lo esconden. Basada en las novelas de ciencia-ficción de Richard Morgan, narra cómo humanos criogenizados en el pasado vuelven a la vida con cuerpos nuevos y cómo luchan por adaptarse a sus nuevas carcasas y vidas en un futuro que no es lo que imaginaron. Acción, estética muy detallista y cuidada, guiones aceptables y un nuevo intento de que el género más sugestivo de la ciencia-ficción no muera.

En las antípodas está ‘Grimm’, una serie de género negro mezclada con una versión adulta de los seres de fantasía de los cuentos infantiles. Magia, crimen y guiones quizás demasiado cuadrados que empezó con modestia y que lleva ya seis temporadas y un arco argumental cada vez más amplio y alocado. Pero la TV le da al pueblo lo que quiere, y si renueva y sigue es porque puede mantener el ritmo y los beneficios. Estupenda para pasar la tarde del fin de semana. Algo parecido, pero con toda la sorna que le falta a la anterior, es ‘Future man’, creada por Seth Rogen y Evan Goldberg (el tándem de la comedia narcisista y autorreferencial por excelencia) como una sátira de ciencia-ficción sobre un hombrecillo del presente rescatado por viajeros del tiempo del futuro para salvar a la Humanidad. Humor negro, humor zafio, referencias sin fin a videojuegos, series y películas, y Josh Hutcherson (recuerdan a Peeta de ‘Los Juegos del Hambre’) quitándose de encima todos los lastres pasados.

Y finalmente, también salida de la mente de Neil Gaiman (como la ejecutada ‘Lucifer’, pero aquí con más control sobre el resultado final, y eso se nota), ‘American Gods’, con el apoyo de Amazon y una de las mejores adaptaciones de cómic que se han hecho en años. La serie se centra en un misterioso expresidiario llamado Shadow Moon (o Sombra, interpretado por Ricky Whittle). Este hombre es liberado de prisión unos días antes de cumplir una sentencia de tres años por asaltar un banco. Sombra, que espera con ansias reencontrarse con su amada esposa Laura, ve sus ilusiones aplastadas al enterarse de que esta ha muerto en un accidente de carretera. Es entonces cuando conoce a un enigmático hombre que responde al nombre de ‘Sr. Wednesday’ (Ian McShane) y que parece saber más de lo que aparenta sobre su pasado. Es en realidad Odín, cabecilla de una pléyade de dioses viejos que se enfrentan a los nuevos, la tecnología, los medios o internet. Una metáfora de cómo se rompe la civilización antigua con el nuevo tiempo. Más que recomendable.

‘Altered carbon’