Papel y lápiz, o mejor, la app de notas del smartphone o el iPad, porque Tusquets este trimestre tiene cinco apuestas interesantes a las que seguir: Luis Landero, Fernando Aramburu, Betina González, Oliver Hilmes, Simonetta Agnello Hornby. Cinco autores, cinco libros, cinco oportunidades para abrazar la literatura.
Luis Landero es una de las grandes apuestas de este trimestre para Tusquets. Después del éxito de ‘El balcón de invierno’ publica ahora ‘La vida negociable’, centrada en Hubo Bayo, peluquero de profesión y genio incomprendido. Es un contador de historias impenitente, y sus clientes son tanto material de trabajo para su talento como oyentes de sus narraciones, que van desde su infancia y adolescencia en Madrid hasta los 40 y pico desde los que les habla. Crea un fresco de palabras vivas en el que desfilan la relación tormentosa y amoral con su madre, el descubrimiento ambiguo de la amistad y del amor, sus varios oficios y proyectos, sus éxitos y sus fracasos.
Pero también es la historia de un hombre con una inagotable capacidad para reinventarse y negociar ventajosamente con su pasado, con su conciencia, con su porvenir, siempre con la búsqueda del sentido de la vida y del papel que cada uno juega en ella, especialmente de cara a uno mismo. A fin de cuentas la historia de Hugo Bayo es la de todos: seres más o menos anónimos que buscan ese punto (normalmente en la madurez) en el que se reconcilian consigo mismos y con el resto del mundo. Esta historia es la que relata Landero después del éxito (para España) que supuso ‘El balcón de invierno’.
En esta novela hacía referencia al viaje personal, parecido al de Bayo, que realiza Landero hacia el recuerdo de una conversación con 50 años de antigüedad que tuvo en otro balcón con su madre: “Yo tenía dieciséis años, y mi madre cuarenta y siete. Mi padre, con cincuenta, había muerto en mayo, y ahora se abría ante nosotros un futuro incierto pero también prometedor”. Este libro es la narración emocionante de una infancia en una familia de labradores en Alburquerque (Extremadura), y una adolescencia en el barrio madrileño de Prosperidad. Una novela igual de recomendable (se puede hacer un 2×1 que merece, mucho, la pena literaria del precio en tiempos de crisis crónica) por su crudeza pero también por su tono humorístico, autobiográfico y realista. Un hijo de campesinos que termina abrazando la fe en la Literatura, con mayúscula, también la vida de artista y el recuerdo constante de las historias familiares.
Luis Landero Duran (1948). Natural de Alburquerque (Badajoz), fue profesor de literatura en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y profesor invitado en la Universidad de Yale (Estados Unidos). Se dio a conocer con ‘Juegos de la edad tardía’ (Premio de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa), novela a la que siguieron ‘Caballeros de fortuna’, ‘El mágico aprendiz’, ‘El guitarrista’, ‘Hoy’, ‘Júpiter’, ‘Retrato de un hombre inmaduro’, ‘Absolución’, ‘El balcón en invierno’ (Premio Libro del Año del Gremio de Libreros de Madrid y Premio Dulce Chacón) y ‘La vida negociable’. Ha escrito además el ensayo literario ‘Entre líneas: el cuento o la vida’, y ha agrupado sus piezas cortas en ‘¿Cómo le corto el pelo, caballero?’.
Y de un éxito a otro, ‘Patria’, de Fernando Aramburu. La novela best-seller a la española, que ya es decir en un país que no lee, Premio Francisco Umbral por ser “un testimonio literario que perdurará como una crónica de gran valor histórico para entender la última parte del siglo XX de Euskadi y España”. Su éxito quizás tenga una razón sociológica y política, la necesidad en el País Vasco de exorcizar y sacar fuera muchos años de conflicto, de censuras, de rencillas y sobre todo de dolor por todo lo que rodeó la represión franquista, el nacionalismo exacerbado de ambas partes, la violencia y ese muro mental, tan real como simbólico, que fue ETA y sus grupos afines durante más de 50 años.
En la novela Aramburu habla del día en que ETA anuncia el abandono de las armas. Ese mismo día en el que Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori.
¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político. Porque toda sociedad quebrada por la violencia es también una cicatriz, una costura que no se arregla sacándole brillo y el olvido. Los procesos de borrado (como en España e Italia) no permiten cicatrizar bien; experiencias como las de Argentina o Sudáfrica sí que permiten demostrar cierta amplitud de miras. El perdón como verdadero bálsamo. Pero es complicado.
