Bruce Springsteen regresa a España en la recta final de su megagira ‘Wrecking Ball Tour’, en El Molinón gijonés el 26 de junio, su 47º concierto en territorio español y su tercera actuación en la ciudad asturiana, que ya visitó en 1993 y 2003.

“Springsteen es un artista del Renacimiento de nuestro tiempo y verdaderamente talentoso, un tesoro nacional y un ser humano ejemplar. Su carrera es un testamento del poder de la excelencia creativa y su contribución filantrópica habla de la tenacidad del espíritu humano”. Son las palabras de Neil Portnow, presidente de la Academia de la Grabación, encargada de conceder los Premios Grammy y que entregó hace dos meses al rockero de New Jersey el galardón a la Persona del Año.

Miles y miles de seguidores españoles del Boss podrían suscribir las palabras de Portnow. Springsteen considera a España como uno de sus países más queridos, donde recibe mayores muestras de cariño, admiración y respeto. La comunión con el público, su calor, le cautivó cuando pisó por primera vez suelo español el 21 de abril de 1981. Fue en Barcelona, ciudad con la que mantiene todo un romance, en el Palau d’Esports y dentro de la gira de ‘The river’.

Rodeado de su mítica banda, la E Street, Springsteen arrancó con ‘Factory’, toda una declaración de intenciones del ‘jefe’. Un homenaje a los obreros anónimos, inspirado en el mismo padre del artista, cuya letra sigue sobrecogiendo: “End of the day, factory whistle cries. Men walk through these gates with death in their eyes. And you just better believe, boy, somebody’s gonna get hurt tonight”.

España había descubierto a Bruce Springsteen, que en Estados Unidos era ya una gran figura tras unos interesantes primeros pasos con ‘Greetings from Asbury Park’ (1973) y ‘The wild, the innocent and the E Street Shuffle’ (1973) y arrasar, en especial, con ‘Born to run’ (1975) y ‘Darkness on the edge of town’ (1978). ‘The river’ (1980) fue la consagración. España se entregaba a un artista que aunaba el rock clásico al estilo de su primer ídolo, Elvis Presley, o de su venerada Creedence Clearwater Revival, con el country de Hank Williams y las letras poéticas y comprometidas con los desfavorecidos de su maestro Woody Guthrie. Sus principales referentes, que no los únicos.

Springsteen y España se enamoraron. Todo un flechazo. En aquella primera actuación en Barcelona, siete mil afortunados precursores acudieron a un concierto, con entradas a 900 pesetas, en el que no se colgó, sin embargo, el cartel de ‘lleno’. En el set-list, junto con once canciones del doble ‘The river’, interpretó seis temas de ‘Darkeness on the edge of town’, tres de ‘Born to run’ y uno (‘Rosalita’) de ‘The wild, the innocent and the E Street Shuffle’. Versionó el clásico folk ‘This land is your land’, de Woody Guthrie; ‘Detroit Medley’, de Mitch Ryder; ‘Who’ll stop the rain?’, de Creedence Clearwater Revival; y ‘Rockin’all over the world’, de John Fogerty, con la que cerró un concierto poderoso e histórico, el primero de muchos más con su entregado público español.

Bruce junto a Steven van Zandt

Desde entonces, Springsteen ha celebrado otros 46 conciertos en España distribuidos entre dieciséis ciudades. En Barcelona, se encuentra como en casa. Ha actuado en diecisiete ocasiones en la Ciudad Condal, más otras dos en la vecina Badalona. Únicamente en la gira de ‘Working on a dream’ (2009), no pasó por tierras catalanas. Springsteen ha actuado en grandes recintos, como el Camp Nou, y en escenarios íntimos como el Teatre Tívoli, con una doble función en la gira ‘Ghost of Tom Joad’. Ha actuado con y sin la E Street Band. Precisamente, abrió en Barcelona, el 9 de abril de 1999, la gira mundial con la que se reunía, de nuevo, con su banda tras una década separados. Tan cómodo siempre se ha sentido en la Ciudad Condal que el Boss decidió incluso lanzar un disco con el concierto en el Palau Sant Jordi de 16 de octubre de 2002.

