‘Santa Clarita Diet’, ‘Cuatro estaciones de La Habana’, ‘FEUD: Bette and Joan’ y ‘This is us’: no podrás quedarte sin preferencia, desde la ciencia-ficción al biopic dramatizado, el género negro o el drama social. Las tres miniseries (y una serie) más prometedoras de esta nueva temporada.
‘Santa Clarita Diet’ (Netflix). Ya está libre la primera temporada, y la segunda en preparación. Y os vamos a dar dos consejos: si sois timoratos, convencionales, tradicionales u os gustan los géneros como las mujeres a Aznar (es decir, mujer mujer, género género), mejor invertís el tiempo en otras series de Netflix. Aparte del esclarecedor hecho de que algunos críticos conservadores (en EEUU y España) hayan puesto el grito en el cielo por esta serie creada por Victor Fresco(responsable, por ejemplo, de ‘Alf’ en los 80-90), y que muchos críticos del lado progresista opuesto también, entonces es que la serie es un auténtico rayo que rompe fronteras. Va sobre gustos, como siempre. Pero intentar meter el canibalismo en una narración de típica serie familiar es, al menos, digna de interés. Luego ya que juzgue cada uno. Son diez capítulos por temporada de casi 25 minutos cada uno, y con cameos de lujo: Nathan Fillion, Portia de Rossi o el cómic Patton Oswalt.
Planteamiento: una familia de clase media, los Hammond, en un buen barrio de la periferia “civilizada” de Los Ángeles, que lucha por mantenerse unida después de que la madre, Sheila (Drew Barrymore), sufra un terrible cambio fisiológico que la empujará a comer carne humana. Su esposo Joel (Timothy Olyphant, al que recordará el lector por ‘Justified’ o ‘Deadwood’) y su hija Abby (Liv Hewson) se unen para apoyar a la madre. A ellos se unirá un vecino colgado de Abby, un chico adolescente (Skyler Gisondo) que se verá arrastrado a los intentos de la chica por ayudar a su madre. ¿Cómo? Sencillo, buscando carne fresca. La frase “cuando comerse a la gente une a la familia” es, quizás, una de las más subversivas y delirantes imaginables, pero perfectamente definitoria de lo que esconde la serie. Es humor negro, negrísimo, para minorías.
Lo que destila, además de humor surrealista en muchas ocasiones, y sin escatimar en sangre y escenas como la de Barrymore devorando un brazo amputado, es un pequeño homenaje a las familias que afrontan los problemas unidas, bien soldadas. El personaje de Joel hará lo que haga falta por su esposa, hasta el punto de embrutecerse por el camino. Hay incluso cierto optimismo convencional al convertir la familia en el eje central de una historia que se sale de lo normal, donde el gore tiene su sitio tanto como el terror fusionado con el humor. Incluso en los guiones: Barrymore ha pasado al otro lado de la realidad aceptada, así que pierde por completo el norte, blasfema y huele la sangre como un asesino cualquiera.
‘Cuatro estaciones de La Habana’ (Movistar Series Xtra) es una fusión de las obras de Leonardo Padura, el talento de Jorge Perrugoría y el mundo literario negro en español. Una miniserie de ocho capítulos que ya arrancó en enero y que es una pequeña joya. El personaje del actor cubano es el detective Mario Conde, modelo hispanoamericano del “perdedor caótico”, una versión con más humedad y calor del detective anglosajón clásico, entre volutas de humo, vasos de whiskey y sombreros de ala ancha. Fue él quien más empeño puso en hacer carne de pantalla la obra de Leonardo Padura, ahora una miniserie de ocho capítulos que adapta las primeras novelas sobre este personaje al formato de ficción seriada limitada. Para los amantes de los datos, se trata de ‘Vientos de Cuaresma’, ‘Pasado perfecto’, ‘Máscaras’ y ‘Paisaje de otoño’.
El proyecto adapta el universo de Padura a una ciudad como La Habana, repleta de humor socarrón y adaptación a la realidad del país. El director asociado a Perugorría es Félix Viscarret, que ha creado un mundo que rezuma sol, sudor y problemas, un nuevo tipo de género negro adoptado a un mundo muy concreto, esa Cuba y ese Caribe hispanohablante con siglos de tradición y unos referentes simbólicos muy claros. Padura participó en la adaptación y la elaboración de los guiones para que el resultado final se pareciera todo lo posible a su original, aunque salvando las distancias de que son diferentes formas de expresión.
