La crisis económica y los recortes presupuestarios impuestos desde Bruselas ya pasan factura a la joya de la corona de la ciencia en España: Atapuerca.

La crisis económica ha obligado a reducir la campaña de excavaciones de este verano en los yacimientos de Atapuerca, en duración y equipo de investigadores, según ha informado uno de los codirectores, Eudald Carbonell. La reunión de la Fundación Atapuerca, que gestiona y coordina el yacimiento y sus anexos, no ha tenido más remedio que meter la tijera ante la falta de suficientes fondos. Finalmente la campaña será del 1 al 28 de julio, quince días menos y tendrá alrededor de cien personas involucradas; los que se quedan fuera son en su mayoría estudiantes de apoyo, que tenían una oportunidad única para mejorar y evolucionar en sus estudios. Una vez más, los jóvenes investigadores son los que pagan el pato de los errores ajenos.

Según declaraciones de Eudald Carbonell, este año se puede considerar la “estructura mínima” para poder trabajar las excavaciones de Atapuerca, dada la complejidad de los yacimientos. La Junta de Castilla y León, principal mano salvadora en muchos temas relacionados con Atapuerca, ha mantenido su aportación de 50.000 euros, pero no es suficiente. Una de las grandes culpables es la administración central, que no sube del 7% la asignación. Los recortes también se han dirigido a la tarea de trabajo de campo, ya que al haber menos gente involucrada no puede tenerse tanto personal en los estudios de laboratorio.

Una de las posibles soluciones, además de conseguir patrocinios y mecenazgos privados (y seguimos sin la ley de Mecenazgo que pueda cambiar la situación), es aumentar y promocionar las visitas al yacimiento burgalés. El plan es reforzar su difusión internacional con el reparto de folletos en el Instituto Cervantes y sus centros mundiales, descuentos para los que hagan el Xacobeo y centros educativos. No obstante la prioridad es la investigación y ha explicado que en algunos casos tardará años en terminarse, porque incluye reconstrucciones óseas complejas o montajes de escenarios para estudiar interrelaciones de los habitantes de la sierra de Atapuerca con su entorno.

Quejas de los jóvenes investigadores

Entre tanto, y en parte también por esta mala noticia, la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios) se concentró ayer en la Puerta del Sol (Madrid) bajo el lema ‘Mendigando por la ciencia’ y denunciando que “los investigadores están de saldo o incluso regalados para el país que los quiera aprovechar”. Repartieron folletos contra los recortes e intentaron hacer presente sus quejas que, a la larga, son las del futuro del país. “Sin ciencia no hay futuro”, repetían una y otra vez. Y el mercado privado no puede asumir todo el peso financiero. En este sentido, uno de los representantes de FJI/Precarios José María Fernández ha alertado de los “grandes esfuerzos” que está llevando a cabo el Gobierno “por acabar con la investigación en España […]. Además de no tener una plaza fija, si se para su investigación acaban en la calle”.