De nuevo Navidad a las puertas, de nuevo Star Wars, y una vez más una operación entre la nostalgia, la industria comercial, la ilusión y el entretenimiento. La saga Star Wars salvó en su día a la industria en los 80, y ahora sirve para apuntalar su poder y llenarnos horas de placer audiovisual a los que nos criamos con la saga y que ahora la disfrutamos como quien se toma un trozo de tarta. ‘Star Wars: Los últimos Jedi’ se estrena este 15 de diciembre.

IMÁGENES: Lucasfilm

Que el tándem Lucasfilm-Disney estrene una película de la saga Star Wars en Navidad es como intuir que el gordito vestido de rojo baja por la chimenea o que tres reyes magos traen oro, incienso y mirra: es parte ya del paisaje. Y lo va a ser durante varios años. De momento ya van dos filmes: la romperecords ‘Star Wars: El despertar de la Fuerza’ y el primer spin-off de la saga, ‘Rogue One’, si nos olvidamos de aquella infumable película sobre los ewoks de los 80 que arruinó muchos recuerdos de infancia. El 15 de diciembre la máquina de fabricar de Disney y sus subsidiarias (Lucasfilm es como Marvel, una buena hija exprimible) se pone en marcha para intentar repetir el éxito del séptimo capítulo de la franquicia, que avanzó varias décadas después de que terminara la original. Retoma la historia de Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega), Poe Dameron (Oscar Isaac) y Luke Skywalker (Mark Hamill). El encargado de ponerla en marcha fue Rian Johnson, que dirigió y escribió siguiendo la estela del trabajo de J. J. Abrams. El reparto también incluye a Adam Driver, Carrie Fisher (fallecida poco después de terminar sus escenas), Kelly Marie Tran, Benicio del Toro, Domhnall Gleeson, Laura Dern, Gwendoline Christie, Lupita Nyong’o, Anthony Daniels, Andy Serkis y Warwick Davis.

Antes de pasar a los detalles de esta nueva entrega cíclica, que tiene una ventaja sobre las otras seis (en especial las decepcionantes precuelas I, II y III que hizo George Lucas), es menos infantil. Hay un punto de madurez que ha mejorado el producto, a pesar de que Abrams hizo en realidad un plagio de la primera película original cambiando nombres, géneros y personajes; la producción está cuidada al milímetro y las continuas injerencias de los productores en el trabajo de directores y guionistas indica el miedo que hay a repetir los errores de Lucas. Es un producto industrial y como tal debe ser auditado, revisado y perfeccionado. No es cine, es como fabricar un iPhone, y las baladronadas artísticas quedan en el estrecho margen del talento de Abrams y el nuevo director, Rian Johnson, para mejorar lo que había. Además, éste último tenía un problema añadido, seguir el camino marcado por ‘El despertar de la Fuerza’, que dio varios giros importantes en su parte final que encorsetan siempre la secuela. No obstante, podría ser beneficioso: es general la idea de que ‘El Imperio contraataca’ es superior a la ‘Star Wars’ inicial, y no sería porque le dejó el camino marcado.

Así pues, la sinopsis, muy escasa porque parte del truco está en la falta de información para el espectador antes del estreno: la octava entrega comienza inmediatamente después de los hechos ocurridos al final de la anterior, cuando Rey (Daisy Ridley) encuentra a Luke Skywalker (Mark Hamill) para entregarle su sable y quizás solicitarle ayuda como maestro. Atrás queda Leia Organa (Carrie Fisher) como líder en solitario de la Resistencia después de que Han Solo haya…. “desaparecido”. Kylo Ren, después del final de la anterior película, ha quedado marcado para siempre por el enfrentamiento con Rey, del que no salió muy bien parado. La Primera Orden sigue en pie, y planea un contragolpe contra la Resistencia, cuyas victorias siempre parecen exiguas y algo pírricas por todo lo que ha perdido por el camino.

El piloto Poe Dameron (Oscar Isaac) sigue fiel a la causa y Finn (John Boyega), el ex soldado del Imperio, continúa también de este lado, aunque por lo que se intuye en los trailers podría haber algún cambio. Según se supo después de la muerte de Carrie Fisher, Johnson y los productores tuvieron que reorganizar e incluso reescribir parte del filme para encajar su muerte con la trama. Hay, además, dos añadidos: Benicio del Toro y Laura Dern. El primero como uno de los súbditos del Imperio, por cierto, y que será el cuarto actor con Oscar que participa en la saga después de Alec Guinness, Natalie Portman y Lupita Nyong’o.

El filme sufrió varios cambios y condiciona, y mucho, lo que ocurrirá en el Episodio IX, del que hablamos en uno de los despiece de este reportaje por los problemas que ha sufrido antes incluso de la producción del mismo. Uno de ellos es evidente: Leia ya no estará. La franquicia pierde así uno de sus iconos propios y deja ya en solitario a Mark Hamill como referente. Y ya veremos su futuro en la misma. Si se trata de renovar el imaginario colectivo quizás venga bien hacer tabula rasa, pero eso es algo que ya se verá en el capítulo final. Sabemos que no van a recrearla digitalmente. Fisher además ayudó en la elaboración del guión junto con Johnson, que se encargó de aportar su visión para intentar mejorar la producción.

