El paso definitivo para que pueda construirse el Telescopio de Treinta Metros (TMT) en Canarias, concretamente en las cumbres de la isla de La Palma, ya está ejecutado: el municipio de Puntagorda, responsable del terreno para el proyecto, dio vía libre para la instalación de 1.200 millones de dólares. Sólo falta la decisión del consorcio del TMT.
La Palma y Canarias están más cerca de ser el hogar de uno de los proyectos más colosales en investigación astronómica en décadas, el TMT, un gigante multimillonario en inversión internacional, de 18 plantas de altura: ya tiene el visto bueno administrativo municipal, autonómico y estatal. Si finalmente no se concreta porque el Estado de Hawaii cambia de opinión y logra desactivar la protesta continuada de los nativos isleños contra el TMT en territorio que consideran sagrado en el Mauna Kea, al menos habrán dado los pasos concretos para que no haya retrasos. Pero casi todo apunta a que, salvo milagro, el TMT terminará en Canarias porque los plazos del proyecto se agotan y el consorcio internacional (EEUU, Japón, India, Canadá y China) debe tomar una decisión cuanto antes.
El municipio de Puntagorda tomó la decisión de ceder al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) un terreno de unas 10 hectáreas para la construcción. Esta institución científica española conectada con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA por múltiples proyectos de investigación sería la encargada de regir el TMT. El cálculo es que supondrían diez años de obras, con una inversión que podría alcanzar los 1.300 millones de dólares, una inyección económica de mucho peso para la isla y para Canarias, además de que España se aseguraría ser el país responsable de un proyecto emblemático de la comunidad científica. Se aseguraría además un 10% del tiempo operativo para proyectos nacionales. No sólo se trataría de los empleos indirectos durante la construcción, sino el equipo técnico que utilizaría el TMT durante los 50 años que se considera tendría de vida operativa el proyecto.
Recreación digital de cómo sería el TMT en las cumbres de La Palma
Falta que el consorcio internacional que rige el proyecto TMT tome una decisión y salga de la paralización impuesta por el boicot físico (con el corte continuo de la carretera y accesos a las cumbres, dificultando las obras) y social al proyecto en las islas Hawaii. Según un comunicado del propio consorcio, están esperanzados en que finalmente pueda construirse en La Palma. Sólo el enorme peso de la maquinaria industrial y científica de EEUU parece ralentizar la toma de decisiones, ya que perdería un proyecto estrella en su territorio. No obstante, los plazos están muy apurados y desde el propio consorcio presionan para que se solucione la parálisis de una vez. El próximo día 23 de noviembre habrá una reunión ejecutiva donde puede que se tomen decisiones.
Las ventajas de Canarias frente a Hawaii
Lo primero es el gran déficit de La Palma frente al Mauna Kea: tiene casi 2.000 metros menos de altitud, por lo que los cielos despejados y la distancia se pierden, si bien la isla tiene, como otros lugares de Canarias, procedimientos contra la contaminación lumínica (menos potencia de iluminación nocturna) que favorecen el trabajo de los telescopios. Luego están las ventajas: la sociedad canarias está mayoritariamente a favor, igual que las autoridades municipales, autonómicas y estatales. Sólo una asociación ecologista de corte nacionalista canario se opone al proyecto, pero su limitada capacidad de movilización contrasta con el boicot rotundo en Hawaii; los principales partidos y grupos sociales apoyarían un proyecto que supone una inyección económica enorme.
Uno de los telescopios en la zona del Roque de los Muchachos en La Palma
También cuenta mucho que en La Palma ya existan doce telescopios operativos, por lo que no es una novedad en cuanto a gestión, aunque el TMT sería el mayor proyecto de todos. Además los problemas con los hawaianos han hecho que el consorcio internacional apoye programas de subvenciones para formación en la isla como contrapartida. Otra ventaja es clave: los costes de construcción y operativos del TMT en Canarias serían mucho menores que en EEUU, por lo que el ahorro es evidente para el consorcio. Entre estas ventajas, y la situación de bloqueo en Hawaii, incluso científicos de EEUU han pedido que se construya el TMT en Canarias para evitar más problemas con los isleños hawaianos y no frenar el proyecto.
Fue en 2014 cuando empezaron los problemas al poco de que se eligiera el nuevo emplazamiento en Mauna Kea para construir el TMT. Es la cumbre más alta del archipiélago, un lugar sagrado para la población polinesia natural de las islas. Si bien ya existen decenas de instalaciones astronómicas en las cumbres, el TMT fue la gota que colmó el vaso, y la comunidad nativa decidió que se acabó. Achacan al proyecto, además de la falta de respeto cultural por su religión local, que es una muesca más en la culata de una sociedad que no respeta a otras etnias y que se ha acostumbrado a poseer las islas a su antojo. Bloquearon todos los accesos por tierra a las cumbres y la construcción se paralizó sine die. Iniciaron además una batalla legal que perdieron: en julio de 2019 se dio vía libre para la construcción, pero no los isleños no desbloquearon la carretera.
Ubicación del municipio de Puntagorda en La Palma