Editorial Grafito amplía su catálogo con una nueva Colección Historia centrada en cómics de corte histórico o biográfico, que saldrá el próximo 13 de febrero con ‘Por un puñado de dracmas’, una historia contemporánea trasladada a la Grecia clásica con dos antihéroes a la caza de un león que aterroriza la ciudad.
El dibujante y guionista Iván García y la colorista Ruth O’Leary hacen un viaje al pasado pero con personajes perfectamente reconocibles en el contexto contemporáneo. Para que se hagan una idea resumida: acción, aventuras, peligro, la lucha de una polis (Crisondion) por librarse de un tirano y su hijo aún más infame, una maldición de una vieja diosa, un león gigante devorador de humanos y dos tipos, el ateniense Proteas y el espartano Leotíquidas, acompañados de un sirviente Bomoloquio, que ejerce casi el papel de bufón que canta las verdades para un público moderno.
Buen dibujo, de línea clara y estructura clásica, pero sin alardes de color. Muy correcto, en especial en las escenas de lucha entre soldados griegos, donde se aprecia la documentación y la reconstrucción del complicado combate con lanzas y escudos. Un trabajo muy interesante y dentro de los cánones de las historias de aventureros en comandita: casi parece una buddy-movie pero con un escenario muy distinto, en ese norte de Grecia desconocido lejos de Atenas, Tebas y Esparta. Lo que García y O’Leary hace es enfundar una historia muy moderna en otra clásica en una era antigua.
Se nota sobre todo en la forma de enfrentar la realidad de Proteas y Leotíquidas, en los diálogos y en el desarrollo de una ciudad que palpita como si fuera una moderna. O puede que, simplemente, nos parezcamos muchísimo más de lo que creemos a los griegos. Quizás no es tanto el desfase histórico de individuos del siglo XXI sobre un tema del ¿siglo IV a. C.? Es posible que simplemente no haya nada nuevo bajo el Sol y que realmente la narración de sucesos sea la misma desde los tiempos del pobre Odiseo volviendo de Troya hacia Ítaca a estos en los que nos preparamos para enviar gente a Marte.
De lo que no hay duda es del atractivo de ‘Por un puñado de dracmas’, una aventura que tiene todos los ingredientes, con un estilo abierto a toda edad por encima de la pubertad (que seguro devorarán esta novela gráfica), un trabajo de documentación estética e histórica impecable: nombres, formas sociales (los griegos bebían vino aguado, porque si no era propio de bárbaros, ¿qué dirían hoy de nosotros?), vestimenta, armas, formación, el papel de las mujeres, la religión, e incluso un detalle nimio pero que demuestra el trabajo, y es que para diferenciar a los ilirios de los griegos los autores utilizan un tipo de letra diferente en sus diálogos.
Una novela gráfica para disfrutar una tarde de domingo con un café, o con lo que se quiera beber. Sin más dilemas morales que los que tienen Proteas y Leotíquidas para sobrevivir, descifrar la verdad y salir con buen pie de una situación que cada vez es más compleja y peligrosa.