Quizás el lector tenga la edad suficiente para recordar que en 1982 Jim Henson, el creador de los muñecos de Barrio Sésamo, dio un salto de imaginación y estrenó ‘El cristal oscuro’, creada junto con Frank Oz. Una joyita rara, diferente, algo siniestra en ocasiones, que anticipó en muchos años sagas como las de ‘El Señor de los Anillos’. Dentro de poco se estrenará en Netflix la precuela.

Eran los años 80. Después de la revolución cultural de los 60 y la prolongación de los 70, el mundo entraba en una fase materialista, conservadora y que prefería fantasear. Fue el despegue del cine de acción y de aventuras, del cine fantástico, el renacer comercial de Hollywood, la década de ‘Los Goonies’, de Star Wars, ‘Indiana Jones’, de Conan y de los primeros intentos de adaptar el cómic al cine. También fue la década en la que ‘El cristal oscuro’ reveló que Jim Henson era algo más que aquel hombre de aspecto anodino y barbudo que había creado toda una forma de arte con títeres en televisión. Cine infantil desde otra perspectiva, que iba en paralelo a ‘La Historia Interminable’ de Michael Ende.

En 1982 decidió dar un giro y llevar a cabo un proyecto basado también en muñecos, pero con un tono oscuro, fantástico y medievalista en muchos aspectos parecido al que aparecería luego en ‘El Laberinto’, pero ya con actores reales conjugándose con muñecos. Quería demostrar Henson que su arte escénico adaptada a pantalla podía contar una historia mucho menos naïf y profunda. No le fue demasiado bien en un principio, pero con los años se convirtió en una de esas “películas de culto” que, a pesar de haber sido superada por la animación por ordenador actual, tiene lugar como un clásico diferente. Raro. Bastante. Tanto como para haber pasado a la Historia del Cine como un intento distinto de fantasía.

 

La historia del filme se centraba en un cristal mágico (que da nombre al filme) que, después de romperse mil años atrás, dio lugar a dos razas: los místicos, magos de espalda jorobada que pretenden proteger el cristal, y los skesis, con forma de reptil y que usan el Cristal Oscuro para extraer su energía en su provecho. En medio está uno de los últimos gelfing, Jen, un superviviente del tiempo anterior, criado por los místicos y que debe encontrar el cristal antes de que los tres soles que alumbran ese mundo se alineen y los skesis consigan lo que quieren. Una raza y otra tiene líderes (Maestro Místico y Emperador) que mueren casi al mismo tiempo, por lo que unos y otros se sumirán además en una lucha fratricida para ser el siguiente líder.

Netflix se ha aliado con The Jim Henson Company, creada poco antes de morir el fundador, y también con Frank Oz para poder mantener el mismo tono estético de ‘The Dark Crystal: Age of Resistance’, que funcionará como precuela, no como continuación. Actualmente estaría en fase de preproducción, aunque ya hay lanzado un trailer de inicio para los fans, que sirve también como presentación del proyecto. Para lograrlo tendrán que levantar el listón hasta donde lo dejó Henson, que puso mucho de su sensibilidad en aquel filme.

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