Mario Conde se convierte no sólo en un polo de género negro, también en un catalizador de la vida entre generaciones cubanas e hispanoamericanas, una crónica de la realidad del país. A fin de cuentas el género negro tiene una carga social como hay muy pocas, y Cuba es el país perfecto para usar esas cargas de profundidad. El propio Perugorría se siente identificado, por edad y trayectoria, con ese Mario Conde que es un perdedor, humano, muy humano, alejado por completo del modelo de héroe anglosajón. Una lucha contra la injusticia pero con pocos recursos, mucho aguante y astucia. Tiene, por así decirlo, un regusto más clásico: olvídense de alta tecnología y escenas vertiginosas, que de eso en Cuba no hay. Pero sí que hay mucho talento. Y en español.
‘FEUD: Bette and Joan’ (HBO España) es un biopic dramatizado que une a Jessica Lange (que interpreta a Joan Crawford) y Susan Sarandon (da vida a Bette Davis) sobre una de las mayores rivalidades de la historia del cine. Es la primera entrega de la nueva creación de Ryan Murphy, padre de ‘American Horror Story’, ‘American Crime Story’ o ‘Glee’, y que HBO mediante ya ha creado este primer asalto a los grandes follones del cine. Crawford y Davis se pelearon de una forma salvaje, intelectual y emocionalmente, durante el rodaje de ‘¿Qué fue de Baby Jane?’, un clásico siniestro que abrió la veda del cine de terror psicológico junto con los filmes de Hitchcock. Grandes divas que se pelearon como dragones enfurecidos. Se estrenará el 6 de marzo en EEUU y España a la vez.
El reparto se completa con Alfred Molina (que da vida al director Robert Aldrich), Stanley Tucci (Jack Warner), Judy Davis (Hedda Hopper, el terror del amarillismo de Hollywood), Jackie Hoffman (Mamacita, la ama de llaves de Crawford), Alison Wright (Pauline, asistente de Aldrich), Dominic Burgess (Víctor Buono, compañero de reparto de Crawford y Davis), Catherine Zeta-Jones (como Olivia de Havilland), Sarah Paulson (Geraldine Page), Kathy Bates (como Joan Blondell) y Kiernan Shipka (la hija de Bette Davis). Todos remarán a la par en un proyecto que repite muchos esquemas de las otras creaciones de Murphy y en la que no sólo se refleja el pulso de divas, también la lucha de las mujeres contra el dominio masculino en Hollywood, la edad de ambas y su lucha por no caer de las famosas “A-list” (lo más de lo más a la sombra de las colinas de Los Ángeles).
Y finalmente ‘This is us’ (Fox Life), un dramón serial sobre clase media norteamericana que ha tenido éxito popular y la cantidad de pañuelos necesarios para tanta lágrima. Con casi 15 millones de espectadores de media, tres nominaciones en los Globos de Oro y una pareja de actores casi perfecta para sus papeles (Milo Ventimiglia y Mandy Moore), y que tiene previsto cubrir casi 40 años de historia de una misma familia. Prepárense porque es una serie episódica que parece más un culebrón familiar, un drama total y mucha matraca lacrimosa. Pero sobre todo un desafío para el creador, Dan Fogelman (‘Las chicas Gilmore’ y ‘Héroes’), que tiene que gestionar múltiples líneas temporales
El planteamiento es sencillo: cuatro personas que comparten sólo una cosa, su fecha de nacimiento. Dos de ellos son Jack y Rebecca (Ventimiglia y Moore), que esperan la llegada de trillizos; Randal (Sterling K. Brown) es un empresario en busca de su padre biológico; Kevin (Justin Hartley) es un actor atrapado en su personaje, y su hermana Kate (Chrissy Metz), una mujer obesa dispuesta a perder peso y cambiar su vida para siempre. Desde ese punto de partida inicial surge una serie que parece volver a los buenos tiempos del lacrimal abierto, de valores y sentimentalismo a flor de piel. Olvídense del gris moral porque ‘This is us’ no lo tiene, aquí no hay personajes cínicos llenos de dobleces, sólo seres humanos con una propensión al emotivismo que va a hacer descarrilar a más de uno. Si ‘Santa Clarita Diet’ echará de la habitación a un montón de gente, puede que ‘This is us’ haga lo mismo con una poderosa minoría que no se deja arrastrar por las emociones.
Ventimiglia y Mandy Moore en una escena de ‘This is us’
Sterling K. Brown, Justin Hartley y Chrissy Metz en ‘This is us’
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