La ciencia en España a veces, a pesar de los recortes y la indolencia gubernamental, da saltos hacia delante, como el de un grupo de la UPV que ha patentado una nueva fuente emisora de luz basada en nanotubos de nitruro de boro.

Esta nueva aplicación de materiales y nanotecnología permite desarrollar dispositivos optoelectrónicos de alta eficiencia. Se trata de una nueva fuente emisora de luz que puede integrarse sin grandes costes a la microelectrónica actual. Un desarrollo y una patente que permitirá abrir nuevas vías de negocio, que es una de las consecuencias del I+D. Los responsables son investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV) dirigidos por Ángel Rubio,que trabajaron a partir del nitruro de boro hexagonal. Rubio lleva trabajando casi 20 años con nanotubos de nitruro de boro: “Los propusimos nosotros teóricamente, y luego se encontraron experimentalmente. Todas nuestras predicciones teóricas se han confirmado hasta ahora, y eso es muy gratificante”.

El nitruro de boro en hexagonal es uno de los materiales con más aplicaciones en nanotecnología por sus propiedades aislantes, su gran resistencia y su similitud con la piedra filosofal de la industria tecnológica actual, el grafeno. El nitruro de boro hexagonal es muy superior en ventajas al resto de semiconductores usados actualmente para almacenamiento óptico como en las redes de telecomunicaciones o los DVD. Defecto: la emisión de luz de estos nanotubos sólo se produce en un rango limitado del espectro ultravioleta, por lo que el abanico de opciones industriales está más limitado y es más especializado.

Representación de nanotubos

 

Pero para eso ya estaba el equipo de Rubio: ha dado con una solución para poder superar esa limitación, y abrir la puerta al uso de nanotubos de nitruro de boro hexagonal en aplicaciones comerciales. Su trabajo fue demostrar que si se aplica un campo eléctrico perpendicular al nanotubo, se puede conseguir y controlar de manera sencilla que éste emita luz en todo el espectro que va desde el infrarrojo al ultravioleta lejano. Pero sólo funciona en nanotubos cilíndricos. El funcionamiento del dispositivo se basa en la utilización de los defectos naturales (o inducidos) de los nanotubos de nitruro de boro. En particular, los defectos que posibilitan la emisión controlada son aquellos huecos producidos en la pared del nanotubo debidos a la falta de un átomo de boro, que es el defecto más común en su fabricación. Y cuanto más defectuoso sea, mejor uso se le puede dar.

Rubio no duda del potencial de los nuevos materiales alternativos al grafeno, muy demandado y de producción limitada. Rubio cree que estas nuevas aplicaciones, a largo plazo, podrían tener más futuro porque apenas se ha estudiado fuera del grafeno. Además, son fáciles de construir y no hace falta una escrupulosa perfección en la producción, ya que precisamente sus defectos son la clave para nuevas aplicaciones.

 

 Experimento con los nanotubos y Ángel Rubio, el jefe del proyecto de la UPV