Madrid es su segunda ciudad fetiche, con diez conciertos. El cariño mutuo entre Bruce Springsteen y España ha llevado, además, al Boss a otras trece ciudades: Gijón, Santiago, Zaragoza, Valencia, Granada, Santander, Barakaldo, San Sebastián, Bilbao, Sevilla, Benidorm, Valladolid y Las Palmas. Y en todas ellas, con éxito de asistencia y con horas y horas de gran rock y folk. Gijón ha sido la elegida en esta recta final de la macrogira de ‘Wrecking Ball Tour’, que arrancó en marzo del pasado año y que finalizará con un total de 130 espectáculos. Entre mayo y junio de 2012, Springsteen  pasó por España para presentar su último disco. Las afortunadas fueron Sevilla, Las Palmas, San Sebastián, Madrid (donde se marcó en el Santiago Bernabéu todo un conciertazo de casi cuatro horas, hasta entonces el más extenso de su prolija carrera) y Barcelona, con dos recitales.

Springsteen conoce ya El Molinón, escenario del concierto. Allí, ha tocado en dos ocasiones. La primera, con motivo de la doble publicación de ‘Lucky town’ y ‘Human touch’ en 1992, fue el 7 de mayo de 1993 y sin la compañía de la E Street Band, salvo Roy Bittan, en los teclados, y Patti Scialfa, pareja ya entonces del Boss, como acompañante en las guitarras. Diez años después, el 15 de mayo de 2003, regresó a Gijón en ‘The Rising Tour’, con sus compañeros de banda tras su reencuentro en 1999. El ‘Boss’ tampoco fallará a España en este 2013. En Gijón, le esperarán cerca de treinta mil fieles. Las entradas, que se pusieron a la venta en la mañana del 28 de febrero, se agotaron en cuatro horas. España tiene ganas de más Bruce Springsteen que se ha convertido en los últimos años en uno de los nuestros. En nuestro admirado ‘Jefe’. Con él, siempre podemos contar.

 

 

Colección de ‘hits’ para Asturias

El set-list que disfrutarán cerca de treinta mil privilegiados en El Molinón será toda una colección de grandes éxitos de Bruce Springsteen. El Boss no dejará con las ganas a nadie. La gira de ‘Wrecking ball’, que comenzó en Atlanta el 18 de marzo de 2012 y concluirá en Rio de Janeiro en el festival Rock in Rio el próximo 21 de septiembre, se ha configurado como un repaso a su carrera, ya sin la presencia del fallecido saxofonista Clarence Clemons. Un sobrino de ‘Big Man’, Jackie Clemons, y Ed Manion, que trabajó con el ‘Jefe’ en The Seeger Sessions, cubren en esta gira su enorme hueco musical y sentimental para Bruce Springsteen.

En Gijón, se alternarán canciones de su último álbum, ‘Wrecking ball’, con clásicos de sus mejores discos, en especial de ‘Born to run’ y ‘Darkeness on the edge of town’. El recital, en principio, será similar a las canciones elegidas en la gira española en 2012. Entonces, Springsteen tiró de todo un himno como ‘Badlands’ para abrir boca en Sevilla, Madrid y uno de los conciertos de Barcelona. Mientras, un tema de ‘Born to run’: ‘Tenth Avenue Freeze-Out’ cerró el telón salvo en el interminable concierto del Bernabéu, clausurado con una versión del ‘popero’ ‘Twist & Shout’, habitual en sus últimos repertorios. En su primera visita a Gijón, en mayo de 2003, Springsteen eligió ‘Darkness on the edge of town’, del disco homónimo, y ‘Bobby Jean’, del ‘Born in the USA’, como principio y fin del show. Diez años después, se presentó con ‘The promise land’, nuevamente del ‘Darkness on the edge of town’, y se despidió con ‘Dancing in the dark’, del ‘Born in the USA’.