La idea era darle otro aire para intentar refrescar una historia que parece un caballo de tiro con orejeras, algo que como dijo Boyega a los medios es muy bueno para “mantener la originalidad”. Entre lo obligado y el ego, el director indicó que sus inspiraciones fueron, entre otras, ‘El puente sobre el río Kwai’ de David Lean, ‘Sanbiki no samurai’ de Hideo Gosha o ‘Almas en la hoguera’, de Henry King. Veremos qué sale de esa mezcla… Aunque eso sí, J. J. Abrams ha estado presente como productor, una medida muy inteligente para evitar la desconexión entre su filme ‘El despertar de la Fuerza’ y las ideas de Johnson.

El resto de líneas sigue su curso: la Primera Orden se mantiene en pie con Adam Driver muy metido en su papel, que va entre la tragedia griega y el drama shakesperiano, Rey sigue en busca de su destino entre la orfandad (¿se descubrirá quiénes son sus padres y por qué fue abandonada en el planeta Jakku como una pobre chatarrera?) y su poder innato, quizás de los más grandes nunca vistos desde… sí, él, Darth Vader. Johnson dijo que la película abordaría esa parte no contada, igual que le ocurre con Finn, cuyo nombre no es más que la recreación de su número de serie (FN-2187) como stormtrooper imperial.

Y por supuesto se mantiene esa guerra continua y sin fin entre una Resistencia que nunca termina de vencer por muchas Estrellas de la Muerte reviente o mate a un maestro sith tras otro. Siempre va a haber un sustituto que le haga la vida imposible al resto. Es parte del juego eterno de una saga que en realidad no ha cambiado un ápice desde que en 1979 viera la luz por primera vez. El mismo esquema exitoso se repite sin cesar, cambian las caras, los actores, los géneros, se hace más infantil o más oscura, pero siempre son los mismos puntos, e incluso la misma música de la mano de John Williams, que firmará la octava composición para la saga. Así pues todo listo.

 

Las próximas entregas de la franquicia

‘Solo: A Star Wars Story’ es el título oficial del segundo spin-off después de ‘Rogue One’ y que abarca la juventud de Han Solo y cómo se convierte en el personaje que encontrarán Luke y Obi Wan Kenobi en la primera de las películas de la saga. También de cómo conoció a Chewbacca, cómo consigue el Halcón Milenario y sus primeros encuentros con Jabba y Lando Calrissian. La película será dirigida por Ron Howard después de que Lucasfilm apartara del proyecto Phil Lord y Christopher Miller, con guión de Jon Kasdan y Lawrence Kasdan. Y no es un asunto ocasional: los problemas han sido continuos con el tándem de los primeros directores, e incluso con los actores; basta recordar que al protagonista, Alden Ehrenreich, le obligaron a tener profesores de interpretación para que enderezara el personaje porque le estaban “volviendo loco” con tantos cambios de Miller y Lord, que buscaban hacer una comedia de acción más que un filme del tono más maduro que tiene la nueva trilogía o el spin-off ‘Rogue One’. Además de Ehrenreich en el papel de Solo, el reparto incluye a Joonas Suotamo (que ya apareció en ‘El despertar de la Fuerza’) como el fiel Chewbacca y Donald Glover interpretando a Lando Calrissian. Los tres estarán acompañados por Woody Harrelson, Emilia Clarke, Warwick Davis (que apareció en ‘Rogue One’), Thandie Newton y Phoebe Waller-Bridge.

 

El lío de la franquicia: destituido el director de la novena entrega

A las puertas del estreno del octavo capítulo Disney ha decidido reajustar el noveno, y hace un mes decidió prescindir de Colin Trevorrow para dirigir ese Episodio IX. Supuestamente fue de común acuerdo, una forma elegante y eufemística de cortar por lo sano cuando los planes de los ejecutivos y “diseñadores de producción” no casan con la vena creativa de los directores y guionistas. El comunicado de Lucasfilm era sencillo: “Colin ha sido un maravilloso colaborador a lo largo del proceso de desarrollo pero todos hemos llegado a la conclusión de que nuestras visiones para el proyecto difieren. Le deseamos a Colin lo mejor y compartiremos más información sobre este filme pronto”. No obstante los medios norteamericanos dejaron claro que el problema era el guión: la productora y Trevorrow chocaron tantas veces que el proyecto se hizo inviable.

El director fue reclutado en 2015 después de demostrar que podía ser un excelente director de blockbusters con ‘Jurassic World’. Tiempo hay para encontrar nuevos jefes y filones, porque el estreno está previsto para mayo de 2019. Pero no es la primera vez que Lucasfilm decide usar la guadaña: el spin-off sobre Han Solo del que hablamos en uno de los textos separados de este reportaje ya vio a sus directores descabezados, porque antes de que el experimentado Ron Howard se pusiera al timón Phil Lord y Christopher Miller fueron despedidos como realizadores. Y en ‘Rogue One’ (2016) la productora ya puso a Tony Gilroy a “mejorar” lo que había dirigido Gareth Edwards. Queda claro que para el broche final de la trilogía Lucasfilm ha vuelto a aplicar el garrote para tener controlado la gallina de los huevos de oro.

Imagen del primer día de rodaje