Un nuevo ejemplo de cómo la evolución biológica y la Naturaleza inspiran a la ciencia y la tecnología: en busca de nuevas turbinas más silenciosas y eficientes, la ingeniería se ha fijado en las plumas de búho para los diseños.
Un nuevo ejemplo de cómo la evolución biológica y la Naturaleza inspiran a la ciencia y la tecnología: en busca de nuevas turbinas más silenciosas y eficientes, la ingeniería se ha fijado en las plumas de búho para los diseños.
Herr recibe el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica de este año por su trabajo en biónica y biomecánica a partir de su propia vida: sufrió la amputación de ambas piernas con 17 años tras sufrir la congelación de sus miembros durante una ascensión en la montaña.
Homayoon Kazerooni es uno de los mayores expertos del mundo en el diseño y fabricación de exoesqueletos, un pionero director del Laboratorio de Robótica e Ingeniería Humana y de Berkeley, y que comercializa ya el primero exoesqueleto de mercado. Una vía de desarrollo con muchos otros nombres y empresas, y que serán cotidianas antes de lo que pensamos.
Un estudio del Trinity College de Dublín ha tendido un puente más entre el mundo de los insectos y la mecánica aplicada: algunas especies producen “vendas internas” reparando la cutícula de los miembros que hacen de huesos en estas formas de vida.
Cada vez más cerca, un paso un poco más allá del horizonte final, el de curar la ceguera sea cual sea su origen y desarrollo; la ingeniería ensancha la vía biomecánica.
Poco a poco el ser humano y su ciencia se acercan hacia la meta: regenerar por completo cualquier tejido humano sin necesidad de transplantes y esperas.
La biomecánica todavía está en mantillas, pero con el tiempo será fundamental: la clave de la ingeniería está en los animales.