Quentin Tarantino es el genuino posmoderno del cine: hará un western. Este reportaje largo es la narración de cómo el rumor se hizo realidad: ‘Django Unchained’.
Por L. C. B.
Después de mucho esperar, hay incluso fecha: el 28 de diciembre de 2012. Será el estreno español de esta incursión de Tarantino en el western al estilo Sergio Leone. Relata la historia de un antiguo esclavo (Jamie Foxx) que se alía con un cazador de recompensas alemán (Christoph Waltz) con la intención de liberar a su esposa, quien vive de manera forzosa en Candyland, una plantación donde las mujeres son explotadas como objetos sexuales y los hombres se ven obligados a pelear entre sí hasta morir (Kurt Russell dará vida a Ace Woody, un sádico individuo que se dedica a adiestrar a estos últimos). El propietario de semejante lugar es el malvado Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), quien tiene como mano derecha a un criado llamado Stephen (Samuel L. Jackson).
Cuando se acaba la creatividad y el nacimiento de nuevos géneros, cuando las vías del cine parecen ya explotadas al máximo, se empiezan a mezclar los estilos y los formatos, a coger cosas prestadas de unos y otros para crear algo nuevo que en realidad no lo es. Más o menos, a grandes rasgos, Tarantino lleva años viviendo de este particular método de trabajo, muy original en su planteamiento y en su forma de llevarlo a cabo, pero que no deja de ser un corta y pega muy bien hecho. En su primera etapa se dedicó a explotar el género negro, con ‘Reservoir Dogs’, ‘Pulp Fiction’ o ‘Jackie Brown’. Luego, a partir de sus colaboraciones con Robert Rodríguez (‘Abierto hasta el amanecer’, ‘Desperado’, luego él en ‘Death Proof’) se deslizó hacia el otro género que más le ha marcado, el western. Porque películas como ‘Kill Bill 1 y 2’ (sobre todo la segunda, en especial, es casi un clásico de género) o ‘Malditos Bastardos’ no dejan de ser western disfrazados.
Resumiendo: la nueva película tiene incluso un título, ‘Django Unchained’, y será un homenaje al spaguetti-western. Si los planes de producción siguen su curso la película se estrenaría a finales de 2012.Pero, siempre hay un pero, a los directores-personaje como Quentin Tarantino siempre se le imponen este tipo de proyectos, esté o no esté en ellos. Y las estrellas son rutilantes: Jamie Foxx, Don Johnson y Leonardo DiCaprio, a los que se sumarían Samuel L. Jackson, Joseph Gordon-Levitt y Sacha Baron Cohen, Christoph Waltz, Franco Nero y Kurt Russell.
El primero en abrir la boca, de más, fue Franco Nero. Cuenta en su blog de ‘El País’ Gregorio Belinchón, uno de los prohombres de la crítica de cine nacional, que “Franco Nero estaba en el festival de cine italiano en Los Ángeles y, como cuenta el blog ‘The playlist’, empezó a hablar de su nuevo proyecto”. Sería un western, siguiendo la línea estética del spaguetti western, pero con otra temática: la esclavitud, y que prefiere títulos como ‘Django Unchained’, protagonizado por esclavos negros durante los años de la formación de la red de ferrocarriles.
¿Qué es el spaguetti western?
El género del western europeo, más conocido popularmente como spaguetti western por haber sido iniciado por los italianos, como Sergio Leone, fue un subgénero del formato americano acunado entre los años 60 y 70 con gran tirón de taquilla en Europa, o Estados Unidos. La mayoría se rodaron en Cinecittà (Italia) y en Almería (España), aunque muchas tuvieron como escenario Hoyo de Manzanares. Es muy famoso el desierto de Tabernas debido a que allí se rodaron películas famosas de este subgénero, entre ellas ‘El bueno, el feo y el malo’. Este subgénero se caracteriza por una estética realista y sucia a la vez que estilizada, personajes llenos de cinismo y aparentemente carentes de moral, rudos y duros. Los viejos clichés del western americano son reconvertidos, deformados hasta el extremo, dotándoles de una nueva vida que conectó enseguida con el público. Se considera que la película americana ‘Veracruz’m de 1954 y de Robert Aldrich (que influyó mucho en Sergio Leone), es el primero de todos los spaguetti western por las grandes dosis de violencia, impropias de la época, pero también por la doble moral de los personajes.
Sergio Leone, el maestro
Hijo del director Vincenzo Leone, represaliado por Mussolinni cuando le dijo la verdad al dictador sobre uno de sus guiones (que era nefasto), con 20 años ya trabajaba en el cine como actor y asistente de dirección de Vittorio de Sica, del que aprendió la base del oficio. Sergio Leone trabajó como ayudante en ‘Quo Vadis’ y ‘Ben Hur’, en unos años 50 que fueron de formación de su estilo visual y de narración, italiano pero al mismo tiempo con esa influencia norteamericana surgida de haber trabajado para Hollywood en esas películas. En el cambio de década, camino de los 60, hizo varios peplum y películas italianas históricas, hasta que lentamente pudo tomar las riendas del género que más le dio. Fue en esa década prodigiosa cuando hizo su “Trilogía del Dólar” (‘Por un puñado de dólares’, La muerte tenía un precio’ y ‘El bueno, el feo y el malo’), donde un personaje lacónico, rubio y enigmático, interpretado por un desconocido Clint Eastwood (al que convirtió en un actor cotizado y mítico), era el eje de una nueva versión del western sin el maniqueísmo americano, lleno de hiperrealismo sucio al tiempo de destacar por grandes dosis de lirismo. Y humor, negro y ácido. Todo en tres años: de 1964 a 1966, para luego seguir con ‘Hasta que llegó su hora – Érase una vez el Oeste’ (1968), ‘Agáchate, maldito’ (1971) y la película que le separó de su género amado y casi le llevó a la tumba, ‘Érase una vez en América’ (1984), el filme que, dicen, le hubiera gustado rodar a Martin Scorsese. Y todo con uno de sus amigos de infancia, el grandísimo, y también lacónico, Ennio Morricone. Todavía hoy él le recuerda, y tambíen Eastwood, que siempre ha repetido, una y otra vez, que sin Sergio Leone nunca hubiera sido director.