Fotógrafo de cabecera de la prensa española durante los años de prosperidad, retratista de toda celebridad que se preciara en España, PhotoEspaña le lleva directo al Museo del Prado.
Pocos fotógrafos han sacado tanto jugo al género del retrato como Alberto Schommer, firma perenne de periódicos como El País durante mucho tiempo, pero que en el otoño de su vida se ha convertido en uno de los grandes maestros. Tan clásico contemporáneo como un cuadro de posguerra; quizás por eso PhotoEspaña ha decidido rendirle homenaje al meter en las galerías del Museo del Prado las mejores fotografías desde el próximo lunes 21 de julio. Sus mejores retratos de los años 80, las claves visuales que explicaron la revolución social y cultural de un país que salía de una larga dictadura.
La exposición, ‘Mascaras de Alberto Schommer’ (hasta el 14 de septiembre), acumula retratos de escritores y artistas de distintas generaciones que se mostrarán en un contexto especial: contextualizados con retratos pintados por los grandes maestros clásicos que atesora El Prado y que se asemejan a ese formato que tanto dio a Schommer; disponen de una tipología similar, componiendo de esta forma un salto en el tiempo y al mismo tiempo un Olimpo secular y laico donde se dan la mano lo mejor del pasado clásico y del “pasado contemporáneo” que son ya los años 80 para la cultura española. Así se pueden ver a cara a cara y sin un afán enciclopédico a Juan de Ribera y José Luis Aranguren, Luis de Gongora y Vicente Aleixandre, Goya y Antonio Saura, Espronceda y Juan Benet, o el joven Velázquez y Antonio Lopez, entre otros.
El elenco de personalidades retratadas está formado por escritores de varias generaciones (Francisco Ayala, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, José Hierro, Camilo José Cela, Gabriele Celaya y Juan Benet), filósofos e historiadores (José Luis Aranguren, Julio Caro Baroja) y figuras centrales del mundo de las artes plásticas (Antonio Saura, Eduardo Chillida, Juana Mordó, Julio López, José Hernández y Antonio López). La tradición del retrato frontal de busto en un espacio indefinido y con una iluminación directa, tiene en el caso español a uno de los primeros y más originales introductores en el Greco, a quien se dedica simultáneamente una gran exposición sobre su reivindicación por el arte moderno, y que más tarde serían vías seguidas por Morales, Tristán y, sobre todo, a Velázquez.
Schommer (Vitoria, 1928) es una de las figuras más destacadas en el campo de la fotografía. En 2008 fue condecorado por el Gobierno con la Medalla al mérito de las Bellas Artes y el pasado año recibió el Premio Nacional de Fotografía. Además, desde 1996 es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Se introdujo en la fotografía de mano de su padre, Alberto Schommer Koch, alemán afincado en Vitoria, ciudad en la que abrió un estudio durante la década de los 40. Posteriormente, Alberto hijo se formó académicamente en el campo de este arte en la ciudad alemana de Colonia y en París.
El fotógrafo Schommer