Ya es definitivo: Star Wars ha necesitado diez películas para poder superar a las nueve de Harry Potter como la segunda saga más taquillera de la historia del cine, superadas ambas sólo por la maquinaria del dinero de Marvel y Disney.
Hasta ahora, con su útlima entrega ‘Star Wars VII: Los últimos Jedi’ rompiendo la barrera de los 1.000 millones de dólares recaudados, la saga creada por George Lucas y ahora propiedad de Disney alcanza los 8.556 millones de dólares de dinero recaudado, a lo que habría que sumar una cifra mucho más grande de ingresos derivados en forma de comics, libros, videojuegos, juguetes, coleccionables o incluso fundas para móviles. Algo que Harry Potter no puede contabilizar pero que sí lo hace Disney, experta en exprimir lo que sea y sacarle billetes verdes. Si extrapolamos el negocio real podríamos hablar de más de 2.000 millones de beneficio bruto sólo en estos años, a los que en el futuro deberemos sumar los parques temáticos de Star Wars en Asia y EEUU.
Harry Potter por su parte contabiliza 8.539 millones de dólares, y eso a pesar de que ha reiniciado su franquicia con nuevos filmes de historias paralelas. Por delante sólo está el Universo Marvel con 13.500 millones de dólares y lo seguirá estando: Marvel saca hasta tres películas al año y Star Wars sólo una, y también exprime todo tipo de productos derivados. Lo más curioso de todo es que la primera y segunda franquicias ya son de una sola compañía, Disney, que además ha comprado los derechos de otra potencial saga demoledora, Avatar, al quedarse también con Fox Pictures. Y en el paquete van también los X-Men y los Simpson. Así que, a temblar…
Las próximas entregas de la franquicia y los problemas de rodaje
‘Solo: A Star Wars Story’ es el título oficial del segundo spin-off después de ‘Rogue One’ y que abarca la juventud de Han Solo y cómo se convierte en el personaje que encontrarán Luke y Obi Wan Kenobi en la primera de las películas de la saga. También de cómo conoció a Chewbacca, cómo consigue el Halcón Milenario y sus primeros encuentros con Jabba y Lando Calrissian. La película será dirigida por Ron Howard después de que Lucasfilm apartara del proyecto Phil Lord y Christopher Miller, con guión de Jon Kasdan y Lawrence Kasdan.
Y no es un asunto ocasional: los problemas han sido continuos con el tándem de los primeros directores, e incluso con los actores; basta recordar que al protagonista, Alden Ehrenreich, le obligaron a tener profesores de interpretación para que enderezara el personaje porque le estaban “volviendo loco” con tantos cambios de Miller y Lord, que buscaban hacer una comedia de acción más que un filme del tono más maduro que tiene la nueva trilogía o el spin-off ‘Rogue One’. Además de Ehrenreich en el papel de Solo, el reparto incluye a Joonas Suotamo (que ya apareció en ‘El despertar de la Fuerza’) como el fiel Chewbacca y Donald Glover interpretando a Lando Calrissian. Los tres estarán acompañados por Woody Harrelson, Emilia Clarke, Warwick Davis (que apareció en ‘Rogue One’), Thandie Newton y Phoebe Waller-Bridge.
Casting de Solo al inicio del rodaje
A esto hay que sumar más problemas: a finales de 2017 Disney mes decidió prescindir de Colin Trevorrow para dirigir el Episodio IX. Supuestamente fue de común acuerdo, una forma elegante y eufemística de cortar por lo sano cuando los planes de los ejecutivos y “diseñadores de producción” no casan con la vena creativa de los directores y guionistas. El comunicado de Lucasfilm era sencillo: “Colin ha sido un maravilloso colaborador a lo largo del proceso de desarrollo pero todos hemos llegado a la conclusión de que nuestras visiones para el proyecto difieren. Le deseamos a Colin lo mejor y compartiremos más información sobre este filme pronto”. No obstante los medios norteamericanos dejaron claro que el problema era el guión: la productora y Trevorrow chocaron tantas veces que el proyecto se hizo inviable.
El director fue reclutado en 2015 después de demostrar que podía ser un excelente director de blockbusters con ‘Jurassic World’. Tiempo hay para encontrar nuevos jefes y filones, porque el estreno está previsto para mayo de 2019. Pero no es la primera vez que Lucasfilm decide usar la guadaña: el spin-off sobre Han Solo del que hablamos en uno de los textos separados de este reportaje ya vio a sus directores descabezados, porque antes de que el experimentado Ron Howard se pusiera al timón Phil Lord y Christopher Miller fueron despedidos como realizadores. Y en ‘Rogue One’ (2016) la productora ya puso a Tony Gilroy a “mejorar” lo que había dirigido Gareth Edwards. Queda claro que para el broche final de la trilogía Lucasfilm ha vuelto a aplicar el garrote para tener controlado la gallina de los huevos de oro.
Nueva trilogía
Pero ahí no va a detenerse. Disney anunció en diciembre que habrá muchos más capítulos. Concretamente tres más, que deben sumarse al noveno capítulo que falta por estrenar y el spin-off sobre la juventud de Han Solo. Y eso sin contar con Star Wars VII y Star Wars VIII (que se estrena el 15 de diciembre). Desde que Disney devoró a Lucaslfilm por 3.500 millones de dólares no ha parado de programar y rediseñar la franquicia transgeneracional para sacarle el mayor rendimiento posible. Y lo que era un rumor por fin ya es oficial: habrá tres más. Es más que posible que, si el negocio sale bien para la compañía, también haya más spin-off.
Bob Iger, el CEO de Disney, uno de los personajes de la industria más temidos y odiados, pero también de los más seguidos e imitados, hizo público en una conferencia pública que la compañía ha elegido al director Rian Johnson (responsable de ‘Los últimos Jedi’) como desarrollador de la nueva trilogía junto con el productor Ram Bergman como jefe de producción. No hubo más detalles, sólo anunció que habría una nueva trilogía con nuevos personajes, que su argumento irá separado del legado de Skywalker y compañía y que se centrará, además, en los escenarios marginales de la galaxia donde se desarrolla toda la saga.
Esto supone dar un giro a la franquicia, hacerla más ambiciosa y quizás emular el tono algo más adulto y cualitativo de ‘Rogue One’, por ejemplo. No hay fechas de estrenos aún, es muy pronto y es posible que ni siquiera se haya preparado ya la preproducción, un proceso lento que en este caso podría suponer años por la complejidad de rodajes de este tipo, donde todo está medido, maximizado. Igualmente Iger anunció que habrá una serie de TV para el futuro servicio de streaming de la compañía, pensado para 2019 y que ayudará a apuntalar los beneficios de la saga. La ambición de Disney no para: quizás por eso decidió sacar sus contenidos del catálogo de Netflix para crear su propia plataforma, una estocada para la pionera de la descarga por petición que podría salirle muy caro a esa empresa de Silicon Valley.
La razón es que la guerra por los contenidos de ocio audiovisual sigue su curso; la gigantesca compañía del ratón que empezó como estudio de dibujos animados, y que hoy es dueña de parques temáticos, una distribuidora (Buena Vista), varias productoras de cine (entre ellas Pixar), Marvel, Marvel Studios, Lucasfilm (además de varias cadenas de televisión en EEUU de alcance nacional), ha decidido sacar toda la artillería contra Time Warner, Paramount, Universal, Netflix, Amazon y dentro de poco Google y Apple. No deja de ser un monstruo hipermusculado de las viejas majors de Hollywood, que ahora luchan contra Silicon Valley por el control de los contenidos.