‘Patria’ es una ficción, pero sus personajes son tan reales y demoledores que ha ejercido casi de exorcismo para muchos lectores vascos, con influencia incluso en los partidos políticos. Casi todos los protagonistas de la vida pública en Euskadi han reaccionado al libro, desde el nacionalismo abertzale a la derecha españolista del PP. El problema de fondo es que muchos de esos políticos podrían explotar de forma partidista el éxito del libro, un compendio de 125 capítulos cortos que narran esa costura invisible y real, marcado tanto por la empatía con las víctimas como la falta de apuesta por un bando. Quizás ese distanciamiento racional y frío, que no gustará a los fanáticos, ha convertido ‘Patria’ en el rotundo éxito editorial y social que es hoy.
Fernando Aramburu (1959). Nacido en San Sebastián, es licenciado en filología hispánica por la Universidad de Zaragoza y desde 1985 reside en Alemania, a donde se marchó para dar clase a hijos de emigrantes españoles. Participó a finales de los años 70 en la fundación del Grupo CLOC de Arte y Desarte en San Sebastián, responsable de la edición de una revista cultural clave en Euskadi y Navarra, donde se mezclaba surrealismo y contracultura. De esta etapa iniciática habla ‘Fuegos de limón’, una de sus primeras novelas. En 2009 abandonó la docencia para dedicarse en exclusiva a escribir. Narrador destacado, es autor de tres volúmenes de relatos y de las novelas ‘Fuegos con limón’, ‘Los ojos vacíos’, ‘El trompetista del Utopía’, ‘Bami sin sombra’, ‘Viaje con Clara por Alemania’, ‘Años lentos’, ‘La Gran Marivián’, ‘Ávidas pretensiones’ y ‘Las letras entornadas’. Ha merecido, entre otros, el Premio Euskadi, el Premio Mario Vargas Llosa, el Premio Real Academia Española, el Premio Tusquets Editores de Novela (en 2011) y el Premio Biblioteca Breve.
Betina González es otra voz diferente de la anterior, por generación (nacida a principios de los 70) y por geografía. Es argentina, una mujer del Gran Buenos Aires nacida con la triste dictadura militar y que creció con la transición democrática de Raúl Alfonsín y compañía. Desde ese prisma cultura, social y personal tan diferente al dúo anterior, crea ‘América alucinada’, historia envolvente y original sobre la ruptura de los lazos solidarios en el capitalismo de hoy y nuestras utopías colectivas. La sinopsis oficial arranca así: “En una ciudad sin nombre, algunos jóvenes desencantados empiezan un movimiento de vuelta a la naturaleza: abandonan a sus hijos y se van a vivir a los bosques…Tiempo después, los ciervos de la zona se comportan de manera extraña y agresiva”.
Lo que continúa es el relato del fracaso de las utopías humanas. Somos una especie que aspira a lo mejor, sueña la perfección sin darse cuenta de que es la imperfección y la contradicción lo que nos define, y que sólo podemos vivir en un fracaso tolerable. En la novela surge el mal. En ese entorno extraño surgen tres personajes esenciales: Berenice, una niña al parecer abandonada por su madre; Beryl, una anciana ex hippie que funda un club de caza para eliminar a los ciervos; y Vik, un inmigrante que descubre que una mujer se ha escondido en su casa durante días. Betina González ha logrado una novela que es una reflexión sobre la ruptura de los lazos solidarios en la sociedad actual y que inquieta notablemente por el mensaje que lanza, el del fracaso de las utopías colectivas.
Betina González (1972). Hija de la metrópoli del Gran Buenos Aires, es máster en escritura creativa (Universidad de Texas El Paso) y doctora en literatura latinoamericana (Universidad de Pittsburgh). Ha publicado ‘Arte menor’ (Premio Clarín de Novela 2006), ‘Las poseídas’ (Premio Tusquets Editores de Novela 2012) y ‘América alucinada’. Enseña escritura en la Universidad de Buenos Aires, donde también participa en varios proyectos de investigación sobre ficción, nuevas narrativas y prácticas de lectura.
Y de una mujer a otra: Simonetta Agnello Hornby, autora italiana de la que se publica ‘Café amargo’, relato de un “amor clandestino en la Italia convulsa de la primera mitad del siglo XX”. La parte femenina del relato la aporta María, “ojos grandes y almendrados, cabello castaño”, una belleza que seduce a Pietro Sala hasta el punto de pedirle matrimonio aunque, como eran los cánones tradicionales, ella no tenga dote alguna. Pero no es el único, también llama la atención de Giosuè, el joven al que el padre de María ha acogido como un hijo más, como un hermano para ella, que apenas tiene quince años. Unos y otros son muy diferentes: Pietro es un treintañero amante de la vida (traducción: viajes, juegos, juergas y mujeres), y ella es hija de un socialista pobre y sin recursos. Aún así se casan.
