El autor de ‘Canción de hielo y fuego’ fue la estrella del Celsius 232, el primer festival de terror, fantasía y ciencia ficción de Avilés.
Ilustraciones: J. Corominas – Fotos: Noemí Sabugal
Un hombre con una capa de piel hasta el suelo y espada al cinto escancia sidra en el chigre. Muy cerca, el chico que lleva el escudo de la casa Lannister conversa con la muchacha de largo pelo blanco que sostiene entre sus manos un huevo de dragón. Su esposo, con pinturas tribales sobre el pecho, le rodea los hombros mientras observa a un tipo barbudo con gorra de marinero y tirantes sobre la camiseta ante el que se despliega una multitud de cientos de personas. ¿Hacen falta más pistas? El qué es el Celsius 232 de Avilés, el quién George R. R. Martin, por supuesto.
El autor de la exitosa serie ‘Canción de hielo y fuego’ ha sido la estrella del cartel del primer festival de terror, fantasía y ciencia ficción celebrado en la villa asturiana este mes de julio. En tres días, el escritor estadounidense ha firmado nada menos que 1.900 libros de seguidores que ya habían comenzado a hacer cola a las cinco de la madrugada. “Estoy muy contento de que tanta gente muestre tanto entusiasmo por mi historia, en varios países. El plan inicial era menos ambicioso, cuando empecé a escribir las novelas pensé en hacer como mucho tres libros y se acabó. Pero ya estoy trabajando en el sexto”, confiesa Martin. Y echa mano, para explicar esta inesperada expansión de su universo creativo, del que es su gran referente literario: “Tolkien ya decía que el relato crece al ser relatado”.
George RR Martin firmando libros en Avilés
La vinculación de Martin con Asturias viene de largo, ya que su traductora, Cristina Macía, y el ilustrador de sus portadas, Enrique Corominas, viven en el Principado. Por eso este festival ha sido una oportunidad inmejorable para acercarse a la obra de Martin, que no sólo ha firmado libros, participado en varias charlas y dado decenas de entrevistas, sino que también disfrutó del ambiente avilesino hasta altas horas de la madrugada. Además, la exposición de Corominas en la Casa de la Cultura de Avilés ha permitido, al margen del universo Martin, descubrir a un ilustrador magnífico cuya inspiración pasa de ‘Dorian Gray’ a ‘Nosferatu’, de ‘Metrópolis’ al steampunk y de ‘El gabinete del doctor Caligari’ al ‘Golem’.
El plato fuerte del Celsius 232 ha estado acompañado por otros no menos interesantes. Se ha prestado una especial atención a la literatura juvenil, con autores imprescindibles como Laura Gallego (cuya cola para firmar duró sus buenas tres horas), Javier Ruescas y Susana Vallejo. También se ha buceado en el universo zombi con la presentación de varias antologías de relatos y hasta con consejos sobre cómo sobrevivir a un apocalipsis zombi, no sea que, tal y como está la crisis, se dé el caso.
Félix J. Palma firmando libros
Dmitry Glukhovsky y Adam Nevill han sido dos de los autores más interesantes que han pasado por el Celsius. La primera novela del ruso, ‘Metro 2033’, describe la terrible situación de los supervivientes de una guerra atómica que resisten en los túneles del metro de Moscú dos décadas después del desastre. Un cruel submundo continuado en ‘Metro 2034’ y que ha dado lugar a un proyecto internacional muy interesante. “Varios autores de distintos países están escribiendo novelas ambientadas en este mismo momento. Eso nos permitirá saber qué ocurrió en otros sitios”, explica Glukhovksy. Nevill (‘Apartamento 16’, ‘El ritual’), se reconoció a su vez deudor de la tradición británica e irlandesa: M. R. James, Bram Stoker o Le Fanu, por lo que su literatura intenta actualizar la novela de terror sobrenatural y de fantasmas inglesa. “Me interesan los caracteres extremos, los que se sienten excluidos por la sociedad”, apuntó.
La obsesión medieval de Peter Berling y la fantasía épica de Joe Abercrombie completaron el cartel internacional que, en las letras patrias, fue representado por autores clave como Víctor Conde (‘Crónicas del multiverso’) o Juan Ramón Biedma (‘El espejo del monstruo’, ‘Antirresurrección’). Los ganadores de los dos principales premios literarios del fantástico en España también estuvieron en Avilés: el Premio Minotauro obtenido por David Zurdo y Ángel Gutiérrez con ‘La torre prohibida’ y el Premio Tristana, concedido a ‘El agujero de Helmand’, de Carlos Fidalgo, una historia sobre paradojas temporales ambientada en la intervención estadounidense en Afganistán tras el 11-S.
Corominas en su exposición
Dos autores récord dieron la puntilla al último día: Ralph Barby, autor de ¡un millar! de novelas de esas cuya venta en los quioscos enganchó a la lectura a varias generaciones de españoles, y Félix J. Palma, ganador de más de cien premios de cuento y padre de la exitosa trilogía victoriana (falta sólo un libro) conformada por ‘El mapa del tiempo’ y ‘El mapa del cielo’, que se está vendiendo en más de 25 países. Un proyecto que consagra la arriesgada apuesta del autor por la literatura: “Cuando empecé a ser escritor sabía que no podía tener un trabajo normal”, afirmó Palma.
Tampoco tuvo nada que ver con la normalidad, sino con lo insólito y mágico, la particular invocación del espíritu de Keats que hizo el demiurgo Fernando Marías con su proyecto ‘Hijos de Mary Shelley’. Como actividad final del Celsius, los escritores Luis Alberto de Cuenca, Espido Freire, Raquel Lanseros y el rapero Shone intervinieron en este sorprendente espectáculo teatral-literario. “Les hemos mentido”, afirmó finalmente Espido, “nosotros no somos nosotros, no somos escritores, sino espíritus que nos alimentamos de ellos”. Un terrorífico final que, junto con las chicas steampunk, algunos zombis y los guerreros de Invernalia, han configurado un festival que no puede tener otra calificación: FANTÁSTICO.
Fans de ‘Juego de Tronos’ en el festival