La nueva consola desarrollada a partir de la tecnología Android será de software libre y con total gratuidad en los videojuegos: el mercado sube un escalón en dificultad.
FOTOS: Ouya / Android / Game-Insider
Éramos pocos y… el refrán sigue con una abuela que es madre otra vez. La familia de las consolas de videojuegos crece sin parar porque todo el mundo quiere lanzar la suya. Lo que empezó siendo un negocio de Nintendo y Sega se ha convertido ya en una gran jaula de leones donde cada uno saca su fuerza: Sony la PlayStation, Microsoft la Xbox, Nintendo la Wii, las nuevas Nvidia y Steambox y ahora el software libre tendrá la suya propia con sistema Android 4.1, la Ouya (pronúnciese “uuu-yah”). El invento fue diseñado en un principio para ser usado en teléfonos y tabletas, pero…
Detrás están Julie Uhrman e Yves Behar y partió con una solicitud de casi un millón de dólares a través de la plataforma de financiación Kickstarter. Al final lograron 8,5 millones para dar inicio a un proyecto de software libre que promete ser el primer gran intento de construir plataformas al margen de los grandes inversores tecnológicos. La consola ya está en reserva en su web original, y el desde el 28 de diciembre pasado se empezó a distribuir en una versión inicial pero sólo a un primer grupo de desarrolladores. Para todos los demás, los que invirtieron dinero en Kickstarter, será para este mes de marzo. Al igual que sucede con los smartphones, se lanzarán nuevas versiones de la consola cada año para no detener la evolución original, pero conservando la compatibilidad de los juegos para cada generación. Según los fabricantes, no habrá aumento de precio, pero será cuestión de ver cómo evoluciona el producto.
Las características de Ouya son “low cost” en muchos aspectos: primero por tamaño, apenas para que quepa en la palma de la mano, totalmente cúbico como el juguete de Rubik. Y por precio, 99$ para el mercado americano y unos 80 euros para el europeo, con los juegos totalmente gratuitos (si bien algunos elementos podrían tener un coste adicional, como expansiones de algunos juegos). Y como es software libre será abierta a modificaciones por parte de los propios usuarios. Es la gran ventaja: usted compra la consola y si sabe programar podrá hackearla y cambiar algunos aspectos a su antojo para que la consola se adapte al propietario y no al revés. El paraíso de todo aficionado a la informática, y al eliminar el precio de los juegos, también el de la piratería. Nada mejor que abrir las fronteras para evitar cierto tipo de crimen.
Interfaz de Ouya
Pero lo fundamental son los juegos. Aquí es donde Ouya tiene más que ganar a sus competidoras: gratuidad total y compatibilidad con los juegos de Android. A medida que crece el número de aplicaciones descargables del sistema Android también lo ha hecho su rentabilidad comercial, con lo que la cantidad de dinero invertida en desarrollos de nuevas ideas también ha crecido. Es el caso de juegos como ‘Volgarr The Viking’, ‘Evilot’ o la primera creación exclusiva para la consola, ‘Human Element’. En todos los casos el origen del dinero es el crowfunding, la financiación de los modestos. También llegarán ‘Broken sword’, todo un clásico. La lista incluye ‘A Dark Acid Adventure Comedy’, ‘Armored Tank Assault 2’, ‘Aura Tactics’, ‘Auro’, ‘Castle Conflict 2’, ‘Echoes of Eternea’, ‘Final Fantasy III’, ‘Gish’, ‘Gravestompers’, ‘Gunblitz’, ‘Heroes Call and Ski Safari’, ‘Ittle Dew’, ‘Kaiju Combat’, ‘Kitaru’, ‘Legends of Aethereus’, ‘MANOS: The Hands of Fate’, ‘Megatroid’, ‘Mutant Mudds’, ‘Orbital Blaster’, ‘Quest for Infamy’, ‘Reincarnation: The Root of All Evil’, ‘Rival Threads’, ‘Rush Bros’, ‘Saturday Morning RPG’, ‘Spinferno’, ‘Super Retro Squad’, ‘Xenonauts’.
Lo que ocurra en el futuro del Ouya dependerá mucho de que cale este nuevo sistema de juego entre un público ya más que acostumbrado a la perfección en los gráficos. Ouya no es el producto de cientos de millones de dólares y mil ingenieros, sino una vía modesta que permite libertad total a los usuarios. David frente a Goliath, la sencillez gráfica y de uso de Android (pensado para los móviles) frente al poder del hiperrealismo de PlayStation, Xbox y otras consolas. Y los ordenadores, no hay que olvidar que también hacen las veces de consola para la inmensa mayoría.
Especificaciones y aplicaciones
Ouya llevará un procesador Nvidia Tegra 3 T33 con 1 GB de Ram y otros 8 gigas de almacenamiento con capacidad para acoplarle un disco duro periférico. Tendrá conexión HDMI 1.4, capacidad Wifi, puerto Ethernet y USB 2.0, Bluetooth, controlador wireless con panel táctil, cupo para hasta cuatro mandos y, por supuesto, el sistema operativo Android 4.1 Jelly Bean. Además habrá una serie de aplicaciones como el XBMC (centro multiplataforma GNU/GPL), Plex (organizador de biblioteca de archivos audiovisuales como películas o música), la web Vevo para vídeos musicales, el TuneIn (sistema de recepción de radios digitales) y Onlive (alquiler de videojuegos con plazo de hasta tres años).
¿Qué es el software libre?
El sorfware libre o abierto es aquel que respeta la libertad de los usuarios después de la adquisición del producto; esto significa que el comprador y usuario puede alterar a su voluntad lo que compra completándolo con nuevos elementos o adaptándolo a otro software que él quiera. Puede usarlo, copiarlo, modificarlo y distribuirlo sin problemas. Existe una organización, la Free Software Foundation, creada por Richard Mathew Stallman, que es la principal valedora y defensora de este tipo de creaciones que tienen a Linux como uno de sus grandes logros, pero también otros como la consola Ouya. Este software no tiene por qué ser gratuito, esa no es la definición, ya que por un precio general se puede tener carta abierta para cambios posteriores. Los pilares básicos serían: libertad de uso para cualquier propósito, libertad de modificación del programa, libertad de distribución de copias de ese mismo programa, y libertad de publicación o distribución de las mejoras hechas al programa. Todo esto significa que si alguien encuentra una manera de hacer que Ouya sea mejor, por ejemplo, puede publicitar las mejoras y que el resto de usuarios las puedan aplicar sin que ello suponga o devenga en más beneficios para la empresa original. Es decir, pensamiento solidario, beneficio solidario, otra forma “romántica y útil”, de pensar la informática.