David Safier se ha atrevido con el humor made in Germany: la peregrinación de una vaca frustrada y visionaria hacia la India.

‘¡Muu!’ (Seix Barral) es una novela muy rara. Una extrañeza típicamente alemana: en un país donde el sentido del humor sólo brota en Berlín (muy negro, por cierto, en consonancia con la historia de la ciudad) y esporádicamente durante los carnavales de Colonia (y sólo después de mucha cerveza) novelar la historia épica de unas vacas que deciden marcharse de una Europa adicta a sus carnes y su leche rumbo hacia el paraíso utópico de la India, donde las son sagradas e intocables. La firma Davide Safier, que se atreve con el humor para retratar la obsesión carnívora de Occidente.

Safier ha confesado que siempre quiso entrar de lleno en el género de la fábula, ése que sólo Esopo y quizás Marie de France supieron explotar con maestría filosófica. Entonces una tarde, quizás mirando un filete o viendo pastar a las tranquilas vacas en los verdes campos germanos, decidió que serían la pieza más tranquila y sumisa del mundo junto con las ovejas. Sólo ellas podrían sobrevivir en un lugar: la India. Entre otras ideas tuvo también la de ratones rumbo a un exilio soleado en Acapulco, pero no tenía coherencia. Fue la visión de la vaca mansa y el mito religioso hindú conjuntados lo que le dio la idea. En el centro de la historia está  la vaca Lolle y Naia, una divinidad en la que las vacas creen y sobre la que cuentan cuentos en las que ella es la heroína.

David Safier - ¡Muuu!

David Safier

La fábula y la antropomorfización de los animales es una constante en la literatura occidental y asiática, la atribución de características humanas para convertirlos en personajes que indirectamente hablan de la raza humana y sus errores y virtudes es una categoría literaria en sí misma. Y si no que se lo digan a George Orwell y uno de los libros más subversivos de la historia, ‘Rebelión en la granja’, que empezó siendo una crítica despiadada y camuflada contra el estalinismo y ha terminado convertida en instrumento contra cualquier tipo de dictadura o sistema abusivo, desde el comunismo al capitalismo o las teocracias. Por algo tiene el pedigrí de ser el libro más veces prohibido en todo el mundo. También el libro de Richard Adama, ‘La colina de Watership’, un libro de viajes donde dos conejos buscan nuevo hogar e incluso, ya más reciente, ‘Ratatouille’, de Disney, por extraño que parezca. Disney también es experta en crear historias subversivas disfrazadas. Un ejemplo: ‘Mary Poppins’, convertida en película de culto para muchos círculos ácratas.

Sin embargo Safier tampoco quiere ir mucho más allá de la rebelión: sus objetivos son otros, más cerca de la simple fábula que del latigazo. En realidad se trata de demostrar la bondad humana a través de la historia absurda de unas vacas que deciden poner pezuñas en polvorosa rumbo a la cálida India, donde, como todos saben, las vacas son sagradas. Curioso que un rasgo nimio en la cultura hindú haya tenido tanta influencia (cómica, no respetuosa) en el imaginario colectivo occidental.

Safier entretiene y divulga a un tiempo retorciendo a los personajes y buscando sobre todo la identificación entre humano y vaca. Y lo mejor de todo: no tira de humor alemán sino del que, según él, podría ser entendido en todo el mundo (occidental). Safier tira también de religión, que según su punto de vista (muy extendido en Europa, el de considerar la religión como un conjunto de narraciones épicas y humanas y vaciarlas de contenido teológico) es un buen vehículo para narrar y obsesionarse, para crear motivaciones ulteriores capaces de empujar, por ejemplo, a un ser humano o una vaca a cruzar el mundo.