El cine romántico regresó con fuerza en la última década del siglo XX gracias a dos historias de amor tan inusuales como inolvidables. Una joven Demi Moore llora a su recién fallecido prometido (Patrick Swayze), que aún no ha abandonado del todo este mundo. Mientras, una prostituta con el rostro y la amplia sonrisa de Julia Roberts abre el corazón de un exitoso hombre de negocios (Richard Gere).