La sombra que extendió la ceremonia de los Globos de Oro sobre los Oscars se difuminó en cuanto quedó claro que iba a estar todo repartido: el resultado ha sido una larga lista de damnificados, quemados y sorprendidos en una noche donde ‘Argo’ reinó de la mano de Michelle Obama, que se volcó con los Oscar. Eso es apoyo y no lo de Wert en los Goya.
Spielberg, ejecutado. Fue una noche peculiar: ya hemos mencionado en el post anterior que la música fue un valor muy importante, pero lo cierto es que en el fondo fue un ejercicio de diplomacia al más puro estilo vaticano, con Spielberg de víctima perfecta. Para este hombre, que lo ha dado todo por la industria, que ha recorrido la alfombra roja mil veces pero que apenas ha conseguido arañar al Oscar, que los tiene pero menos de los que por volumen de trabajo e influencia debería tener… ha sido un desastre. ‘Lincoln’ apenas tuvo dos premios en una ceremonia que devoró esta película como quien come palomitas. Sólo Daniel Day-Lewis, haciendo historia con su triplete acumulado, se salvó de la quema. Una vez más Hollywood devora a su hijo predilecto, pero hay que reconocer que es una película difícil, imprecisa y que orbita alrededor de este grandísimo actor. Todo lo demás es buena factura pero no un “vamos a hacer historia del cine” como fueron ‘Salvar al soldado Ryan’ y ‘La lista de Schindler’, por ejemplo.
Seth Macfarlane, no fue su noche. Sí pero no…
Macfarlane, decepcionante. Buenos chistes, pero se notaba que el creador de ‘Padre de familia’, auténtico hombre orquesta de la televisión, capaz de ser guionista, director, actor, cantante, animador y productor, todo a la vez, es un novato en esto. Se esperaba mucho en EEUU y el resto del mundo de su lengua viperina, pero las estrecheces de la gala y lo encorsetado de la producción tiene estas cosas. Hablemos claro: su número musical de “Show the bobos” (enseña las tetas) sobre las actrices fue un patinazo de no muy buen gusto, pero fue el momento más “Macfarlene” de la noche junto con su osito Ted y los chistes sobre judíos. Que tirara de frikismo trekkie al hacer aparecer a “Kirk” hablándole del futuro también fue muy suyo. Pero todo lo demás, soserías incluidas, fueron muy made in Hollywood. Y es una pena porque soy, somos, fans absolutos de este ácido sulfúrico con piernas capaz de hacer que te partas de risa. Si no le controlan, claro. Otro presentador que queman los Oscar.
Michael Haneke y Ang Lee, dos directores felices y premiados
La sorpresa de la noche, Ang Lee. Es asiático, cosmopolita, tranquilo y humilde. Se llevó el premio al Mejor Director por una película, ‘La vida de Pi’, que tuvo premios técnicos y el suyo, una de las beneficiadas de la noche sin ser precisamente una gran película. Suena a premio “al majete de Ang” más que al trabajo. Como no estaba Ben Affleck y Spielberg ya está muy visto prefirieron apostar al asiático. Sorpresa porque no es su mejor trabajo, ni antes, ni ahora, ni después, pero lo cierto es que ya la tiene en casa. Respetado y querido en Hollywood por su espíritu tranquilo y humilde, levantó a la gente de la platea para que le aplaudieran y fue un puntito de cordura entre tanta parafernalia. Él y Michael Haneke, germano para lo bueno y lo malo a todos los efectos y que iba para multipremiado y al final se llevó la única que le dejaban de verdad, la de Mejor Película Extranjera con su ‘Amour’ multipremiada.
Y además… Pues muchas cosas: los números musicales, Scarlett Johansson desafinando, Adele y su ‘Skyfall’ triunfante, la primera canción de James Bond que gana un Oscar; también Catherine Zeta-Jones demostrando que todavía está para musicales con su número de Chicago, el tropezón de Jennifer Lawrence y el caballero Hugh Jackman levantándola, Daniel Day-Lewis bromeando con Meryl Streep sobre quién debía haber hecho de Margaret Thatcher, Shirley Bassey y su gran canción… y Seth Macfarlane dejando claro que debe seguir siendo lo que es, un tipo con mucho talento que hace películas y series de televisión. Parece mentira que se echara de menos a Billy Crystal.
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