James Franco ha dado otro paso en su particular carrera cinematográfica con este filme, bizarro en las dos acepciones (la española, por aguerrido, y la inglesa, por raro), donde ha mezclado series de TV de culto (‘Freaks and Geeks’) con películas para universitarios y adolescentes, algún que otro intento de drama (‘127 horas’) y sobre todo su conversión en icono de la cultura popular de EEUU.