Compartido, un ex aequo de dos compositores diferentes entre sí pero unidos por la edad (apenas se llevan cuatro años) y por el poder del cine de Hollywood, al que han dado música durante décadas. Creadores de una música que la mayoría de las veces ha trascendido incluso las películas para las que compusieron, son los veteranos y últimos de una era dorada en la que varias generaciones se han inspirado en su obra. Por estas razones se les concede este año el galardón de las Artes de los Premios Princesa de Asturias a Ennio Morricone y John Williams.
Según el jurado, ambos “han enriquecido con su talento cientos de películas. Mientras Morricone construyó su reputación poniendo música desde Europa al lejano oeste americano, Williams trasladó el espíritu de la tradición sinfónica vienesa a grandes éxitos de Hollywood”. Su música ha servido para definir personajes, crear atmósferas sonoras que dieran más fuerza a las películas, pero también para marcar una época y parte de los recuerdos de muchos espectadores. Morricone consiguió darle al spaguetti western un aura musical legendaria, y dio fuste a gran parte del cine italiano; Williams en cambio ya es indisociable de la nostalgia de los 70 y 80, incapaces de resistirnos a tararear la característica música inicial de ‘Tiburón’, ‘Star Wars’ o ‘Indiana Jones’, por poner sólo un puñado de ejemplos clásicos.
Para el jurado, “Williams y Morricone muestran un dominio absoluto tanto de la composición como de la narrativa, aunando emoción, tensión y lirismo al servicio de las imágenes cinematográficas. Sus creaciones llegan incluso a transformarlas y trascenderlas, sosteniéndose por sí mismas como magníficas obras sinfónicas que se encuentran entre el repertorio habitual de las grandes orquestas. Todo ello los convierte en dos de los compositores vivos más venerados en todo el mundo”. De hecho son señalados como inspiradores y maestros indirectos de muchos nuevos autores que siguen su estela y trabajan para emularles. Y de nuevo, en ese viaje inverso: el europeo creó un sonido propio, casi identitario, para el Wild West norteamericano, mientras que el estadounidense asimiló la escuela europea para crear su obra.
Ennio Morricone
Nacido en Roma en 1928, ciudad donde ha residido toda su vida, se formó en todas las especialidades de la composición musical y en 1961 realizó su debut cinematográfico con la banda sonora de la película ‘El federal’, de Luciano Salce. Posteriormente, adquirió fama internacional con la música para Sergio Leone, como ‘Por un puñado de dólares’ y ‘El bueno, el feo y el malo’, entre otras. Es uno de los compositores cinematográficos más prolíficos del mundo, con más de cuatrocientas bandas sonoras para cine y televisión, entre las que destacan las de películas como ‘La misión’ (1986), ‘Cinema Paradiso’ (1988), ‘Frenético’ (1988) y ‘El hombre de las estrellas’ (1995), entre otras. Ha compuesto música de cámara, piezas sinfónicas, óperas y cientos de canciones para artistas de música ligera y pop.
En 2018, con motivo de su 90.º aniversario, Morricone inició la gira ‘The Final Concerts World Tour’ para despedirse definitivamente de los escenarios. Recorrió más de 35 ciudades europeas en más de cincuenta conciertos. Caballero de la Legión de Honor de Francia y Comendador, Gran Oficial y Caballero de Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Italiana, ha recibido 27 Discos de Oro y 7 de Platino y numerosos galardones: varios BAFTA, Globos de Oro, Grammy, David de Donatello, el León de Oro a toda una carrera en Venecia (1995) y el Polar de la Música (Suecia, 2010). En 2007 se le concedió el Óscar honorífico a toda su carrera y en 2016 ganó el Óscar y su tercer Globo de Oro por la banda sonora de ‘Los odiosos ocho’ de Tarantino y estrenó su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. En 2019 el papa Francisco le entregó la Medalla de Oro Pontificia y en 2020 recibió el Premio Camille de la Alianza Europea de Autores y Compositores a los logros de una vida.
Morricone es famoso por su timidez, que con los años se ha convertido en una actitud fría y algo gruñona hacia el exterior, pero fiel a los suyos y a su ciudad, Roma. Hasta tal punto es su amor a la música y a esta ciudad, que nunca quiso abandonarla y ni siquiera aprender inglés, aunque la mayoría de su obra ha terminado como apoyo indispensable para decenas de películas. Aseguró en su día Morricone que “sufría” haciendo cine porque tenía que contentar a todos, lidiar con los gustos peregrinos de directores y productores, y hacerse justicia a sí mismo.
John Williams
Neoyorquino nacido en 1932, se formó colaborando con algunas de las personalidades más destacadas del cine clásico estadounidense, como Alfred Newman, Franz Waxman y Bernard Herrmann. Considerado uno de los más populares compositores de orquesta de la era moderna, ha creado la música de ‘Tiburón’, ‘E.T., el extraterrestre’, ‘Superman’, ‘Indiana Jones’, ‘La lista de Schindler’, ‘Parque Jurásico’, ‘Memorias de una geisha’, la tres primeras películas de la serie de Harry Potter y la que está considerada la banda sonora más popular de la historia del cine, la de la saga de ‘La Guerra de las Galaxias’. Con influencias del jazz y de la escuela europea clásica, su música va desde el sonido sinfónico de las grandes orquestas al intimismo, pasando por estilos populares o folclóricos. Es autor de la música de más de cien películas, ha creado sinfonías y conciertos para flauta, violín, clarinete, viola, oboe, chelo y tuba y ha compuesto por encargo para varias orquestas.
En 1980 fue nombrado director de la Boston Pops Orchestra, de la que se retiró en 1993, y mantiene relación con otras muchas orquestas, como la Boston Symphony y la Filarmónica de Nueva York. Ha recibido cinco Óscar de la Academia en las categorías de mejor música adaptada por ‘El violinista en el tejado’ (1971) y mejor música original por ‘Tiburón’ (1975), ‘La Guerra de las Galaxias’ (1977), ‘E.T., el Extraterrestre’ (1982) y ‘La lista de Schindler’ (1993). Además, las 52 nominaciones que ha recibido a lo largo de su carrera lo convierten en la persona viva con más nominaciones a estos premios, el segundo después de Walt Disney. Cuenta con títulos honorarios de varias universidades, la Orden Olímpica del COI, veinticinco premios Grammy, cuatro Globos de Oro y siete BAFTA, la Medalla Nacional de las Artes (EEUU, 2009) y, entre otros, el AFI Life Achievement Award del American Film Institute (2016), que recayó por primera vez en un compositor.