El matrimonio es liberador: María se siente libre y descubre el sexo, el placer de ser amada. Pero durante uno de los viajes de la pareja, en concreto al norte de África, María descubre los lazos que la unen a Giosuè más que a su marido. La historia de amor soterrado (con el hermano adoptado) y la de amor superficial (con Pietro) transcurre durante dos décadas en la que se teje la novela, con María y Giosuè bailando entre el encuentro y el rechazo, clandestinos, con problemas familiares y personales, hasta el punto de que sólo encontrarán la paz después de una guerra que amenaza con arrasar por completo sus vidas. La novela traza la historia italiana con este triángulo amoroso que también es relato social, desde la Sicilia de los fascista mussolinianos hasta la Segunda Guerra Mundial. Simonetta Agnello Hornby reconstruye esa parte vital de la historia de su país, y de su isla, a través de María y los vaivenes vitales.
Simonetta Agnello Hornby (1945). Nacida en Palermo (Sicilia) justo después de la Segunda Guerra Mundial, es una de las escritoras de posguerra italiana más interesantes. Licenciada en derecho, estudió en Inglaterra y Estados Unidos, y desde 1972 vive en Londres, donde trabaja como abogado y ha ocupado la presidencia del tribunal de Special Educational Needs and Disability. ‘La Mennulara’ (Colección Andanzas 517 y Maxi Tusquets 031/1), su primera novela, fue todo un acontecimiento literario en Italia (Premio Forte Village, Premio Alasso Centolibri, Premio Stresa) y posteriormente en España, donde obtuvo el III Premio Novela Europea Casino de Santiago y el reconocimiento inmediato de otros escritores, de los lectores y de la crítica. Le siguieron ‘La tía marquesa’ (Andanzas 594) y ‘Boca sellada’ (Andanzas 656), que también cosecharon el aplauso de la crítica y los lectores. ‘Entre la bruma’ (Andanzas 720), su cuarta novela, ambientada en Londres, también fue galardonada con, entre otros, el Premio Especial del Jurado del Rapallo Carige, el Premio Fregene y el Premio Ninfa Galatea. ‘La monja y el capitán’ ha merecido el IV Premio Sebastiano Addamo 2010 y el Premio Pen Italia 2011.
El último de los libros es ‘Berlín 1936’, de Oliver Hilmes, subtitulado ‘Dieciséis días de agosto’, y centrado en aquellas polémicas Olimpiadas que sirvieron al nazismo para reivindicarse frente al mundo. De hecho el libro no es una novela en sí, sino una crónica ficticia sobre cómo fueron aquellos días de verano en una Europa sometida al terror nazi por un lado, y soviético por otro, antes de que todo estallara, apenas dos años más tarde. El título es el más completo estudio sobre el mayor acto propagandístico de la Alemania nazi previo a la guerra, en la que Berlín fue “maquillada” para los Juegos Olímpicos. La ciudad muestra de nuevo su rostro más abierto y cosmopolita después de las persecuciones y depuraciones del Reich: no hay palizas callejeras, ni hordas de Camisas Pardas “limpiando” de judíos la ciudad. Incluso han desaparecido los carteles antisemitas.
Los nazis se han replegado para fingir que son tan normales como el resto, incluso reabren temporalmente los clubes de jazz, swing y música de cabaret que se habían clausurado a porrazos. Casi a la vez que Hilmes narra aquellas Olimpiadas en Oranienburg y otros lugares se abrían los campos de concentración, todavía en pañales en comparación con lo que llegaría después. Hilmes acompaña a personajes célebres del momento y gente común, desde los deportistas al submundo artístico berlinés, los jerarcas nazis y su extraña hipocresía con artistas y travestidos, siempre y cuando les sirvieran por la noche. Fue, por así decirlo, la última bocanada de libertad y hedonismo antes de la versión más dura, salvaje y sangrienta del nazismo.
Oliver Hilmes (1971) nació en Alemania y es doctor en Historia (estudio en Marburg, la Sorbona de París o en Postdam, especializándose en el siglo XX), con una faceta narrativa muy importante que le ha llevado a ser autor de biografías como las de Alma Mahler, Cosima Wagner, Franz Liszt o Luis II de Baviera, libros que han obtenido un enorme éxito entre los lectores. Trabaja también para la Filarmónica de Berlín como asesor principal del programa educativo y cultural de esta institución cultural, de las más grandes de Europa. Vive en Berlín y colabora regularmente en el diario Die Welt.